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COMBATIR AL OPORTUNISMO

Reproducimos aquí nuestra denuncia del más reciente acto de represión física de la CCI contra nuestra Fracción. Aunque fue incapaz de movilizar ni siquiera a un militante para que difundiera su prensa y su toma de posición sobre los sucesos de los suburbios durante las diferentes manifestaciones en París y en su periferia durante este período; la CCI sí logró, una vez más, convocar de provincia y Europa a una veintena de militantes que nos esperaba para intimidarnos e impedirnos intervenir políticamente en su reunión supuestamente pública en París. Notemos de paso que, nuevamente, es liquidado uno de los principios de base de la CCI: “ninguna violencia en el interior de la clase obrera”.

Luego de nuestra denuncia, recibimos algunas reacciones de solidaridad e indignación. En éstas hemos notado dos cuestiones políticas planteadas por quienes nos envían correspondencia. La primera, critica, o por lo menos no comprende, nuestra orientación ante la CCI: “la actitud de gángsteres de los militantes de la CCI demuestra que las posibilidades de reconducirlos hacia una vía comunista están casi liquidadas”; “Ustedes destinan una energía exagerada para “reenderezar” a un grupo que no tiene de comunista más que el nombre, que utiliza (...) la represión stalinista. ¡Es una lástima!”. Ya hemos respondido a esta cuestión y continuamos manteniendo que la CCI oportunista sigue estando en el campo proletario a pesar de todas sus derivas y traiciones. Como consecuencia, y apoyándonos especialmente en el ejemplo de las Izquierdas de la IC y de los PC durante los años 1920-30, seguimos pensando que, a pesar de nuestra escandalosa exclusión por los “liquidadores” que dirigen actualmente a la CCI, nuestra fracción forma parte de esta organización (incluso actualmente es su única verdadera y auténtica expresión) y que todavía debe llevar a cabo un combate con miras a su “enderezamiento”, por difícil que sea. Y seguimos afirmando que el conjunto de las fuerzas comunistas actuales, no solamente no deben desinteresarse, sino que deben llevar a cabo un combate determinado contra el oportunismo bajo todas sus formas y manifestaciones, y por tanto contra el de esta organización, como lo han hecho siempre las organizaciones y las grandes figuras revolucionarias del pasado.

Hemos recibido también otro tipo de cuestionamiento, al cual queremos responder aquí. ¿Qué actitud política y militante se debe adoptar frente a tal situación de violencia e intimidación? Publicamos, pues, uno de estos correos sobre esta cuestión, seguido de una respuesta por nuestra parte.

 

Aplicación del estado de alerta contra nuestra fracción
¡La CCI nos prohíbe la calle y quiere imponernos el toque de queda!

Sábado 12 de Noviembre en París, mientras que el estado de alerta era declarado en los suburbios, la CCI aplicaba el toque de queda contra nuestros militantes que iban a su reunión pública a difundir nuestra toma de posición sobre los disturbios. Fueron recibidos por una milicia de fortachones a la salida de una de las estaciones del metro cercana al lugar de su reunión. A 300 metros de allí. Nos han prohibido físicamente; es decir, violentamente, ¡pasar y circular por la calle! Los “militantes”, visiblemente muy tensos y agresivos, una vez más, nos han insultado con los “¡vete, lárgate, no tienes nada que hacer aquí! ¡Cierra la boca! ¡No tienes nada que decir!”. Hemos intentado y logrado no responder sobre este terreno, a la vez de recordarles los principios y la actitud de los verdaderos militantes comunistas y militantes de la CCI…de otro tiempo.

Pero es claro que nuestra existencia y nuestra intervención política les son “insoportables” y que harán todo lo que puedan, es decir nada en términos políticos, pero mucho en términos de represión violenta, para hacernos callar y desaparecer.

Ayer, aún militantes de la CCI, éramos expulsados de las reuniones internas. Después, una vez excluidos, se nos ha prohibido la palabra en las reuniones públicas, después se nos ha prohibido asistir mediante el establecimiento sistemático de un servicio de orden en la puerta de la sala de reunión. Enseguida éste se instaló en la vía pública, en la entrada del edificio donde se encuentra la sala de reunión. Y ahora, es a la salida del metro que nos encontramos con una pequeña milicia “móvil”. Y todo esto después de habernos denunciado en su prensa internacional y entre todos sus contactos como policías, provocadores, nazis, asesinos, secuestradores, etc.; y últimamente, risas aparte, como degolladores.

¿Cuándo nos van a arrancar los volantes de la mano para “prohibir” nuestra intervención? ¿Cuándo comenzarán a perseguirnos en las manifestaciones de calle? ¿Cuándo van a golpearnos para impedirnos participar en las reuniones de otros grupos? ¿Cuándo van a esperarnos a la salida de nuestros domicilios para rompernos la boca? Está en la lógica, es la continuación normal, de mecánica estalinista que han engranado.

Ayer, eran los estalinistas los que hacían el trabajo sucio para la burguesía. ¡Hoy es la CCI de los “liquidadores”! ¡Y todo esto en nombre de la izquierda comunista! ¡Qué vergüenza! Pero que nadie se engañe, si hoy somos nosotros el blanco principal de estos ataques, mañana toda organización comunista o todo militante que se oponga de manera consecuente a la política y las posiciones de la CCI sufrirá la misma suerte.

“El paso está dado” y todo retorno se vuelve casi imposible para los militantes de esta organización que aceptan y llevan a la práctica tal política. El enfrentamiento físico violento y sectario sustituye en ellos a la confrontación -discusión y debate contradictorio- política.

Como militantes comunistas, están destruidos o en vías de serlo.

La Fracción interna de la CCI, 13 de noviembre de 2005.


Fracción interna de la CCI - Boletín 33