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Reunión pública de la CCI en Bruselas
El oportunismo se vuelve portador de la ideología ecologista

A la CCI “nuevo estilo” (entendemos por ésta a la CCI gangrenada por la enfermedad oportunista) le parece uno honor presentarse como una caricatura de lo que toda la historia del movimiento obrero ha conocido en términos de traición al marxismo, de abandono de los principios clasistas, de demagogia llana y grosera; en una palabra, de liquidación política.

Un ejemplo de los más reveladores nos lo brinda la lectura del informe de una reunión que se llevó a cabo en marzo pasado en Bruselas, publicado en el número de abril de Internationalisme (y reproducido en otras diversas publicaciones, entre ellas Revolution Internationale Nº 381 de julio–agosto de 20071).

El tema del “planeta en peligro”, del “holocausto ecológico” (para retomar la expresión tan disparatada como grandilocuente, de la que gustan los liquidadores de la CCI) no es patrimonio de esta organización -¡lejos de ello!, si bien cada vez más esta cuestión es tratada en su prensa y bajo un ángulo totalmente extraño al marxismo.

Todos los que la burguesía cuenta como “personalidades" políticas, periodísticas y demás, nos machacan las orejas con sus grandes preocupaciones, con sus angustias existenciales respecto de la degradación de la naturaleza. Desde Al Gore y su exitosa película hasta las bufonadas de un Nicolás Hulot que se ha hecho publicidad a su cuenta durante la campaña presidencial en Francia, pasando por las innumerables Cumbres, Conferencias, Foros y otras reuniones de todo tipo; la “protección de la Tierra” parece haberse vuelto la mayor preocupación de todo ese pequeño mundo. ¡Y la CCI actual le da la mano! De las hipócritas y aterrorizantes alarmas lanzadas por la clase dominante sobre “el fin de toda vida en el planeta” hace eco “el holocausto ecológico” del oportunismo. Y cuando los Gore y Hulot alternados por los grandes Estados “democráticos”, hacen todo para hacer creer que la culpa es de los hombres, la CCI “oficial” va más allá al hablar de una “catástrofe ecológica ‘man-made’ – creada por el hombre” (Revista Internacional No. 129 –Editorial: Caos imperialista, desastre ecológico).

Los motivos de una escandalosa propaganda

Esta propaganda ensordecedora no tiene nada de sincera y aún menos de inocente. Primeramente, debe permitir instilar temor e impotencia en la población y, en particular, entre los obreros; y como consecuencia empujarles a someterse al Estado burgués, el “único capaz de hacer algo”. Pero la burguesía se encuentra actualmente en una situación en la que debe asestar ataques radicales a las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y, a la vez, comprometerse resueltamente en la vía de una preparación directa para la guerra mundial. Para vencer y en un primer momento, desorientar al proletariado, la burguesía debe avanzar enmascarada, engañar a los obreros y desviarlos de su terreno natural de resistencia a los ataques económicos. La ideología democrática, con sus ciudadanos “iguales y responsables” ante la papeleta de voto y la orgía de la propaganda televisiva es una herramienta, un arma terriblemente eficaz para aislar a los obreros, para transformarlos en ciudadanos, elementos de la “sociedad civil”, es decir, en individuos pasivos y sumisos. El tema ambiental no es más que el último avatar, la forma más insidiosa que toma esta ideología democrática.

Es hacia este terreno podrido que la burguesía intenta arrastrarnos para hacernos “olvidar” nuestros intereses de clase y fundirnos en los “intereses generales de los hombres”. Si nos dejáramos atrapar en esta trampa, no cabe duda que sería por motivos elevados, desinteresados y profundamente humanos que los Estados respectivos nos arrastrarían hacia un holocausto, mucho más real, el de la guerra imperialista mundial.

¿Otra falla, o el signo de una caída irremediable?

Al leer la prensa de la CCI, se plantea la cuestión de saber si la focalización de esta organización en el tema de la ecología es solamente una expresión más de su deriva oportunista (especialmente después de sus desarrollos sobre la llamada "tercera vía") o bien si este nuevo paso marca una etapa mucho más grave en esta deriva2.

Porque a fin de cuentas:

Todo ello debería cuando menos plantear problemas a los militantes comunistas sinceros que están actualmente atrapados en las redes liquidacionistas, que han sido formados sobre bases políticas sanas y que defienden en principio, posiciones como ésta:

"... aunque es verdad que la revolución proletaria engendrará nuevas relaciones en todos los ámbitos de la vida, es erróneo creer que se puede contribuir a ello organizando luchas sectoriales sobre problemas específicos tales como el racismo, la condición femenina, la ecología, la sexualidad u otros aspectos de la vida cotidiana. La lucha contra los fundamentos económicos de la sociedad capitalista contiene la lucha contra sus aspectos superestructurales (...) pero lo recíproco es falso: la lucha contra aspectos superestructurales no encamina hacia la lucha contra los fundamentos de la explotación. Por su contenido mismo las luchas marginales, lejos de reforzar la necesaria autonomía de la clase obrera tienden por el contrario a diluirla en la confusión de categorías particulares o invertebradas (sexo, raza, juventud...) totalmente impotentes ante la historia." (Plataforma de la CCI, adoptada en 1976).

Planteamos la siguiente pregunta a los camaradas de la CCI que no han abdicado totalmente de toda dignidad comunista:

¿Dónde se sitúan ustedes? ¿Del lado de la plataforma de 1976, como nosotros, o del lado de los liquidadores que adhieren cada vez más claramente a las posiciones burguesas?

La Fracción, 25 de julio de 2007.


Notas:

1. Ver al respecto el sitio Internet de la CCI: internationalism.org.

2. Nos pronunciaremos seguramente al respecto en un próximo boletín.

3. "Prácticamente, los comunistas son, pues, el sector más resuelto de los partidos obreros de todos los países, el sector que siempre impulsa adelante a los demás; teóricamente tienen sobre el resto del proletariado la ventaja de su clara visión de las condiciones, de la marcha y de los resultados generales del movimiento proletario." (Marx-Engels – Manifiesto del Partido Comunista).


Fracción interna de la CCI - Boletín Comunista (Nº 40)