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El combate de nuestra fracción contra la deriva de la CCI
(carta a un simpatizante de la CCI)

Publicamos a continuación nuestra respuesta a un camarada que se presenta como simpatizante de la CCI, y que nos interroga acerca de nuestra existencia. Esto nos ha dado la ocasión, 8 años después de nuestra exclusión de nuestra organización, de proporcionar algunas referencias y aspectos concretos tanto sobre la dinámica y la deriva oportunista que la Corriente vive desde entonces, como sobre nuestro combate contra ésta deriva.

 

París, 31 de enero de 2010.

La Fracción interna de la CCI

al camarada E.,

Estimado camarada,

Nos has interrogado acerca de nuestra existencia como Fracción interna de la CCI, así como sobre las circunstancias de nuestra expulsión de esta organización en marzo de 2002. No entraremos, en esta carta, en todos los detalles de la crisis organizativa de la CCI en ese tiempo. Fuimos expulsados por haber formado una fracción en el interior de la CCI. Para nosotros, había razones políticas y de principio para esa constitución. En cambio, para los nuevos órganos centrales nombrados durante el anterior congreso de la CCI (el 14º de mayo 2001), no había razón porque éramos acusados de ser la continuidad de un “clan” dominado por el odio personal. Según esta teoría, ese clan había dominado a toda la CCI durante los años 1990 y particularmente a su órgano central anterior, al Buró internacional, y a su Secretariado en París.

¿Por qué seguimos pensando que había razones políticas para la constitución de nuestra fracción, insistimos en el interior de la CCI? Porque existían ya, en esa época, elementos políticos para el desarrollo de una deriva oportunista y revisionista (revisionista de las posiciones políticas de la CCI). Sobre esto, tampoco entraremos en detalles. Señalemos solamente los momentos principales de este revisionismo político.

En el congreso siguiente, el 15º, en 2003, la organización liquida la posición marxista sobre la alternativa histórica que el capitalismo presenta desde comienzos del siglo XX: guerra imperialista o revolución proletaria. Esta es la cita de la Resolución sobre la situación internacional publicada en la Revista Internacional 113 de la CCI:

"La crisis económica (...) sigue profundizándose, pero al contrario del periodo de 1968 a 1989, cuando la solución a estas contradicciones de clase solamente podía ser la guerra o la revolución, el nuevo periodo abre la vía a una tercera posibilidad : la destrucción de la humanidad, no a través de una guerra apocalíptica, sino a través de un avance gradual de la descomposición " (Resolución sobre la situación internacional, punto 17, subrayado por nosotros) .

Nosotros denunciamos esta introducción de una “tercera vía” como oportunista en nuestro boletín 21 ( Posición sobre la resolución sobre la situación internacional del 15º congreso de la CCI) (1).

En su 16º congreso internacional de 2005, esta nueva CCI, sin ningún debate ni explicación, decide que: En la decadencia, las contradicciones económicas impulsan al capitalismo a la guerra, pero la guerra no resuelve esas contradicciones. Al contrario, las profundiza. En todo caso, el ciclo crisis-guerra-reconstrucción ha terminado y la crisis ahora, en la incapacidad de desembocar en la guerra mundial, es el factor primordial de la descomposición del sistema.” (Punto 9 de la Resolución sobre la situación internacional, Revista Internacional 122, 2005).

Aquí, la principal base de la teoría de la decadencia del capitalismo -que proporciona el marco histórico y teórico de la plataforma de la CCI- era la que, a su vez, quedaba liquidada. Una vez más, nosotros denunciamos esta cuestión en nuestro boletín 32, en el texto “Contra el abandono por la CCI de uno de los fundamentos de la decadencia”. (2) Es importante recordar que la CWO, grupo británico que adhiere a la Tendencia Comunista Internacionalista (exBIPR), también ha criticado en un artículo esta revisión de una posición fundamental de la Izquierda comunista.

El 17º congreso internacional, en 2007, va aún más lejos en la revisión de la posición marxista sobre la guerra imperialista al declarar que no había ya amenaza de guerra imperialista generalizada y que el peligro principal era la destrucción ecológica:

La situación que se ha abierto en 1989 es totalmente diferente. Ciertamente, el espectro de la guerra mundial ha dejado de amenazar al planeta” (Revista Internacional 130, Resolución sobre la situación internacional de 17º congreso, punto 7). Y luego de este rechazo claro y explícito de un punto fundamental de la teoría marxista, la “nueva” CCI declara que: “El caos militar que se desarrolla por el mundo (…) no es la única manifestación del atolladero histórico en el cual se encuentra el capitalismo, ni, a plazo, la más amenazante para la especie humana. Hoy, se ha vuelto claro que el mantenimiento del sistema capitalista tal como ha funcionado hasta ahora conlleva la perspectiva de la destrucción del medio ambiente que permitió el ascenso de la humanidad” (ídem, punto 10 de la Resolución). Por supuesto, también hemos denunciado esta nueva posición de la CCI. Se puede consultar nuestro boletín 41 “17º congreso de la 'nueva' CCI: una confirmación de la degeneración” (3)

Estos momentos han sido los principales de la deriva revisionista y oportunista en la cual esta organización -la que consideramos considerando como la nuestra-, ha caído en la medida en que estas revisiones de posiciones de origen de la CCI han sido adoptadas, “santificadas”, por las asambleas generales, los congresos, de la organización. Se puede notar que, detrás de estas revisiones de las posiciones clásicas de la CCI, se encuentra la teoría de la “descomposición” que la CCI adoptó cuando estábamos aún en la organización. Volveremos sobre ésta.

Sin embargo, hay muchos otros “deslices” increíbles y terribles hacia el abandono de las posiciones de la CCI y del marxismo. Por ejemplo, en relación a la lucha de la clase obrera, dos de ellos fueron una ilustración clara de hacia dónde conduce la tendencia actual de la CCI: la huelga “salvaje” de la fábrica Opel de Bochum, Alemania en octubre de 2004 y la lucha estudiantil contra el “CPE” en Francia durante la primavera de 2006.

El primer ejemplo fue la huelga salvaje llevada a cabo por 4,000 obreros en octubre de 2004 en la fábrica automotriz de Opel. Todo mundo conoce el peso y la fuerza del control sindical sobre la clase obrera en Alemania. El conjunto del aparato de Estado alemán, el gobierno, los partidos de izquierda y de derecha, los sindicatos, la prensa, etc., todos condenaron la ilegalidad de esta huelga “salvaje” y llamaron, de hecho amenazaron a los obreros para que reanudaran el trabajo. El segundo día de la huelga, que era apoyada en la región de Bochum, y en la que una inmensa manifestación de calle estaba prevista para el 19 -y que reagrupó a toda la población obrera de los alrededores-, la CCI publicó un volante que, en lugar de apoyar la huelga y de llamar a su extensión en Bochum y en la región, ponía abiertamente en duda.. ¡la utilidad de la huelga en periodos de desempleo, hasta el punto de proclamar que ésta era económicamente inútil, impotente!: “¿Cuál es el medio de lucha más eficaz (...)? ¿No pierde su eficacia el arma de la huelga cuando, de todas maneras, el capitalista tiene la intención de cerrar la fábrica (...)? Hoy estas cuestiones se plantean muy concretamente (...). Sin embargo, en estas circunstancias, cabe plantear la cuestión de la posibilidad y de los objetivos de la lucha (...). ¿Qué hacer cuando los poseedores de los medios de producción no son ya capaces de explotar de manera rentable la fuerza de trabajo de los obreros?” (traducido por nosotros, del inglés). (4)

Además del explícito derrotismo expresado en él, el volante expresaba una posición claramente “economista”, o consejista, sobre la huelga, al presentarla únicamente como económica, sobre todo el hecho de que la CCI se alineaba claramente del lada de las fuerzas burguesas, contra los obreros. Véase nuestro boletín 29, el texto: “La CCI liquidacionista y la lucha de los obreros de Opel”. (5)

Señalemos de paso, sin recargar demasiado esta presentación, que esta misma tendencia se había expresado, de manera casi igual de caricaturesca, unos meses antes, durante un conflicto en Francia, el de los “intermitentes del espectáculo”, es decir los trabajadores precarios de la industria del espectáculo. En aquélla ocasión, con el pretexto de denunciar la supuesta “maniobra” alrededor de la lucha de los obreros-empleados de la industria francesa del espectáculo, la CCI llegó hasta el punto de denunciar a los huelguistas que “aserraban la rama en la que estaban sentados”.

El segundo ejemplo es aún más increíble. Criticamos las tomas de posición y las intervenciones consejistas, incluso anarquistas, que la CCI actual había hecho durante la movilización de los estudiantes contra el “CPE” en 2006. Entre otras cosas, abandonando llanamente el punto de vista de clase en nombre de la defensa del “ser humano” -volveremos más abajo sobre este punto-, la CCI denuncia la violencia ejercida contra los manifestantes, ¡pero también la ejercida contra la policía antimotines! A continuación reproducimos un pasaje que escribimos sobre este nuevo “desliz”, en nuestro boletín 37:

“ ¿Cómo se posicionó la CCI actual en el momento en que el Estado burgués envió masivamente a sus CRS (policía antimotines) y demás fuerzas antimotines contra los estudiantes descontentos de la primavera del 2006, en el momento en que estas mismas hordas policíacas entramparon a estudiantes y obreros, macanearon a los más aislados, llegando hasta a enviar a varios al hospital, mientras que otros cientos de ellos fueron enviados a las comisarías antes de ser puestos en manos de la justicia burguesa? Pues bien, la CCI apoyó... las manifestaciones de “solidaridad con los policías heridos”, saludó a quienes “reconocen que los hijos de los policías mal pagados, también se ven afectados por los ataques del gobierno” , ha lisonjeado, como si hubieran dado una “prueba de madurez y de conciencia” (lo que no era, en lo mejor de los casos, sino una prueba de ingenuidad extrema) a esos jóvenes estudiantes, que, según la expresión de la CCI, “saben que detrás de sus escudos y macanas, estos hombres armados hasta los dientes (¡las fuerzas antimotines, los CRS!) son también seres humanos, padres de familia”. En otras palabras, los brazos armados de la represión burguesa, no son más que “oprimidos” y "explotados" a los que hay que comprender y defender. Bajo este ángulo ¿sus intereses son entonces iguales a los del proletariado?” (Cómo traiciona la CCI, una vez más, una posición de clase: La cuestión de la violencia obrera, Boletín 37). (6)

Estos dos ejemplos son expresiones “extremas” de la deriva política que la CCI conoce actualmente: es el oportunismo y, en particular, el camino del derrotismo el que ha adoptado en muchas luchas obreras. Por supuesto, uno puede referirse a nuestro artículo para ver que el conjunto de las críticas profundas que hicimos entonces, planteaban también la intervención que, según nosotros, la CCI tendría que haber llevado a cabo, la misma que nosotros habríamos defendido y destacado si hubiéramos podido mantenernos en la CCI en tanto que minoría, y la misma que, en la medida de nuestras fuerzas, hemos tratado de desarrollar en tanto que fracción excluida de nuestra organización.

Como se puede ver, todas estas revisiones y a veces incluso traiciones abiertas a las posiciones originales de la CCI se han basado frecuentemente en la teoría de la “Descomposición” que la CCI adoptó en los años 1990. No podemos presentar aquí cómo fue adoptada esta teoría. Sin embargo, puede referirse a nuestro boletín 30: Atolladero histórico y atolladero teórico, La teoría de la fase de la descomposición social, para una presentación de nuestra posición actual sobre esta teoría. (7)

Tal teoría fue la base, el caballo de Troya para la introducción determinada de la ideología burguesa y para el desarrollo de una tendencia idealista en el interior de la CCI. Esta tendencia se ha afirmado abiertamente como dominante, al menos en dos textos que son hoy considerados como “textos de orientación” e incluso programático por la nueva CCI: el de “Confianza y solidaridad en la lucha del proletariado” (Revista Internacional 112 y 113) y el de “Marxismo y ética” (Revista Internacional 127 y 128). Criticamos el primer texto en nuestro boletín 15 y el segundo en nuestros boletines 38 y 39 ( Moral proletaria, lucha de clases y revisionismo ) (8)

Es importante señalar que los dos textos de la CCI abandonan claramente los criterios de clase, a cambio de consideraciones burguesas abstractas tales como la “moral humana eterna”, que estaría por encima de las clases, lo que tiene consecuencia políticas concretas como... ¡la expresión de solidaridad con todos los 'seres humanos' incluso los que forman parte de la policía antimotines francesa y que 'sufren' la violencia cometida por los manifestantes!

La teoría de la descomposición también ha jugado un papel importante en la cuestión organizativa. Entre otras cosas, ha justificado la teoría del clanismo. Según esta última, el clanismo sería la raíz de las crisis de las organizaciones proletarias; sería su factor clave hasta el punto que, para la CCI actual, la confrontación política entre Marx y Bakunin (es decir, entre el marxismo y el anarquismo), en el interior de la Primera Internacional no sería otra cosa que una lucha contra el clanismo de Bakunin y contra... sus celos y odio contra Marx. Esta teoría del clanismo -adoptada, igual que la de la descomposición en los años 1990 (y que, es cierto, nosotros también adoptamos cuando estábamos en la CCI)- justifica la eliminación de todo debate interno y permite deshacerse de los desacuerdos políticos mediante el uso de explicaciones psicológicas. Nos desarrollamos más aquí.

De este modo, en la crisis de 2001, que desembocó en nuestra expulsión, se nos prohibió constituir una fracción interna, porque nuestras divergencias eran presentadas como motivadas por consideraciones psicológicas personales y no por preocupaciones y desacuerdos políticos reales. Mientras nosotros defendíamos las orientaciones políticas pasadas (las cuales hasta entonces habían sido defendidas y adoptadas por unanimidad en la organización) y mientras la mayor parte de los camaradas seguían estando de acuerdo con nosotros, la manipulación de algunos condujo a la mayoría de los militantes de la CCI a cambiar de posición en nombre de la defensa de la unidad formal de la organización, y en nombre de la lucha contra el clanismo... y por tanto contra el supuesto “nuevo clan” que éramos nosotros.

En lugar de aceptar el debate fraternal y la confrontación política abierta, los nuevos órganos centrales, salidos del 14º congreso de mayo 2001, prefirieron exigir de entrada la autocrítica personal a todos los nuevos “opositores” (autocrítica a la cual la mayor parte de los militantes debieron también someterse, pues ¿no habían adoptado todos por unanimidad las orientaciones precedentes?) -al precio de desmoralizaciones, humillaciones personales e incluso destrucciones psicológicas, a veces dimisiones, etc...- y a la vez la disolución inmediata de nuestra fracción.

El temor a la confrontación política abierta revelaba, a su vez, la realidad del profundo debilitamiento político de los militantes y de la CCI que se había producido durante los años 1990. La CCI, entonces, para poder condenarnos y excluirnos, tenía que traicionar y liquidar los principios organizativos. Como es muy difícil entrar en todos los detalles de esta cuestión particular, salvo haber participado uno mismo, o bien tener una experiencia militante y organizativa consecuente, remitimos al lector a la corta Introducción del Epílogo al Historial del Secretariado internacional que redactamos, y que resume los principales aspectos de esta cuestión y de esta crisis (Boletín 25, disponible también en español (9) ).

La precisión que hacemos sobre el hecho de que nosotros participamos también en la adopción de la teoría de la descomposición, es para expresar que nosotros no decimos simplemente que la CCI era perfecta hasta antes de nuestra expulsión y mala después. Nosotros, la CCI de entonces, sufrimos un debilitamiento político progresivo y creciente durante los años 1990. No tenemos espacio aquí para desarrollar esta cuestión, pero uno puede referirse a los diferentes textos que hemos escrito desde entonces, en particular en los primeros informes de actividades (véase nuestros primeros boletines en nuestro sitio) que presentamos como minoría en el interior de la CCI (y que los nuevos órganos centrales se rehusaron a poner a discusión).

En cuanto a nuestra exclusión y nuestra existencia como fracción desde entonces, nos parece importante ahora presentar, aunque sea brevemente, los principales aspectos de esta cuestión, con el fin de llamar la atención sobre las lecciones políticas que se desprenden. Es importante recordar que seguimos rechazando nuestra exclusión, la cual fue ante todo una traición a los estatutos de la CCI. Seguimos exigiendo nuestro retorno a la CCI, como minoría organizada en fracción interna, con el fin de llevar a cabo la batalla política contra el oportunismo, si bien somos conscientes de que hay pocas probabilidades ahora de que esto pueda suceder concretamente. Sin embargo, según nosotros, a pesar de su deriva oportunista la CCI no se ha pasado aún al campo de la burguesía y sigue siendo una organización del proletariado, una organización de la Izquierda comunista.

Por supuesto, no toda nuestra actividad está centrada en la lucha contra el oportunismo de la CCI, y gran parte de tal actividad se sitúa en otros planos. En particular, centramos nuestra actividad en la intervención en dirección al campo proletario, de manera de participar en la medida de nuestras posibilidades en el reagrupamiento político de sus principales componentes, a través de debates profundos y fraternales y por supuesto de la clarificación política; para nosotros, es el camino que conduce a la constitución del futuro partido mundial del proletariado.

Tratamos también, con nuestras débiles fuerzas, de intervenir en la lucha de clases, en particular en las luchas obreras, básicamente por medio de volantes. Se puede referir a nuestra última conferencia de enero 2008 y a la resolución de actividades que adoptamos en esa ocasión (Boletín 43 (10)).

¿Por qué no constituimos una nueva organización como otras más, con su prensa regular, etc.? Además del hecho de que la CCI sigue siendo una organización del proletariado y que seguimos compartiendo con ésta la misma plataforma política, consideramos que la dispersión y el sectarismo del campo proletario representan ya una de las principales debilidades para ... el proletariado internacional.

Éste podría encontrarse sin partido político durante los enfrentamientos masivos de clases que la crisis capitalista prepara ineluctablemente. Actualmente, esta dispersión es ya una debilidad importante para las luchas cotidianas del proletariado, ya tan sólo porque las vanguardias comunistas son incapaces de desarrollar una intervención colectiva y unitaria. Así que, constituir una nueva organización, además de las que ya existen, y en la medida en que existe una que puede jugar un verdadero papel de polo de clarificación y de reagrupamiento político, sería irresponsable y contribuiría aún más a la dispersión.

No queremos añadir otro pequeño grupo de la Izquierda comunista a los otros ya existentes, salvo si no hubiera otra elección en el futuro. Pero esto sería desafortunado y una expresión de una importante debilidad del conjunto del campo proletario. Así, actualmente seguimos considerando, como se puede leer en nuestra resolución mencionada anteriormente, que la Tendencia Comunista Internacionalista (exBIPR) sigue representando el único polo de reagrupamiento internacional digno de este nombre, y que los debates, confrontaciones e intervenciones políticas, deben organizarse alrededor de este polo y de sus posiciones políticas, aún si tenemos desacuerdos con esta organización.

La Fracción interna de la CCI, febrero 2010.


Notas:

1 . Puede consultarse en español, en nuestro sitio web:
http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b21/index-2.html

2 . En español: http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b32/index_4.html

3 . http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b41/b41_5.html

4 . Es interesante notar que, originalmente ese volante sólo fue reproducido en inglés en la revista de la CCI en los Estados Unidos (Internationalism 132). Ahora, ese volante ya no aparece en el sumario de aquél número. Solamente está disponible en alemán, en el sitio de la CCI.

5 . http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b29/index-3.html

6 . http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b37/b37_6.html

7 . http://lwww.bulletincommuniste.org/espanol/b30/index-5.html

8 . http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b38/b38_2.html y
http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b39/b39_3.html

9 . http://www./bulletincommuniste.org/espanol/b25/index-3.html

10 . http://www.bulletincommuniste.org/espanol/b43/b43_2.html


Boletín Comunista 49 - Fracción Interna de la CCI