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Informe de actividades de la Fracción de la Izquierda Comunista Internacional
(Octubre 2012)

1- ¿ Un informe ?

¿ Porqué un informe de actividades ? Cuál significado, cuál sentido puede tener tal informe para un grupo tan pequeño como el nuestro ? ¿ Para qué tal esfuerzo ?

Los informes de actividades son una tradición para los organizaciones del movimiento obrero porque son una necesidad para que estas organizaciones puedan definir sus orientaciones y sus perspectivas de actividades. Para que esta definición sea la más efectuada posible, cabe sacar un balance crítico de las actividades pasadas. Esto significa que las organizaciones políticas del proletariado se basan y se sitúan en la continuidad histórica organizativa, en una continuidad de organización colectiva, que “obliga”, que “fuerza”, que impone a estas organizaciones políticas, como vanguardia política del proletariado, a referirse y a reivindicarse de su proprio pasado. No pueden, y sus militantes deben respetar esta obligación, “liberarse” de su historia y de la de su clase y de sus organizaciones políticas. Toda organización comunista es responsable de su historia et debe asumirla ante el proletariado. En este sentido, tampoco sus militantes, los militantes comunistas – el compromiso comunista no tiene sentido sino en un colectivo que rechaza cualquier tipo de individualismo – son “libres”. Su única “libertad individual” radica en el hecho de apartarse del militantismo, de abandonar la organización, el cuerpo colectivo, la mera esencia del combate de su clase.

Así, para el proletariado y los comunistas, un informe de actividades de organización es más que un simple medio para sacar un balance y trazar perspectivas. Sobre todo es la expresión de un método que podemos cualificar de “método de partido” (e incluso de una “disciplina de partido”) propria a las organizaciones de vanguardia del proletariado. Impone la verificación crítica de las orientaciones pasadas en base y sobre le reivindicación de la continuidad histórica y del programa comunista.

Nadie ignora que antes de la formación del Partido social-demócrata ruso, el movimiento revolucionario existía en nuestro país bajo otras formas. La cuestión siguiente ha sido planteada, en varias ocasiones, en nuestra prensa : « ¿ Rechazamos la herencia de las primeras generaciones de la clase revolucionaria culta que no era marxista, que en realidad ni siquiera era socialista, pero que, indiscutablemente, ha tenido grandes méritos en el pasado ? ». He aquí nuestra herencia, respondimos, y la aceptamos. Somos los únicos continuadores de la mejor parte del movimiento iniciado por la clase revolucionaria culta de 1850 a 1880, y mucho antes” (Zinoviev, los orígenes del partido comunista ruso, 1918, traducido por nosotros de una versión francesa).

Aun para un pequeño grupo como el nuestro, la necesidad de sacar balances y de trazar orientaciones de actividades en base a estos balances se impone ; tan desproporcionado este trabajo y este esfuerzo puedan parecer a primera vista en relación a nuestras fuerzas. Cabe destacar que él que nuestra Fracción de la Izquierda Comunista Internacional, procedente de la Fracción Interna de la CCI, no haya podido realizar tal balance antes – mientras sentíamos la necesidad urgente y la habíamos decidido formalmente hace más de un año –, expresa las dificultades y las debilidades crecientes que hemos viniendo encontrando. Unas nos son proprias. Otras tocan al conjunto del campo proletario y a sus principales organizaciones – intentaremos volver sobre esto en este informe.

2- 2001-2008 : La herencia de la Fracción interna de la CCI y la defensa de la CCI “histórica” en la Izquierda Comunista

Aunque disuelta de hecho en 2008 – volvemos sobre el asunto a continuación –, seguimos reivindicándonos completamente de la Fracción interna de la CCI, de su combate en el seno de la CCI contra la deriva oportunista que ha ganado abiertamente esta última de manera dominante desde la crisis organizacional del 2001 y la exclusión de nuestra fracción ; seguimos reivindicándonos de su combate para el reagrupamiento de las fuerzas comunistas acerca del único polo organizacional capaz de ser una verdadera referencia histórica y política – hablamos del ex-BIPR, hoy en día la Tendencia Comunista Internacionalista – y seguimos reivindicando la validez de su intervención en los acontecimientos de la lucha de clases tan a través de sus tomas de posición en los 49 números de su boletín como a través de sus volantes y comunicados (el lector puede referirse en la página web http://www.fractioncommuniste.org/index_esp.php?SEC=b00 para tener la lista de todos los sumarios del boletín en español de la Fracción interna).

En un primer tiempo, dentro de la CCI, luego fuera porque excluida en marzo 2002, la actividad de nuestra fracción interna ha sido marcada y determinada por un combate áspero y cotidiano contra la deriva política impuesta a nuestra organización por el nuevo “liderazgo” y contra los ataques incesantes y de todo tipo – insultos, acusaciones mentirosas, violencia física, censura, exclusión, expulsión de las reuniones “publicas” - que esta solo opuso a nuestros desacuerdos políticos. A pesar de este combate cotidiano y del terreno repugnante en el cual la facción liquidacionista que se había impuesto de manera fraudulenta1 en la CCI intentó hundirnos, logramos determinar nuestras actividades de fracción a partir del balance de la deriva de la CCI. En este entonces definimos nuestra actividad a través varios informes de actividades dirigidos hacia los militantes de la CCI como un todo que definían una alternativa política a la nueva orientación oportunista dominante. Se puede volver a leerlos aún hoy en día y nos reivindicamos con orgullo de sus contenidos políticos2. Además, realizamos con las actas de las reuniones del Secretariado Internacional y del Buró Internacional de la CCI de los años 1995-2001, un Historique du SI, (1e partie) et (2e partie) [unicamente en francés] que no se limita con desmentir la verdadera falsificación de la historia de la CCI y las acusaciones las más desmedidas llevadas contra nosotros (y otros militantes quienes no pudieron desde aquel momento resistir al trabajo de destrucción), ni siquiera con poner en evidencia los comportamientos dudosos e indignos de una militante que se parecen por lo menos a actuaciones de un provocador si no sea peor ; este documento va mucho más allá y, según nosotros, saca importantes lecciones políticas concretas y de principio sobre el funcionamiento de la organización comunista, en particular en una situación de crisis y en presencia de elementos dudosos. Estos documentos (los informes y el Histórico) son constitutivos de la Fracción interna, de sus orientaciones y de su desarrollo político. Son y quedarán, estamos convencidos de esto, una referencia no solamente para los “historiadores” que querrán establecer la historia de la CCI pero sobretodo para los militantes y para las organizaciones políticas del proletariado del futuro.

La derrota de la orientación política, tan débil y tan criticable podía ser, que había sido adoptada de manera unánime en los congresos de la CCI a lo largo de los años 1990 y que prevalecía hasta 2001, orientación que hemos continuado defendiendo, abrió la caja de Pandora y permitió que el oportunismo y el revisionismo político y teórico se precipitarán en nuestra organización con una rapidez que estábamos lejos de imaginar. En unos meses, una revisiones teóricas y de principio estuvieron adoptadas en congresos – sin debate real, ni reflexión, ni siquiera textos de discusión o de “orientación” fueron publicados sobre los temas – tales el abandono de la noción de la alternativa histórica “Guerra imperialista o Revolución proletaria” (2003), el de los ciclos crisis-guerra-reconstrucción-nueva crisis (uno de los fundamentos de nuestra concepción de la “decadencia del capitalismo) en 2005, el rechazo de la amenaza de cualquier nueva guerra imperialista generalizada (2007)... Todas estas innovaciones que daban la espalda a los principios marxistas y a las posiciones de base de la CCI, son el fruto de la sustitución de la teoría de la “Decadencia” por la de la “Descomposición”. Hemos criticado y denunciado de manera sistemática con textos, todos publicados en nuestro boletín, la deriva a nivel de principio, que se operaba.
Igualmente, y para apoyar de “manera teórica” todas estas fantasías cuyo blanco era la destrucción del legado teórico-político de nuestra organización, la tendencia liquidacionista tuvo que elaborar teorías cuentistas sobre la Confianza y [la] solidaridad, sobre la Moral y [la] ética, sobre la Cultura del debate, hasta una sobre La Indignación revolucionaria que sirvió de justificación teórica a nivel interno para los insultos y las prohibiciones de intervención oral para los nuevos minoritarios de los cuales eramos. Sobre todo esto, la CCI se ha quedado bien discreta estos últimos tiempos. Por cierto que denunciamos también de manera sistemática y ridiculizamos estas grandes teorías de índole idealista y especulativo que todos estaban marcados por un planteamiento a-clasista, a-histórico, hasta santificar una moral “humana” encima de las clases y de la historia. Todos estos hallazgos fueron muy destructores de las conciencias y de las convicciones comunistas de los militantes de la CCI que quedaban fieles a las posiciones de origen de su organización y de manera más general de las del movimiento obrero. No podían sino desembocar en tracciones políticas y concretas de la lucha de clase : primero fue la denuncia de la huelga como arma del proletariado por la sección alemana mientras, al momento preciso, los obreros de la OPEL en la ciudad de Bochum estaban en huelga salvaje, o sea ilegal (2004) ; luego fue la expresión de solidaridad de la CCI con los policías anti-motines heridos durante la represión de las manifestaciones estudiantiles en Francia (2006). Pero, más allá de estas traiciones, es todo un planteamiento consejista y pequeño-burgués que se apodero de la CCI a lo largo de los años 2000 ; del fetichismo a las asambleas generales – con preferencia estudiantiles – hasta la adhesión a la ideología de los “indignados” e incluso la retoma de los temas ideológicos avanzados por la burguesía para contrarrestar la reanudación de las luchas obreras. El final de esta deriva se expreso abiertamente con la apertura y las concesiones oportunistas hacia el anarquismo que opero la CCI estos últimos años y que lo vieron pasar una etapa en su deriva al punto que esta organización aparece hoy en día, por quien sabe observar y leer, en plena delicuencía – su buena “salud” artificialmente mantenida no resistirá a la primera ráfaga seria de viento de la historia y la Comisión permanente de investigación – la llaman Comisión especial tal como los estalinistas la llamaban Comisión de Control – encargada de “vigilar” la lealtad y la pureza ideológica de los militantes, instituida en 2001 y que había justificado un cambio de los estatutos en 2009, no le cambiará nada, todo lo contrario.

Para nosotros, está claro que es esencialmente la afirmación permanente y determinada de nuestra continuidad teórica-política y organizacional con nuestra CCI así como nuestro combate contra su deriva oportunista que logró hacer fracasar la tentativa de destrucción y de desaparición dirigida contra nuestra fracción y sus militantes. Este combate político y el mantenimiento de nuestra actividad organizada tuvo rápidamente un eco muy significativo y, de facto, aniquilo y volvió aún más ridículas las acusaciones, los insultos y las condenas públicas – la más grave siendo que eramos policías. Cabe también destacar el papel político y fraternal del BIPR – con un grado menor también el del PCint-Le Prolétaire-El Programa comunista, en particular a través sus militantes en Francia – en el fracaso de los liquidacionistas de la CCI para aislarnos y hacernos condenar por todos, y así lograr taparnos la boca.

3- La lucha para el reagrupamiento de las fuerzas comunistas alrededor del BIPR (hoy la TCI)

Un año después nuestra exclusión, sacábamos un balance publicado como introducción en nuestro boletín 13 - Las perspectivas de trabajo para nuestra fracción y balance de la crisis de la CCIen el cual defendíamos una otra dimensión de nuestro combate, un segundo eje de nuestras orientaciones de actividades : abrirse e intervenir en el campo proletario privilegiando los principales grupos históricos de la Izquierda comunista.

« Desde que hemos decidido abrir nuestros boletines internos al conjunto del medio político proletario, organizaciones y contactos, simpatizantes de estas últimas, consideramos que nuestro espacio de discusión interna no se limitaba ya solamente a la CCI sino al conjunto del medio político que deberá ser el factor activo y determinante de la construcción del futuro partido comunista mundial. Estimamos que las cuestiones planteadas por la crisis de la CCI, su deriva oportunista, interesan y "pertenecen" al conjunto de los componentes de este medio. Además, si bien estimamos estar todavía en la fase de "fracción interna", de "enderezamiento", de la CCI con su método y sus exigencias políticas muy precisas, tenemos también la responsabilidad de suplir las responsabilidades que la CCI abandona, tales como el combate por la unidad y la defensa de la Izquierda comunista. O incluso, si el caso se presentara, ante un acontecimiento crucial (del tipo 11 de septiembre, la guerra contra Irak, o las luchas obreras significativas) que requiriera una intervención lo más amplia y unida posible de los revolucionarios.»

A lo largo del tiempo, esta dimensión de nuestra actividad se ha vuelto más central. Intentamos privilegiar al máximo nuestra relación con el BIPR que consideramos como el único polo de reagrupamiento que queda después el hundimiento político y organizativo de la CCI. Se materializo con encuentros, con debates, con clarificaciones políticas (en particular sobre la cuestión de la conciencia de clase, del partido, y sobre la constitución del PCInt en 19433), con una colaboración política que se concretizo con la celebración de reuniones comunes a nuestras dos organizaciones, con reuniones publicas del BIPR que apoyamos en París y con traducciones de artículos de esta misma organización en francés y en español. Al mismo tiempo, y de manera complementaria con esta orientación central, buscamos de manera sistemática responder a los diferentes contactos, individuos, y grupos o círculos surgiendo por el mundo – se puede referir a varias correspondencias que publicamos en nuestro boletín. En particular, hemos empezado a desarrollar un trabajo de discusión y de clarificación política con los Comunistas Internacionalistas de Montréal (hoy en día los Comunistas Internacionalistas – Klasbatalo) sobre la base de las plataformas políticas del BIPR y de la CCI. Después un periodo de adhesión – o por lo menos de colaboración estrecha – al grupo canadiense GIO con adhesión al BIPR y después su separación con el GIO, los compañeros lograron abrirse al conjunto de la Izquierda comunista – CCI, PCInt “bordiguista”, y nosotros. Nuestra primera tarea fue el evitar que estos compañeros se posicionaran “en contra” con respecto al BIPR después de una experiencia que consideraban desgraciada.
Según nosotros, una de las experiencias positivas de esta orientación fue los debates que tuvimos con el BIPR aun cuando se puede lamentar que no se prosiguieron y desarrollaron hasta la fecha tal como lo podían en nuestra opinión. La CCI oficial abandono rápidamente unas de sus posiciones de principio y a la vez el terreno de la confrontación política y fraternal en el seno de la Izquierda comunista. Ha preferido orientarse hacia grupos izquierdistas, sindicalistas y anarquistas, así rompiendo con su política de siempre y, al mismo tiempo, adopto una resolución cuyo objeto era desacreditar y hasta destruir al BIPR4 "lo que importa es desacreditar al BIPR ... que desaparezca en el plano político. Si esta política conduce a su desaparición física, tanto mejor. Nuestra fracción quedo así como la única forma organizada para defender, en la Izquierda comunista, su herencia y el de la Gauche communiste de France (GCF) ; especialmente sobre la cuestión de la conciencia de clase, del partido y de la constitución del PCInt en 1943-45. Remitimos a los boletines de la Fracción interna de la CCI para este debate.

En el transcurso de esta discusiones, se preciso claramente que nuestras dos corrientes históricas comparten la misma posición sobre el hecho que la conciencia de clase no es el producto mecánico e inmediato de las luchas económicas del proletariado y que además no proviene del “exterior de la clase obrera”. Es en este sentido que nuestras dos corrientes se reivindican de la visión de Lenin en el ¿ Qué hacer ? y que rechazan a la vez el “economismo” – su versión moderna siendo el consejismo que se puede definir como el anti-partidismo – y el “subtitucionismo” del cual la corriente bordiguista es, en nuestra opinión, la expresión la más clara en el seno de la Izquierda comunista. No podemos desarrollar aquí y remitimos a los artículos (que reivindicamos totalmente) de la Revista internacional5 de la CCI para comprender cual es la posición de la verdadera CCI.
Un punto sobre esto : la CCI ha sido marcada mucho tiempo por el consejismo y el espíritu del mayo 1968. No fue sino a lo largo de debates y combates políticos, durante los años 1970 y 1980, que había logrado, al menos en sus tomas de posición oficiales, a desprenderse de sus prejuicios anti-partidistas y anti-Lenin. Con mucha dificultad, cabe reconocerlo, al grado que, muy rápidamente, durante y sobre todo a continuación de su crisis de 2001, volvió a caer de nuevo en sus defectos de “juventud”. La principal consecuencia de la crisis de la CCI de 2001 ha sido que la defensa de las experiencias de esta organización, en particular sobre estas cuestiones pero no únicamente, ha tocado nada más a nuestra sola fracción.

Otra secuela del pasado de la CCI, de nuestro pasado, nos apareció claramente durante los debates con el BIPR. Aun continuando a reivindicarnos en particular de la Izquierda comunista de Francia (GCF), logramos destacar que gran parte de los críticas que “nosotros” habíamos emitido en contra de la constitución del PCInt en 1943-45 no tenía lugar por lo fundamental aun más que los miembros de la Izquierda comunista de Francia de la cual sale la CCI, estaban de acuerdo con la necesidad y la formación del partido en Italia en aquel momento6.

Por fin, fue a continuación de estas discusiones y de estas clarificaciones políticas que nos dimos cuenta que nuestra CCI nunca se había pronunciado sobre los textos fundamentales de la fracción de la Izquierda italiana. Su reivindicación siempre se limito a la revista de la Fracción de izquierda del PC de Italia, Bilan (1933-1938) y nunca se arriesgo más allá. Ahora bien, en la continuidad de sus combates políticos de los años 1970 y 1980 contra el consejismo y el anarquismo, nuestra CCI hubiera tenido que ir hasta el final y re-apropriarse y reivindicarse claramente, aun sea de manera crítica, de las Tesis de Roma del PC de Italia (1922) y de las Tesis de Lyon presentadas por la Izquierda al 3° Congreso del PC de Italia (Lyon – 1926).
Las implicaciones políticas de la plataforma de la CCI, sus principios y posiciones, así como su herencia política, liberada de sus escorias de juventud de orden anarquista y consejista, llevan a la reivindicación privilegiada de la historia y de las aportaciones políticas de la Izquierda italiana7. La mayor parte y las principales posiciones de la CCI, al plano teórico, político y organizacional, vienen más de la experiencia de la Izquierda italiana que de la de las Izquierdas holandesa y alemana.

Luego de estas discusiones con el BIPR las cuales subrayaron nuestra proximidad política y los acuerdos profundos sobre cuestiones centrales e históricas, un malentendido se creo entre el BIPR y nosotros. En efecto, una de las divergencias que mantenemos con esta organización – y que ninguna discusión planteo hasta la fecha – es la que toca a la concepción de la organización hoy mismo. Nosotros nos quedamos convencidos que cualquier organización comunista, tan pequeña pueda ser, debe considerarse y actuar como un grupo internacional centralizado, con una misma plataforma política en particular, cualquiera sea su configuración y su presencia geográfica. El BIPR, la TCI hoy en día, considera que el reagrupamiento de las fuerzas comunistas debe realizar en base a la emergencia de grupos internacionalistas al nivel local y nacional y luego, solamente luego, es posible constituir una organización realmente internacional y centralizada. El malentendido se agravo además por el hecho que el BIPR parecía considerar la finalidad de nuestras discusiones como una simple adhesión de nuestra parte a sus posiciones políticas y con nuestro abandono de las posiciones de la CCI. A reserva de estar finalmente convencidos como resultado de una confrontación política de las posiciones – lo cual no excluimos en el absoluto –, no consideramos que los debates y la lucha por el reagrupamiento de los comunistas tenga como objecto inmediato y primero el encontrarse en la misma organización a costa de una renuncia de las posiciones políticas sobre las cuales hay convicción. Todo lo contrario, una de las metas primeras de la lucha por el reagrupamiento es la exposición y la confrontación de las posiciones políticas con miras a que sean clarificadas lo mejor posible – remitimos a los resultados de nuestras discusiones con el BIPR sobre la cuestión de la conciencia y del partido como ejemplo de lo bien fundado de este método para la clarificación política y el acercamiento entre diferentes corrientes políticas.

4 – El fin de la Fracción interna de la CCI

Este malentendido tuvo dos consecuencias importantes para nuestra fracción interna. Primero, provoco un freno en el desarrollo de nuestro acercamiento con el BIPR aun cuando ese sigue prosiguiéndose. Luego, provoco un desconcierto entre los miembros de nuestra fracción que no estuvo discutido al momento – los compañeros no lo plantearon como debate prefiriendo callar sus dudas o cuestionamientos – y que acabo por volverse una divergencia, entre otras, en nuestras filas en 2009
No podemos volver aquí sobre nuestra conferencia pasada del 2008. Se puede referirse a la Resolución de actividades de la Fracción interna de la CCI (enero 2008). En aquella ocasión, reafirmamos con unanimidad las orientaciones generales de la fracción. Si se vuelve a leer esta resolución, se puede ver que insiste particularmente sobre dos puntos que nuestra fracción no ha dejado de repetir desde su constitución :

Desgraciadamente, y la experiencia de los años 1990 en la CCI nos había puesto alerta al grado que habíamos insistido de manera pesada para que estuvieran discutidas todas las cuestiones que habían provocado desconcierto en nuestro seno, el conjunto de los compañeros adoptaron sin discusión real el informe de aquel entonces y la resolución de actividades. Un año después, la crisis de nuestra fracción estallo. Como de costumbre, si se puede decir, surgió sobre cuestiones organizativas. Vimos entonces surgir de nuevo una visión de la organización y prácticas de funcionamiento que la vieja mayoría de la CCI anterior a 2001, cuya continuidad somos nosotros, había querido combatir y sobre la cual, a pesar de los votos unánimes, fue derrotada. Habíamos llamado “política de orden formal” [“politique d'injonction” en francés] de los órganos centrales esta visión de la organización y de su práctica en la CCI de los años 1990. Se puede resumir a grandes rasgos la alternativa que se presentaba : “o bien el respecto por disciplina de las orientaciones defendidas por los órganos centrales cualquiera fuese la comprensión y la convicción de los militantes, o bien ganar la convicción militante sobre estas orientaciones para ganar una verdadera disciplina comunista”.

Pero muy rápidamente, otras divergencias – a veces contradictorias – aparecieron que impugnaban toda la orientación de la Fracción. Por unos compañeros  :

Sobre cada una de estas cuestiones, los compañeros impugnaban las orientaciones que sin embargo habían adoptado en la conferencia de 2008. Peor aún, volvían sobre cuestiones de principio.
Muy rápidamente, nuestra fracción se volvió paralizada. Y los dos últimos boletines fueron realizados por los únicos compañeros llamados “minoritarios” quienes iban a formar nuestra Fracción de la Izquierda Comunista Internacional. Inútil de volver aquí sobre las condiciones concretas de esta parálisis y sobre las inevitables tensiones personales que tal situación provoca. Acabamos por acordarnos sobre las condiciones de la separación. Los compañeros de la “mayoría” se quedaban con el nombre y el sitio web... que desde entonces dejaron abandonado. Este fin de la fracción y el abandono de su combate por los compañeros no es desgraciadamente, cabe reconocerlo, que una nueva manifestación de la presión de la burguesía a través sus campañas contra el comunismo que atacan directamente, entre otras cosas, la convicción militante de los elementos de vanguardia.

Entonces, constituimos la FICI y abrimos un otro sitio web. En los hechos, decidimos continuar el trabajo de la Fracción interna cuya historia integral reivindicamos. Pues está en el marco de esta continuidad que podemos tratar el balance de nuestras actividades desde 2008.

5- Balance de la Fracción (FICI) ante la situación

El periodo que corre desde 2008 y desde nuestra última conferencia ha venido marcado por la explosión brutal de la crisis económica del capitalismo, crisis que ya no se puede encubrir, que la burguesía está obligada de reconocer abiertamente y ante la cual conoció varios momentos de pánico. De la crisis de los bienes inmobiliarios norte-americanos – los “subprimes” – hasta la de las deudas estatales de los países europeos, el mundo capitalista revela a la luz su callejón sin salida y hunde el mundo en la recesión generalizada, la miseria, las guerras y la preparación a la guerra imperialista generalizada. No podemos volver sobre el análisis de esta situación en el marco de este informe. Nada más cabe subrayar sus implicaciones para la relación de fuerzas histórica entre las dos clases antagonistas, burguesía y proletariado, de la cual depende la suerte de la humanidad.

La primera consecuencia de la crisis abierta es la generalización mundial de los ataques contra la clase obrera en todos los países. Estos ataques son frontales y simultáneos ; y obligan el proletariado internacional, a pesar de sus debilidades, a que resista.

La secunda consecuencia es un redoblamiento de las rivalidades imperialistas, una competencia económica y “geo-estrátegica” acrecentada, que empuja los principales polos imperialistas a definirse, a precisarse, y del cual una de las manifestaciones es la permanencia y la multiplicación de las guerras locales ; una otra siendo tensiones más y más directas entre grandes potencias como se puede ver en este preciso momento entre Japón y China ; y por fin, otra manifestación particularmente importante, el fortalecimiento de los gastos militares que obligan a todos los capitalismos nacionales y sobre todo a los principales al redoblar los esfuerzos para seguir el ritmo de la militarización impuesta por la crisis y la mera dinámica de las rivalidades imperialistas. Esta última manifestación de la lógica imperialista impone a su turno un redoblamiento de los ataques contra el proletariado quien no solamente debe pagar por la crisis capitalista pero también debe pagar por la guerra. No desarrollamos más aquí.

En consecuencia, nuestra fracción sigue reivindicándose de los análisis fundamentales de la CCI y del marxismo en relación a la alternativa “guerra imperialista o revolución proletaria” como sola posibilidad – fue justamente uno de los primeros puntos fundamentales que la CCI de hoy liquido en su 15e congreso de 2005. En particular, continuamos reivindicándonos de la noción de curso histórico tal como nuestra organización lo había definido y precisado en los años 1970-1980.

Pues es en relación a nuestra comprensión de la situación y más precisamente del curso histórico que debemos evaluar la validez de nuestras actividades. ¿ Cuál es la situación del curso histórico actual en nuestra opinión ?

La ofensiva de la burguesía contra la perspectiva del comunismo

Las campañas anti-comunistas han producido un retroceso de la extensión de la conciencia de clase en las filas obreras. En particular, la “idea” que otra sociedad que el capitalismo sea posible, ha sido ampliamente alejada de las conciencias obreras. Además del retroceso de las luchas en los años 1990, este éxito de la ofensiva ideológica burguesa determina – limita – aún hoy en día el contenido y la dinámica de las luchas obreras que estallan y se generalizan en todos los países – y particularmente en Europa. Pero por lo tanto, ¿ hemos vuelto a una situación como la de los años 1930 cuando el proletariado internacional tendía cada día más a dejarse arrastrar en las ideologías de guerra – en particular el nacionalismo y la oposición (por medio del anti-fascismo) entre la “democracia” y el fascismo ? ¿ Hemos vuelto a una situación en la cual la clase obrera de diferentes países, en particular de los países centrales del capitalismo, adhiere a los grandes partidos y sindicatos tales los partidos estalinistas y social-demócratas ? Nada de eso. A pesar de todo, sometido como nunca a la ofensiva incesante de la ideología burguesa, el proletariado, en sus grandes masas, está lejos de aceptarla. Aun cuando no está aún capaz de avanzar, ni siquiera un poco, su perspectiva revolucionaria, está lejos de someterse atado de pies y manos a sus explotadores. Actualmente, sobre todo desde 2008, la realidad objetiva del capitalismo, o sea su crisis abierta y los ataques brutales y masivos contra el proletariado internacional, impone a este último que resista y que luche más y más masivamente. Si los proletarios pueden individualmente olvidar la realidad de la lucha de clases, la burguesía – porque sabe donde radica el verdadero peligro para ella y su sistema y mientras no deja de declarar la inanidad de tal concepto – lleva una lucha de clases, una verdadera lucha de clases, para seguir defendiendo sus intereses de clase explotadora. La crisis no hace sino acrecentar su determinación y la llegada al poder estatal de equipos y hombres que corresponden con esta guerra. Total, en la medida en que el proletariado internacional “no está derrotado”, en particular que no está listo para aceptar los sacrificios que quiere imponerlo la burguesía a causa de la crisis y aún menos para la guerra imperialista, y en la medida en que la burguesía no tiene ahora otro escogimiento que el atacar de manera brutal, masiva, frontal, simultanea, al conjunto del proletariado internacional, consideramos que el “curso histórico” está hacia los enfrentamientos masivos entre las clases. Por supuesto, esto no quiere decir que la vía hacia la revolución está gran abierta – el proletariado puede muy bien estar derrotado en estas confrontaciones históricas.

Especialmente, hay un elemento que puede, no impedir el desarrollo de esta dinámica hacia las confrontaciones masivas, pero sí limitar sur potencialidades y, peor aún, volverse una carencia fatal para el éxito del “curso hacia la revolución” : el estado de las fuerzas comunistas.

Estas también han conocido los efectos negativos de las campañas anti-comunistas. Por cierto, lo vivieron con un cierto desfase en relación a la gran mayoría de la clase obrera. Pero antes de abordar este factor central y determinante para la resolución del problema histórica ante el cual nos encontramos, este informe de actividades debe evaluar primero el balance de nuestra modesta intervención ante la situación.

¿ Porqué una intervención ?

Para toda organización comunista, la intervención en dirección de la clase – publicaciones, volantes, comunicados, etc... – en la situación histórica, en las luchas obreras por supuesto, pero no unicamente, es una dimensión central de su actividad cualquiera sea su tamaño y su influencia inmediata. Debe ser una preocupación permanente que solas las condiciones concretas de su realización – estado real de las fuerzas militantes, relación de fuerzas entre las clases, grado de represión de la clase enemiga y de su aparato de Estado determinada precisamente por esta relación de fuerzas – pueden limitar la amplitud y la intensidad.

En relación y en coherencia con nuestra visión de la construcción del partido, en particular en concordancia con la comprensión que cualquier grupo comunista debe constituirse como una organización internacional y centralizada, como un embrión de partido comunista, la intervención debe ser internacional e histórica lo cual no excluye, e incluso favorece su declinación indispensable a los niveles inmediatos y locales en función de las circunstancias. Creer que la intervención decidida, y pues que el esfuerzo e incluso el combate político por su realización no son que para el partido de mañana por la debilidad a la vez de las luchas obreras y de las fuerzas militantes, de su influencia en la clase – ¿ para qué movilizarse y realizar tantos esfuerzos para difundir unos miles de volantes que no cambiarán nada en la situación ya que “nadie nos lee” ? – da la espalda a las responsabilidades de la vanguardia política del proletariado. A su turno, estas reticencias, hesitaciones, dudas – expresiones de una mala comprensión del papel de la conciencia de clase en la lucha de clases, en particular expresión de concesiones políticas a las visiones anti-partido y a-políticas perteneciendo a la corriente política oportunista que Lenin definía como “economismo”, que cualificamos hoy en día como “consejista” – vienen reforzar y agravar la carencia inicial de convicción militante y debilitarla aún más. Es también a este nivel que se manifiesta “el peligro del consejismo” tal que lo había definido la CCI en los años 1980 (ver La función de las organizaciones revolucionarias : el peligro del consejismo – no traducido en español – en la Revista Internacional 40 en francés : La fonction des organisations révolutionnaires : le danger du conseillisme ; o en inglés : The function of revolutionary organizations: The danger of councilism) y tal como se ejerce en el seno mismo del campo proletario y de sus organizaciones políticas. En este sentido, en el plano de la intervención “externa” como en el plano del funcionamiento “interno” – ver la primera parte sobre ¿ porqué un informe ? – nos reivindicamos de un método de partido, incluso para un pequeño grupo como el nuestro.

Continuamos un poco más lejos nuestro tema. Sería erróneo ver en este método un tipo de “entrenamiento” para el futuro, un tipo de intervención formal y para “no perder la costumbre”. No solamente, la intervención de hoy de los grupos comunistas es necesaria y – relativamente – eficaz del punto de vista de la propaganda comunista pero puede también ser determinante del punto de vista de la agitación comunista en ciertos momentos particulares, especialmente en ciertas luchas obreras y en momentos cruciales de estas. Un ejemplo entre otros : la “Marcha negra” de los mineros asturianos en Madrid del 11 de julio 2012. A pesar de ser una manifestación organizada y controlada por los sindicatos y las fuerzas políticas de izquierda y cuyo objeto era extinguir toda veleidad concreta de extensión y de generalización de la lucha a todos los sectores, la Marcha marco un momento particular por la mera simpatía activa del conjunto de la clase obrera española y el recibimiento que se hacía a los “andadores”. Este momento particular contenía un reto político para las dos clases antagonistas : la transformación de esta jornada de acción sindical particular en un momento de generalización del combate a todos los sectores. Tan mínima se podía valorar esta posibilidad, era real y los comunistas debían intervenir en ella con determinación avanzando la alternativa de la extensión y de la generalización con eslóganes concretos para esta jornada e incluso en el seno mismo de la manifestación. Cualquiera fuese entonces el efecto inmediato de esta intervención, la capacidad para ofrecer una alternativa inmediata y concreta hubiera de manera inevitable cristalizado las oposiciones aclarándolas para todos. Es así que la intervención comunista hubiera sido determinante ; o si se prefiere, es así que la intervención hubiera sido un factor material, concreto, de este instante de confrontación política entre las clases. Y los comunistas hubieran jugado su función de vanguardia política asumiendo el papel de dirección política con la puesta adelante de orientaciones de combate concretas y tajantes8.

Nuestra intervención desde 2008

Por lo que toca a nuestra intervención como Fracción de la Izquierda Comunista Internacional, nuestros boletines y nuestro sitio web han sido sus instrumentos esenciales – a los cuales se puede añadir de manera más reducida las unas ocasiones de intervención oral en tal o tal asamblea de movilización obrera o de reunión pública de organización política. Publicamos 9 números de nuestro Boletín comunista internacional – solo 8 en español – desde el fin de la Fracción interna de la CCI al final de 2009 a los cuales cabe sumar los dos últimos números del boletín de la Fracción interna, los 48 y 49, que realizamos enteramente y mientras la fracción interna se encontraba paralizada. Con la excepción del n°2 del Boletín, siempre tomamos posición sobre la situación global y en particular sobre la evolución de la lucha de clases ante el ahondamiento y la extensión de la crisis económica capitalista. Por lo esencial, defendimos la perspectiva de confrontaciones masivas de clases por venir y cuyo proceso empezaba con las luchas masivas en Europa Occidental – al otoño 2010, España, Francia, Gran-Bretaña; Alemania... –, seguidas por las luchas obreras y las revueltas en los países árabes – en África del norte en particular, Túnez y Egipcia – mientras la movilización obrera en Grecia se mantenía y se profundizaba y mientras esta reanudación de las luchas se expresaba también en el continente americano y hasta China. Esta situación de luchas “respondiéndose” las unas a las otras, propagándose de la Europa Occidental hasta el Mediterráneo, haciendo su vuelta, incluso con un alto en Israel, y luego volviendo a Europa vía el incendio greco, empezando con reivindicaciones económicas y luego poniendo cuestiones políticas hasta enfrentarse directamente con los Estados – al grado que unos gobiernos tuvieron que ser derribados – para luego volver al nivel económico, o sea “mezclando” lucha contra la miseria económica y contra la dictadura de los Estados, sean democráticos o no, es una situación, un proceso, que Rosa Luxemburg en particular estudio y destaco definiéndolo como el proceso de la “huelga de masa”9. Es lo que intentamos también de subrayar en varios artículos. Luego, a continuación, intervenimos más precisamente sobre las movilizaciones y sobre los retos más inmediatos de las movilizaciones masivas en Grecia y en España a la vez para saludar y llamar a seguir el ejemplo greco – movilización, rechazo de la austeridad y de los ataques, politización del movimiento a través los diversos intentos para paralizar el Estado, en particular los intentos de bloqueo del Parlamento durante los cuales las burguesía greca no tuvo otro recurso que el uso de la milicias estalinistas para impedir su realización ; y para criticar y denunciar las contra-ofensivas ideológicas de la burguesía que utilizaban la mistificación democrática y su declinación a las situaciones particulares de cada país, Túnez, Egipcia, etc. hasta la más sofisticada a través el movimiento de los indignados en España que primero criticamos, luego denunciamos por su uso directo por la ideología burguesa. En esta fase, reproducimos varios artículos de la TCI cuya toma de posición eran similar con la nuestra, al menos que ubicaba los unos y los otros en el mismo lado de la barricada de clase mientras todo el ámbito consejista, y en primer lugar la CCI “oficial” de hoy, tomaban a su cuenta la fetichización democrática alrededor de los indignados – “el ejemplo por seguir” según la CCI.

Durante este periodo, publicamos y difundimos dos volantes “internacionales” sobre las movilizaciones en Grecia (marzo 2010 y octubre 2011). Realizamos y distribuimos el primero con los Comunistas Internacionalistas de Montréal (CIM), hoy en día CI-Klasbatalo. También publicamos un comunicado adicional sobre la lucha en Grecia por el mero hecho de su aguzamiento y de los retos políticos crecientes que la situación planteaba en la misma Grecia y al proletariado internacional. Igualmente, con un poco de retraso, al menos dos semanas, publicamos un comunicado sobre la lucha de los mineros en las Asturias españoles.

Nuestra intervención ne se limito a las solas luchas obreras aun cuando estas constituyeron su mayor parte. Si habíamos intervenido en varias ocasiones en el boletín de la Fracción Interna de la CCI sobre el estallido de la crisis económica abierta desde 2007 – ¿Crisis del sector inmobiliario, crisis financiera? ¿O más simplemente crisis capitalista de sobreproducción?, boletín n°41, octubre 2007 o aun en el n°42 Crisis financiera: Una nueva manifestación de la quiebra del capitalismo –, volvimos poco sobre el tema en la medida que se ha vuelto obvio para todos que la crisis abierta no hace sino iniciarse. Aun los burgueses, economistas y medios de comunicación, hasta políticos, lo reconocen. Ya no hay más un reto político inmediato y crucial entre las clases sobre la realidad del callejón sin salida de la economía capitalista. En cambio, la cuestión de la guerra imperialista y de la alternativa histórica guerra o revolución queda siendo un reto fundamental que los comunistas deben denunciar sin tregua. Por nuestra parte, intervenimos sobre el conflicto entre Rusia y Georgia, sobre la guerra en Libia, y sobre la definición creciente de los grandes polos imperialistas, definición aún acelerada por la caída generalizada en la crisis económica que exacerba aún más la competencia económica e imperialista.

Globalmente, pensamos que, en relación a nuestra realidad militante, a nuestras fuerzas, sobre todo desde la ruptura con los demás compañeros de la Fracción Interna de la CCI, logramos asumir nuestra tarea de intervención política haciendo las selecciones correctas en términos de prioridad política. Sin embargo, hemos sufrido dificultades crecientes de orden organizacional y militante para poder asumir este trabajo.

6 – Dificultades y limites internas de la fracción

Hoy, a la hora del balance, nuestra fracción no cuenta más al nivel formal con dos compañeros de los cuales uno está particularmente debilitado al nivel físico El trabajo concreto, material si se puede decir, de nuestro grupo no se apoya más que sobre un solo compañero

Esta situación no se debe simplemente a realidades “objetivas” personales. Por cierto la dispersión de los 3 compañeros de la fracción, uno en México, los demás separados en Francia, por cierto las dificultades personales de cada uno de las cuales unas son reales e importantes – las condiciones de vida del compañero en México, la salud de uno de los compañeros en Francia –, son elementos materiales que han vuelto más y más difícil el compromiso político del conjunto. Sin embargo, no cabe duda que los acontecimientos, la presión de las campanas anti-comunistas, la carencia de resultados inmediatos – los contactos en general, el proceso con los CIK, la lentitud de la evolución de nuestras relaciones con la TCI, el aislamiento relativo también – participaron de debilitar nuestra comprensión de nuestras orientaciones y sobre todo nuestras convicciones políticas y militantes. Está particularmente obvio por lo que toca a nuestro compañero en México. Estos dos últimos anos, el compromiso del compañero se ha reducido hasta que el resto de la fracción no podía mas contar con él para las actividades regulares que así se volvían particularmente aminoradas : la realización del boletín, las discusiones internas, la intervención en particular hacia los contactos, relativamente numerosos en México... Enviscado en dificultades de orden personal y cotidiano, nuestro compañero se ha progresivamente desempeñado y no participaba más que formalmente y con intermitencia en las actividades de la fracción.
Este mal, la debilidad de comprensión y de convicción, por lo esencial es, lo recordamos, el resultado de la ofensiva ideológica de la burguesía.

7 - El campo proletario, la TCI, el reagrupamiento y la lucha contra el oportunismo

Uno de los factores esenciales del resultado de las confrontaciones masivas entre las clases cuyo proceso ya entablado está acelerándose, es la capacidad de la vanguardia política del proletariado para jugar su papel de dirección política. Y pues también de asumir los combates políticos de todo ordenes que se imponen a ella : el combate por el reagrupamiento de las fuerzas comunistas y por el partido, la lucha contra el oportunismo en su seno, el combate para la intervención en las luchas obreras, el combate contra el a-politismo, el combate contra las fuerzas de la burguesía en medio obrero (sindicatos y partidos de izquierda), la defensa del marxismo y de los principios del movimiento obrero, en particular y sobre todo el de la perspectiva revolucionaria y comunista, etc...

Desde el estallido de la crisis abierta actual que expresa la bancarrota del capitalismo, y para lograr reducir seriamente el único peligro mortal que el proletariado en lucha representa para ella, la burguesía mundial ha redoblado sobre todo sus machaqueos ideológicos anti-comunistas. Especialmente, se trata de la ofensiva sistemática y permanente que la burguesía internacional lleva contra la clase obrera desde el fin de la URSS y la caída del estalinismo (que se aperrea a hacer pasar como comunismo). Esta ofensiva se declina sobre varios planes : denigrar y desnaturaliza al marxismo (la teoría de la revolución comunista), la experiencia histórica de la clase (sobre todo la Revolución Rusa de 1917), sus logros políticos y organizativos (especialmente el partido bolchevique y Lenin).

Estas incesantes campañas llevadas desde 1989 continúan aún hoy en día teniendo un impacto negativo sobre el desarrollo de las luchas obreras y sobre la capacidad del proletariado para defenderse como clase con un mínimo de eficacia tan al plano económico como político (ver en este Boletín n°9-10 el artículo La perspectiva del «comunismo» es la clave de las actuales luchas del proletariado). Pero tienen también un impacto negativo igualmente fuerte sobre los grupos comunistas y sus militantes. Toda la historia del movimiento obrero, en primer lugar de sus organizaciones políticas, viene marcado por los combates teóricos y políticos entre la Izquierda revolucionaria y el oportunismo político que manifiesta la presión y la introducción de la ideología burguesa en su seno. Se trata de un fenómeno constante. Sin embargo, no se trata de un combate abstracto sobre principios generales sino que siempre vive batallas particulares con retos políticos inmediatos y concretos.

Hubiéramos podido pensar que la deriva oportunista de la CCI durante los años 2000 no era sino un fenómeno específico cuya causa y cuya dinámica tenían sus raíces en sus debilidades proprias y que no expresaba nada más. Hoy, aparece más y más claramente que la deriva de esta organización, que fue la principal y la más importante de la Izquierda comunista – al menos en fuerza e influencia internacionales – en los años 1980-1990, no era más que el resultado lo más destacado de la presión enorme que las campañas anti-comunistas han provocado también sobre las fuerzas comunistas. Los ataques contra el marxismo, contra las lecciones históricas del movimiento obrero, especialmente contra la experiencia inestimable de la dictadura del proletariado en 1917 en Rusia, y contra Lenin y el partido bolchevique, pero también contra el resto de la Izquierda de aquel entonces y en particular contra Rosa Luxemburg, han encontrado un cierto eco en el campo proletario hasta el punto que hoy, numerosos elementos o círculos – a menudo proviniendo de la CCI aun cuando no siempre – y esta mera organización toman el relevo de los temas ideológicos y políticos llevados contra el marxismo y la perspectiva del comunismo. Por lo que toca a la CCI de los años 2000, la introducción de concepciones idealistas y a-clasistas – no volvemos aquí sobre lo que recordamos anteriormente de manera breve – abrió la puerta “teórica” para la adopción de posiciones obviamente oportunistas y revisionistas hasta la apertura y hasta la colaboración práctica de esta organización con el anarquismo y su voluntad de hacer de este un elemento componente de pleno derecho de la... ¡ Izquierda comunista ! Y esto al detrimento de la intervención hacia las otras organizaciones de esta Izquierda. Pero la deriva oportunista de la Corriente ha favorecido también ampliamente el renuevo del medio de tipo consejista alrededor de un grupo como Perspectives internationalistes, del círculo Controverses, e incluso de la Editorial francesa Smolny, en torno de los cuales numerosos “ex” y “decepcionados de la CCI” se aglutinaron y conocen una “nueva juventud” hasta el punto de no reparar en medios contra el marxismo, la experiencia del movimiento obrero y muy particularmente contra la Revolución Rusa y el partido de Lenin10 ; pero también contra la Izquierda comunista de hoy que, en las zancadas de la CCI actual llamando a destruir el BIPR, declararon en bancarrota.

Así, la CCI se ha tornado incapaz de jugar un verdadero papel de polo de reagrupamiento internacional por su deriva oportunista, su apertura hacia el anarquismo y el izquierdismo, y por la afirmación de una tendencia sectaria – que podía ya sufrir mientras todavía estábamos en su seno pero que no se había vuelto aún dominante y permanente – que se expresa contra el resto de la Izquierda comunista y particularmente contra la Tendencia Comunista Internacionalista.
Por supuesto, consideramos que la cuestión del reagrupamiento de los revolucionarios no puede plantearse sino en el marco teórico y político de la Izquierda comunista y de los partidarios del papel fundamental, indispensable, esencial, crucial, del partido comunista como vanguardia y dirección política del proletariado. Por eso, todo el medio “consejista” no puede sino oponerse al proceso hacia la formación del partido y tomar objetivamente el relevo de los temas ideológicos y políticos de la burguesía. Fue precisamente el caso por ejemplo del "Llamado al medio prorrevolucionario" (Boletín n°47 de la FICCI) realizado por Perspectives Inernationalistes, apoyado con entusiasmo por varios círculos y grupos en particular franceses, belgas e italianos. Lo rechazamos en su tiempo y no podemos volver sobre este asunto aquí.

La Tendencia Comunista Internacionalista

"Por su continuidad orgánica directa con la Izquierda italiana, por su programa, por sus análisis políticos y por su existencia organizativa internacional, el BIPR queda pues como la única organización que actualmente tiene los medios para asumir una real política de reagrupamiento a nivel internacional. Y, de hecho, éste constituye el único verdadero polo al cual los elementos y grupos que tienden a acercarse a las posiciones de la Izquierda comunista pueden referirse y alrededor del cual pueden realmente “reagruparse”." (Resolución de actividades de la Fracción interna de la CCI (enero 2008), Boletín n°43, FICCI). Hoy no hemos cambiado de opinión. El ex-BIPR, la TCI, es la única organización que, por su historia, por sus posiciones programáticas, por su postura sobre la cuestión del partido y por su capacidad para ubicarse en la vanguardia política de cada batalla ideológica y política impuesta por la burguesía, es de hecho el polo de referencia y de reagrupamiento de las fuerzas comunistas y elementos comunistas que quieren obrar para la constitución del partido comunista internacional de mañana. Dos hechos concretos vinieron a confirmar nuestra apreciación : la publicación en inglés de un artículo Marxism or Idealism - Our Differences with the ICC (Marxismo o idealismo, nuestras divergencias con la CCI) redactado por los compañeros de Alemania de la TCI y el artículo editorial de Revolutionary Perspectives 59 - The Difficult Path to the Revival of Working Class Struggle (La vía difícil hacia la reanudación de la lucha de clases). Estos dos hechos materiales son la manifestación que la TCI puede, y debe, estar al centro de las confrontaciones teóricas y políticas en el seno del campo comunista – hasta la fecha, somos los únicos quienes respondieron a su texto – El tiempo del reagrupamiento alrededor del “Programa comunista” se aproxima y prepara (Boletín comunista n°7, FICI) – aun cuando no pudimos hacerlo de manera tan profunda como lo exigía el texto de los compañeros.

Sin embargo, bien cabe recordar que, desde nuestro punto de vista y por lo que se pueda juzgar desde “fuera”, o sea sin conocer toda la realidad interna y todas las tareas de esta organización, la TCI no asuma con la determinación y la convicción necesarias este papel de polo o de eje de referencia y de reagrupamiento. Es cierto, así se nos parece, del punto de vista del reagrupamiento internacional que a menudo se ve y se entiende como una simple “adhesión a la TCI” y no como confrontación y clarificación de las posiciones políticas y trabajo en común, colaboración e intervención las más unidas posible hasta llegar – a plazo es por lograr – al reagrupamiento formal en una sola y misma organización. También es cierto, así se nos parece, en la vacilación que la TCI pueda manifestar para criticar y aun denunciar los extravíos oportunistas de los demás componentes de la Izquierda comunista y los ataques al marximo llevado por el medio consejista.

Por lo tanto, las fuerzas existen en el seno de la TCI para meterse de manera más resuelta en el trabajo de reagrupamiento al nivel internacional tan como la voluntad a veces para luchar contra los ataques oportunistas proviniendo del mero campo proletario. Saludamos los artículos de la CWO que denunciaban la deriva oportunista de la CCI ; apoyamos las tomas de posición de la TCI sobre la constitución de l'Istituto Damen ; también, en su momento, subrayamos la importancia de la conferencia del BIPR de mayo 200811, en particular por haber decidido entablarse en la vía hacia una mayor centralización internacional con la constitución de un verdadero Buró internacional12.

Pero sobre todo, seguimos pensando que la TCI debería comprometerse de manera más resuelta que lo parece hacer en la orientación política puesta adelante por el editorial ya mencionado de Revolutionary Perspectives 59 :Los auténticos revolucionarios tienen una verdadera batalla por llevar para que el proletariado rechace no solamente las ilusiones de los “anti-capitalistas” pero también las manipulaciones de la Izquierda tradicional. Necesitamos crear un movimiento que unifique todos aquellos que pueden entender los problemas de los cuales hablamos aquí. Este movimiento (o partido) debe estar guiado por una visión clara de la sociedad que queremos. La llamaremos “el programa comunista”. Debe basarse sobre las luchas autónomas de la clase obrera que se libera, de manera creciente, de las cadenas impuestas por un siglo de reacción. Su meta debe ser la abolición de la explotación del trabajo asalariado, del dinero así como del Estado, de los ejércitos permanentes y de las fronteras nacionales. Debemos reafirmar la visión desarrollada por Marx según la cual “¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades! “ Hoy, hay muchos grupos e individuos en el mundo quienes, como nosotros, defienden esto ; pero, estamos sea demasiado dispersados, o sea demasiado divididos para tomar la iniciativa de formar tal movimiento unificado. Unos se oponen por principio a la formación de tal movimiento porque piensan que el movimiento espontaneo se basta a sí mismo. Nos gustaría compartir su confianza. Pensamos que los revolucionarios responsables deberían volver a examinar sus divergencias y plantearse si, a la luz de este periodo de la lucha de clase que se abre hoy en día, las diferencias que pensaban tener hasta la fecha siguen persistiendo. Deberíamos basarnos sobre nuestros numerosos acuerdos y no sobre los pocos desacuerdos que existen entre nosotros. Deberíamos buscar a trabajar juntos en las luchas, no simplemente para reclutar tal o tal individuo para nuestra propria organización, pero para buscar a ampliar la conciencia de lo que significa realmente la lucha de la clase obrera. Frente a los obstáculos que subrayamos anteriormente, sería suicida no hacerlo.” (traducido por nosotros).

Nos situamos completamente en esta orientación – El tiempo del reagrupamiento alrededor del “Programa comunista” se aproxima y prepara (Boletín comunista n°7, FICI) – y lamentamos que esta no apareció estar realmente retomada, o entendida, que sepamos, por el conjunto de la TCI como una orientación central e internacional de esta organización. Por el contrario, pensamos que esta orientación debe ser uno de los ejes de la intervención internacional de la TCI y de todo grupo comunista consecuente sobre todo en el periodo histórico de confrontaciones masivas de clases que se inicia.

8 – Relación con los CIK

Armados con esta orientación política desde la formación de la Fracción Interna de la CCI, intentamos de manera sistemática de responder a los contactos y grupos que nos escribían, e incluso de tomar contacto nosotros mismos.

Desde 2006, desarrollamos relaciones particularmente estrechas con los Comunistas Internacionalistas de Montréal (CIM), hoy los Comunistas Internacionalistas-Klasbatalo (CIK) – http://klasbatalo.blogspot.fr/. En un primer tiempo, nuestra intervención – correspondencias y viajes – hacia los compañeros buscaba por una parte evitar a que cayeran en una actitud y una postura “anti-BIPR” luego de su experiencia poco afortunada y dolorosa con su grupo canadiense, el GIO. Nos negamos a “tomar partido” y luchamos para convencer los compañeros del que el BIPR quedaba el único polo de reagrupamiento internacional y que su porvenir como militantes y como grupo nuevo no podía sino ubicarse en el marco de esta comprensión. Entonces intentamos desarrollar discusiones y un proceso de clarificación política con los compañeros en particular en torno a las plataformas políticas del BIPR y de la CCI. Aun cuando este proceso se quedo incompleto en nuestra opinión, se desarrollo por lo esencial de manera positiva : a pesar de la desconsideración que sufren por parte de la TCI, los compañeros siguen, como nuestra fracción, situando claramente sus posiciones y sus actividades en el marco del reagrupamiento de la Izquierda comunista, con la TCI en su centro ; acabaron por adoptar posiciones de base que, aunque cercanas de las de la CCI, no están muy lejos de las de la TCI (Posiciones de base de los Comunistas internacionalistas-Klasbatalo (ex-CIM). O sea, que de un punto de vista programático, coincidimos sobre las mismas posiciones de principio. A continuación, los CIK intervinieron con nosotros por medio de volantes en varias ocasiones y nuestros dos grupos publicaron sobre sus sitios web respectivos las tomas de posición del uno y del otro. Total que un proceso de colaboración y de intervención común se desarrollo a su vez. Por fin, los compañeros, convencidos – al menos en apariencia – por nuestra visión del campo proletario y del proceso de reagrupamiento empezaron a implicarse en las mismas orientaciones que las nuestras ; estuvo claramente obvio cuando avanzaron una Propuesta de sitio web de la Izquierda comunista hecha por los Comunistas Internacionalistas de Montreal (CIM) (boletín 48 de la Fracción interna).

En esta dinámica y después un nuevo encuentro, nuestra fracción actual, la FICI, pensó que podía proponer a los compañeros el comprometerse más concretamente en un proceso de acercamiento organizacional. Lejos de estar en contradicción con nuestra meta de reagrupar en torno a la TCI, esta perspectiva organizacional se situaba al contrario, en nuestra comprensión, en el marco del reforzamiento y de la unidad de los comunistas en torno a la TCI. Es cierto que el estado difícil y de conflicto entre el grupo canadiense de la TCI y los CIK no permitía y todavía no permite que estos compañeros consideren, a corto plazo, cualquiera colaboración. Determinados a establecer esta orientación de acercamiento, propusimos a los compañeros la realización de un boletín interno para los dos grupos que iba a ser la herramienta de la confrontación y de la clarificación política de las posiciones. Este boletín que ha tenido dos números, fue asumido al nivel material por nuestra fracción al costo de un esfuerzo importante que la perspectiva entusiasta de mirar a un reagrupamiento internacional más amplio, justificaba ampliamente.

Desgraciadamente, fue en aquel momento que la dinámica relativamente homogénea de los CIK sobre las orientaciones políticas que teníamos en común se revirtió. Además del efecto desmoralizador que pudo provocar la escisión en el seno de la FICCI sobre los compañeros, la ofensiva política del medio consejista, en particular el surgimiento aparentemente “brillante” alrededor de la revista Controverses y de su sitio en el cual se declaraba “la bancarrota histórica de la Izquierda comunista” y donde se llamaba a que desaparecieran sus organizaciones – consecuencia lógica para los “ancianos de la CCI de los años 2000” de la política de esta organización mirando a destruir el BIPR – provoco una cierta confusión entre los compañeros y el cuestionamiento de las orientaciones que teníamos en común – al punto que les vimos adoptar un punto de vista en gran parte influenciado por Controverses sobre la realidad de la Izquierda comunista. Es importante destacar que esta ofensiva anti-Izquierda comunista no proviene del solo medio consejista belga-francés – al cual vemos hoy en día añadirse un grupo italiano Connessioni – pero que también tuvo su variante italiana y anti-TCI con la creación del Istituto Damen que retomo la misma tesis sobre la bancarrota de la Izquierda. Este ataque directo por grupos o círculos políticos contra la existencia de las principales organizaciones de la Izquierda comunista que defienden y luchan por la necesidad vital del partido – ya que esos grupos llaman de manera implícita o explícita a su disolución – se hace el relevo de una dimensión particular de la ofensiva ideológica de la burguesía contra el comunismo.

Publicamos el texto de los CIK que expresaba este “cambio” y nuestra respuesta crítica en nuestro Boletín Comunista Internacional 4. Por esto, lo esencial del contenido del boletín interno a los dos grupos se enfoco sobre esta cuestión hasta el punto que la discusión empezó a bloquearse. Entonces, nuestra fracción tomo la decisión, avisando a los CIK, de notar la detención, al menos la suspensión, del proceso de acercamiento organizacional y de detener la publicación del boletín.

No podemos aquí volver en detalle sobre el trayecto de los CIK desde aquel momento y hasta hace poco. Los compañeros empezaron muy rápidamente a darse cuenta del callejón sin salida en el cual la orientación política de Controverses y de los consejistas les llevaba. Luego se lanzaron en iniciativas arriesgada hacia el GIO-TCI en Canadá, un poco sin principios y sobretodo sin orientación precisa al grado que se empeoraron aún más sus relaciones con la TCI . Tuvimos entonces que enviarles correos críticos repetidos que, sin duda, deben de haber participado a provocar en su seno debates contradictorios (ver en francés en su blog : Vues et positions politiques divergentes dans les CIK ).
Por nuestra parte, podemos estimar que tenemos también nuestra parte en este fracaso momentáneo. Hemos faltado de determinación en nuestra orientación inicial con una intervención con cierta demora hacia los CIK. El resultado fue que nuestra intervención más decidida hacia un acercamiento choco de frente con un retroceso político importante de los CIK. La otra enseñanza que sobretodo cabe destacar13 es nuestra incapacidad por llevar un debate serio y bastante profundo sobre las posiciones de principio, sobre la plataforma política, sobre las posiciones de la Izquierda comunista (y pues sobre la crítica sin concesión del consejismo), y sobretodo sobre la indispensable ruptura política con las posiciones izquierdistas que los individuos acercándose de las posiciones comunistas deben llevar a cabo.

A pesar de nuestra re-orientación hacia los CIK, hemos seguido quedándonos abiertos al debate y a la confrontación fraternal con ellos. Los compañeros – es su fuerza y la expresión de su vitalidad – se dieron cuenta bastante rápido que sus vacilaciones políticas de los dos últimos años no podían sino llevarlos al callejón sin salida y a plazo a su desaparición. Luego de sus discusiones internas, acabaron por volver sobre sus posturas iniciales sobre el estado de la Izquierda comunista, Retour sur une "contribution à un état des lieux de la Gauche communiste (Bulletin communiste 9, unicamente en francés). El texto es de mayo 2012. Así el obstáculo fundamental que había detenido el proceso de acercamiento organizativo parece haber desaparecido.

Perspectivas para nuestra fracción

Hoy más que nunca, el proletariado necesita su vanguardia política y la responsabilidad de los revolucionarios está decuplicada. La crisis del capital es insoluble y revela de manera definitiva la bancarrota de este sistema ; los ataques de la burguesía contra la clase obrera no pueden sino redoblar hasta exigir el sacrificio final en la guerra imperialista generalizada ; el proletariado no tiene otra selección que resistir y el curso histórico lleva hacia confrontaciones masivas entre las clases. En estos combates masivos, el proletariado internacional no puede prescindirse de su fracción la más determinada, de su vanguardia política. Los ataques de la burguesía no se limitan al único terreno económico pero también en los terrenos políticos e ideológicos. Es en particular al nivel de la conciencia de clase, y especialmente él que toca con la perspectiva proletaria del comunismo, que los revolucionarios tienen un papel primordial, y casi exclusivo. Estos retos históricos requieren, desde hoy, que los revolucionarios obren en el sentido de su reagrupamiento con miras a la formación del partido político dirigente de la clase sin el cual, sin ninguna duda, el proletariado irá hacia la derrota y la humanidad hacia su destrucción.

Las orientaciones fundamentales de nuestra fracción vienen confirmadas e incluso reforzadas para ella-misma así como para el conjunto de la vanguardia comunista. En este sentido, nos reconocemos plenamente en el “llamado” lanzado por la TCI en el artículo editorial de Revolutionary Perspectives 59 (lo cual confirma lo que siempre dijimos : esta organización está al foco del reagrupamiento de los comunistas) : "Pensamos que los revolucionarios responsables deberían volver a examinar sus divergencias y plantearse si, a la luz de este periodo de la lucha de clase que se abre hoy en día, las diferencias que pensaban tener hasta la fecha siguen persistiendo. Deberíamos basarnos sobre nuestros númerosos acuerdos y no sobre los pocos desacuerdos que existen entre nosotros" (traducido por nosotros). Estos elementos, aceleración dramática de la situación, retraso de los comunistas, orientación de reagrupamiento en torno al TCI como solo polo de reagrupamiento existiendo, nos llevan a plantearnos la pregunta siguiente : ¿ sigue siendo nuestra fracción el mejor instrumento para asumir estas orientaciones reforzadas ?

La cuestión del enderezamiento de la CCI oportunista pasa ahora, en nuestra opinión, de manera obligatoria al secundo plano lo cual no significa dejar de lado el necesario combate contra el oportunismo. Y el reagrupamiento de los comunistas es la cuestión central tan por la mera situación como por el retraso importante que ellos tienen en este plano. Ante estas exigencias, proponemos a los que nos quedan más próximos, en particular los CIK, el entablar un proceso de constitución de una nueva organización después, por supuesto, discusiones profundizadas y un acuerdo sobre una plataforma de posiciones y orientaciones comunes.

Para nosotros, es obvio que la TCI, como único y verdadero polo de referencia hoy en día, debe ser un factor activo en este proceso y ayudar a que se inicie de manera positiva. Por nuestra parte, seguiremos ubicando el conjunto de nuestras actividades, en particular las fundamentales con miras al reagrupamiento de las fuerzas comunistas, alrededor de la TCI y de lo que representa del punto de vista histórico : el arma la más potente de que los comunistas disponen hoy con miras a constituir el partido comunista de mañana. Ya que, estamos más que nunca convencidos de la necesidad imperiosa del partido, órgano de dirección política del proletariado, expresión la más alta de la conciencia de clase, para el éxito de las confrontaciones masivas entre las clases que se anuncian. Sin una minoría de vanguardia comunista, o sea reagrupada en un partido internacional y centralizado, el proletariado corre hacia la derrota histórica.

Más que nunca, y a pesar de las campañas anti-comunistas en todos los planes que provocan dudas, abandonos, desesperación, fatalismo, resignación, escepticismo, hasta cinismo, estamos convencidos que el deber de los comunistas "... es, en cualquier momento, sin temor y sin reproche, el “decir lo que es”, o sea hacer ver a las masas, de manera clara y evitando cualquier subterfugio, cuales son sus deberes en una situación dada, proclamar el programa de acción y emitir los eslóganes que la situación exige. El encargo de saber si y a cual momento las masas revolucionarias se sublevarán no es asunto del socialismo [hoy los grupos comunistas]. Este encargo, el socialismo lo puede remitir a la historia. Si ha cumplido su deber en el sentido que acabamos de indicar, contribuirá de manera potente a desencadenar los elementos revolucionarios que la situación contiene y habrá hecho lo necesario para acelerar el movimiento de las masas. Pero, aun admitiendo lo peor, aun si primero el socialismo no parece sino gritar en el desierto, si las masas no lo siguen, en fin de cuenta se presentará siempre y de manera ineluctable una situación moral y política de la cual recogerá los frutos centuplicados cuando llegue la hora histórica” (Rosa Luxemburg, La Alternativa, 1917, traducido por nosotros).

Octubre 2012

1. Fue por la eliminación de los 2/3 de los miembros de los órganos centrales anteriores que esta facción, “tomo el poder”.

2. Ver los boletines 1, 6 (unicamente en francés) y 16 de la FICCI. El lazo con los sumarios de todos los números del boletín en español : http://www.fractioncommuniste.org/index_esp.php?SEC=b00

3. Ver los boletines 33, http://www.fractioncommuniste.org/index_esp.php?SEC=b33, y 37, http://www.fractioncommuniste.org/index_esp.php?SEC=b37.

4. Ver el Boletín comunista internacional 6 : Vergonzosa resolución de la CCI contra la Izquierda comunista
En secreto, la actual CCI se traiciona a sí misma y traiciona a la clase obrera
.

5. Especialmente las Revistas 96 et 97 : ¿Nos habremos vuelto leninistas?

6. En la CCI de los años 1970, por el mero hecho del origen y de las reticencias de orden anarco-consejistas por la mayor parte de sus jóvenes militantes de aquel entonces, es sobre todo una otra versión que quedo en lo imaginario de sus militantes y que fue favorecido, bien cabe reconocerlo, por la ignorancia crasa de la realidad de la Izquierda en Italia y de su historia en la cual se complacían ; en la cual nos complacíamos. Basándose sobre artículos de Internationalisme (la revista de la GCF) posteriores a la formación del partido, esta versión defiende que la constitución había sido un error porque estaba a contra-corriente del curso histórico.

7. "La CCI se reivindica de los aportes sucesivos de la Liga de los Comunistas de Marx y Engels (1847-52), de las tres internacionales (la Asociación Internacional de los Trabajadores, 1864-72; la Internacional Socialista, 1889-1914; la Internacional Comunista, 1919-28), de las fracciones de izquierda que se fueron separando en los años 1920-30 de la Tercera Internacional (la Internacional Comunista) en su proceso de degeneración, y más particularmente de las Izquierdas alemana, holandesa e italiana. " (Resumen de la plataforma de la CCI en la última página de sus publicaciones).

8. La única intervención de una organización reivindicándose de la Izquierda comunista fue la de la CCI y ha sido lamentable del punto de vista comunista. Ver La clase obrera ya no necesita de este CCI en francés en nuestro boletín 9 : La classe ouvrière n'a plus besoin de ce CCI-là

9. No es inútil recordar aquí que Lenin, entre otras cosas, se había juntado al lado de Rosa Luxemburg en este combate que oponía esta con el ala derecha de la social-democracia internacional y con la burócracia sindical alemán de aquel entonces.

10. Ver Acerca de una publicación de la editorial Smolny:¡La defensa del carácter proletario de la revolución de octubre sigue siendo una frontera de clase! (Boletín 7) y en francés Encore une fois : "Bas les pattes..." sur la Révolution russe et sur le parti bolchévique de Lénine ! (Bulletin n°9 : Una vez más : ¡ “Bajo las manos...” sobre la Revolución Rusa y el partido bolchevique de Lenin !)

11"La capacidad de que ha dado prueba el BIPR para reagrupar alrededor de él, sobre bases claras, a nuevas fuerzas como los camaradas del GIS en Alemania, es una manifestación de esta dinámica. Manifiesta la voluntad de esta organización para trazar perspectivas de apertura y de reagrupamiento y para realizar las orientaciones que se ha dado durante su última conferencia en mayo de 2008. Es esto un avance, una postura política que buscamos apoyar y en la cual deseamos participar al máximo de nuestras fuerzas. " (Hacia los enfrentamientos internacionales masivos entre proletariado y burguesía, presentación del boletín 46 de la FICCI).

12“Esperamos de la crisis, non solamente que se prosiga, pero también que se profundice (bajo una forma u otra). Creemos que se va a hacer pagar todas las políticas llevando a una supuesta reanudación por la clase obrera mundial. Igualmente prevemos que la aceptación actual de la austeridad por la clase obrera dejará paso a una resistencia y a una cólera crecientes. Además anticipamos que las rivalidades inter-imperialistas se van a agudizar y que muchos seres humanos serán la víctimas inocentes de nuevas guerras más intensas. En estas circunstancias, los revolucionarios deben estar organizados y preparados lo mejor posible. Así el buró decidió el aumentar las medidas tomadas después la reunión de Parma de mayo 2008 (ver « Un nuevo desarrollo para el buró internacional » en Revolutionary Perspectives 47 o en leftcom.org). En la reunión de Parma, hemos decidido realizar un paso hacia la centralización de nuestra actividad (...). Es la razón por la cual decidimos que el Buró debe volverse el órgano centralizado de coordinación de nuestra organización internacional. Será el lazo no solamente con las organizaciones afiliadas en cada país, pero también con individuos de diferentes países. Dirigirá todos los asuntos relativos al funcionamiento de la organización en su conjunto (como las relaciones con otros grupos, la correspondencia, las declaraciones internacionales, etc). Con miras a presentar una mejor expresión de nuestra existencia como organización internacional unida, hemos decidido de cambiar el nombre de la organización en Tendencia Comunista Internacional (TCI) (y le vincularemos el subtítulo « para el partido revolucionario » en el sitio)” (Le Bureau International pour le Parti révolutionnaire devient la Tendance Communiste Internationaliste , Reunión del BIPR de los 26 et 27 de septiembre 2009, traducido por nosotros).

13Esta lección nos recuerda nuestra intervención como CCI hacia los compañeros que iban finalmente a formar... el grupo canadiense del BIPR y las lecciones que habíamos sacado en aquel entonces. Tal vez no es por casualidad que nos volvimos por dos veces, por cierto en circunstancias diferentes, confrontados con la misma dificultad tan aguda en un país y una “región”, el Quebec, particularmente marcado por el maoismo y el nacionalismo secesionista.


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