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Discusiones con el BIPR el 30 y 31 de julio de 2005

Este verano hubo, en Milán, dos días de discusiones fructíferas entre el BIPR y nuestra fracción (1) en los cuales abordamos aspectos importantes de la situación internacional, la cuestión de la decadencia del capitalismo, así como la cuestión del partido.

No se ha notado, de ninguna de las dos partes, una actitud que consistiera en querer imponer sus puntos de vista o mantenerse fija en sus propias certezas; ha habido, por el contrario, la paciencia para escuchar al otro y responder de la manera más seria a su argumentación, respetando de esta manera el método y el espíritu que debe haber para futuras discusiones con miras a lograr un fortalecimiento aún mayor de las relaciones entre las organizaciones del medio comunista.

Sobre la situación internacional, se subrayó la gravedad de ésta en lo que concierne a la preparación de la guerra generalizada por parte de la burguesía, incluyendo en esta dinámica la utilización que ésta hace actualmente del terrorismo. Así mismo, la tendencia a la formación de bloques que sigue acelerándose, con el polo alrededor de los EUA e Inglaterra por un lado y el acercamiento cada vez más estrecho de la pareja franco-alemana, de Rusia e incluso China del otro. Los actos terroristas se inscriben en esta tendencia hacia la agudización de las rivalidades imperialistas en el mundo capitalista en crisis mortal. A través de la multiplicación de maquiavélicas campañas antiterroristas, cada burguesía, sobre todo la de las grandes potencias, aprovecha para reforzar su aparato de Estado y para desencadenar campañas chovinistas, esencialmente dirigidas contra la clase obrera, al afirmar que el terrorismo viene del exterior y que hay que prepararse en los planos militar y represivo para hacerle frente, mientras que ella y sus consortes son los primeros responsables, si no es que los jefes.

En el marco de esta preparación de la guerra generalizada, se ha señalado las grandes maniobras militares que se han desarrollado en varias partes últimamente, como medio de intimidación hacia los rivales. Así, por ejemplo, el enorme despliegue de fuerzas militares que los EUA han llevado a cabo frente a las costas de China, con ocho unidades de guerra, cada una incluyendo un portavión superarmado, para tratar de intimidar al gigante asiático el cual, lejos de desanimarse ha respondido: “en este momento tenemos la capacidad de destruir 5 de las 8 unidades desplegadas por los EUA, pero en diez años seremos capaces de destruirlas todas”.

También se ha notado que hace algunos meses Rusia y China hicieron ejercicios militares comunes, que Japón mismo ha hecho sus propios ejercicios militares en su propio terreno con miras a prepararse frente al aumente de las tensiones en esa región en general, pero principalmente entre las dos Coreas.

Después del análisis de la situación internacional sobre el aumento de las tensiones, hemos tenido la preocupación de la necesaria denuncia, por parte de las organizaciones comunista ante la clase obrera, de esta vía que quiere abrir la burguesía hacia la guerra generalizada.

Sobre el punto de la decadencia hemos desarrollado una discusión muy fructífera especialmente porque el BIPR presentó a nuestra delegación un documento, elaborado en la víspera de la reunión que muestra el grado de seriedad con el cual este grupo en general considera el debate político entre comunistas. Ha habido globalmente un acuerdo general sobre la mayor parte de los puntos, sobre todo sobre la caracterización del periodo, sobre su apertura al inicio del siglo veinte con la primera guerra mundial como manifestación esencial. Otros puntos quedaron pendientes de profundización.

Sobre la cuestión del partido, hubo numerosos e importantes puntos de acuerdo, tal como el de la necesidad vital del partido, de la organización política de la clase obrera; acuerdo sobre el hecho de que este organismo no es automático y no surge espontáneamente al “calor” de las luchas. Ha habido también un pleno acuerdo sobre el hecho de que todas las fuerzas comunistas actuales deben canalizar sus esfuerzos para favorecer la aparición del partido antes de la oleada revolucionaria; así, el BIPR no se considera como el partido actualmente sino que está por su formación y concentra sus esfuerzos en ello. Uno de los puntos que queda por profundizar es la cuestión de la experiencia de la fundación del partido en Italia en 1943-45, así como la experiencia de Bilan.

Todo contacto, toda relación que se mantiene actualmente entre grupos del campo proletario en la óptica de clarificar puntos políticos es de una importancia vital para nuestra clase, tanto más por cuanto uno de los protagonistas constituye actualmente el único polo serio de reagrupamiento a escala internacional. Decimos esto por razones evidentes, en relación a la CCI que, en tanto que organización ha entrado en una deriva política y organizativa desde 2001, de la cual no parece salir; por el contrario, parece hundirse cada vez más en el abandono de la herencia política de los movimientos pasados y del legado de las organizaciones revolucionarias anteriores.

Hasta 2001, se podía considerar que solamente quedaban dos polos de reagrupamiento que se expresaban a través de sus posiciones y una tradición política histórica basada en la herencia revolucionaria del pasado, a saber la Corriente comunista internacional (CCI) y el Buró internacional por el partido revolucionario (BIPR); desafortunadamente la crisis que ha estallado en este periodo, y el hundimiento político y organizativo que le ha seguido, en la CCI no dejan ya más que un polo de referencia y reagrupamiento válido para los revolucionarios, el BIPR.

La deriva de la CCI no le afecta únicamente en el plano organizativo, sino a diversos niveles. De entrada, ha dejado de ser un polo de referencia para las pequeñas fuerzas comunistas que surgen en diversas partes del mundo y para quienes las crean; juega cada vez más un papel de polo de confusión y desorientación que tiende finalmente a conducir a todas las “nuevas energías que surgen” a la nada. Su política de “el que no está conmigo merece desaparecer” o de la “tierra quemada” le conduce inmediatamente a desarrollar una política destructiva, hecha de manipulaciones y calumnias contra las diferentes partes que constituyen actualmente el campo proletario serio, incluidos los que buscan unírsele.

A los ataques redoblados que sufren actualmente por parte de la CCI de los “liquidadores”, los grupos y elementos comunistas serios, lejos de desanimarlos o confundirlos, responder reforzando sus lazos y las discusiones entre ellos como medio de reforzar y clarificar las posiciones en el interés del proletariado.

Para concluir, afirmamos que nuestra fracción tiene la convicción y determinación necesarias para impulsar y participar en este tipo de encuentros y debates entre las verdaderas fuerzas comunistas internacionalistas que existen actualmente y que inscriben su actividad en la perspectiva de la fundación del partido. Sobre este camino, el BIPR tiene actualmente, según nosotros, una gran responsabilidad sobre sus espaldas.

Septiembre 2005.


Nota:

1. Este encuentro en Milán entre el BIPR y una delegación de nuestra fracción con ocasión del viaje a Europa de nuestros camaradas de México fue evocado en la presentación del boletín 32.


Fracción interna de la CCI - Boletín 33