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Reforzar al campo proletario hoy,
es también combatir al oportunismo en su interior

"La CCI le dice adiós al marxismo”, tal es el título del texto que publicamos en este número del boletín y que trata acerca de los diferentes artículos que ésta organización le ha dedicado a Darwin y a El origen de las especies. En estos, se pone en el mismo plano de los científicos burgueses como Copérnico, Darwin... a Marx y Engels; se sitúa al materialismo histórico, al marxismo, como una ciencia entre otras; y, la cereza del pastel, se reemplaza la lucha de clases como motor de la historia por la lucha entre “la creencia religiosa y la ciencia”. Peor aún, estos textos retoman literalmente las teorías racionalistas y humanistas difundidas en nuestros días por ciertos círculos y sectas burguesas, al grado de que algunos pasajes parecen una transcripción de los diferentes Manifiestos Humanistas que se pueden hallar en Internet.

Este reciente avatar de los “trabajos” teóricos de la CCI de los años 2000, por estúpido y caricatural que sea, es solamente el más reciente. Sin embargo, para la deriva política de la CCI, es la marca de un nuevo paso adelante y, sin duda, la de un punto de no retorno. Desde 2001, la CCI no ha dejado de revisar sus propias posiciones básicas y los principios marxistas en general. Desde el rechazo a la alternativa histórica de “guerra o revolución” a cambio de una “tercera vía” (15º Congreso, 2003), pasando por el abandono de la posición fundamental sobre el ciclo “crisis- guerra-reconstrucción-nueva crisis” propio del periodo de decadencia del capitalismo 1 (16º congreso, 2005), hasta la afirmación de la desaparición de cualquier amenaza de guerra imperialista generalizada a cambio de una supuesta amenaza de destrucción ecológica (17º Congreso, 2007), los congresos internacionales de esta organización han marcado momentos importantes y “oficiales” de la deriva oportunista que la afecta. Otros hechos y tomas de posición han marcado y acelerado también este hundimiento en el oportunismo político tanto sobre cuestiones de análisis de la situación, guerras, juego político de la burguesía, como en ocasión de luchas obreras. En estas últimas, una postura “humanista” y anarquizante se ha manifestado e impuesto de manera creciente durante las intervenciones de la CCI. Dos ejemplos caricaturales ilustran esta dinámica: la impugnación de la huelga como arma de la lucha obrera mientras los obreros alemanes de Opel estaban en huelga ilegal, “salvaje”, contra la indicación de los sindicatos, en octubre de 2004; el llamado a la ¡solidaridad con los CRS (policía antimotines francesa) heridos durante las manifestaciones de calle en 2006! Todas estas tomas de posición política oportunistas han sido justificadas y permitidas mediante la adopción de la teoría de la “descomposición” en una postura idealista, no marxista, dogmática, y mediante la elaboración de textos “teóricos” tales como Confianza y solidaridad en la lucha del proletariado (Revista Internacional 112-3) y Marxismo y etica (Revista Internacional 127-8). Estos textos representan abiertamente la introducción en el interior de la CCI de la ideología burguesa, al definir la confianza, la solidaridad, la moral, como algo por encima de las clases, como valores humanos y eternos (véase nuestro folleto moral proletaria, lucha de clases y revisionismo). Y ahora, con los artículos sobre Darwin, es la ciencia, siempre según la CCI oportunista, la que ya tampoco es de clase sino eterna, humana. Esta visión rechaza abiertamente la lucha de clases como motor de la historia y sustituye la razón, aquí científica, y la evolución progresiva de las ciencias como factor de conciencia del proletariado y por tanto como fuente de una nueva sociedad.

Además, la similitud entre las nuevas teorías de la CCI y las de las sectas burguesas, en este caso Humanistas, muestran a la luz del día la introducción no solamente de una ideología ajena al proletariado sino también la infiltración de elementos portadores de esta ideología sectaria, y también ajenos al comunismo, en las filas mismas de esta organización.

Tal es la deriva, fuerte, implacable, que desmiente todas las declaraciones de la CCI sobre su propia realidad, y que hace de esta organización un barco a la deriva, desde el punto de vista del proletariado, que se dislocará cuando llegue la primera borrasca seria. Entretanto, esta organización introduce abiertamente ideologías ajenas al proletariado y apadrina a grupos izquierdistas y anarquistas con los cuales colabora, si no es que integra en sus filas, y por tanto en el interior de la Izquierda comunista a la cual, a pesar de todo, esta CCI sigue perteneciendo.

Como tal, su deriva sólo puede tener efectos negativos en el conjunto de las fuerzas comunistas, en el conjunto de lo que llamamos el campo proletario:

- su política actual de revisión y parodia de las posiciones de la CCI y de la Izquierda comunista, sólo puede alejar, o contaminar, a los elementos proletarios más sanos y más dinámicos, de las reales posiciones de la CCI o más ampliamente de las de la Izquierda comunista como un todo y de los grupos políticos que la componen;

- las visiones idealistas en teoría y consejisto-anarquizantes en la práctica planteadas ahora abiertamente por la CCI, que muestran la presión de la ideología burguesa en el interior del campo proletario, sólo pueden ejercer una influencia negativa en el conjunto del campo proletario, salvo si son combatidas abiertamente;

- el desarrollo de una visión y de una práctica sectarias que el último hallazgo teórico de la Cultura del debate viene a justificar, al rechazar explícitamente el debate de clase, proletario, consistente en la confrontación de las posiciones políticas divergentes de los grupos comunistas, 2 sólo puede favorecer las tendencias sectarias preexistentes, sino es que servir de pretexto para el repliegue sobre sí mismo en el interior del campo proletario.

La “huida hacia adelante” de la CCI actual, hacia la revisión del marxismo y al oportunismo más craso, sólo podrá tener consecuencias negativas en el conjunto de las fuerzas comunistas actuales. Salvo si se combate abiertamente. Porque, si bien hoy es legítimo interrogarse si la Corriente no ha alcanzado ya un punto de retorno, es decir si tal vez no es ya “salvable” para el proletariado, el combate contra su deriva oportunista en el plano teórico y político es de una importancia mucho más amplia que la defensa de la organización formal. Denunciar y combatir los momentos, los pasos, las etapas de esta caída en el revisionismo y hacia la ideología burguesa, puede y debe constituir un momento de fortalecimiento político de las demás fuerzas comunistas y de los elementos más sanos y más dinámicos del campo proletario. Los mayores avances teóricos y políticos del movimiento obrero, los de Marx y Engels, de Lenin y del partido bolchevique, de Rosa Luxemburg, de Pannekoek, en el seno de la Segunda Internacional, de las fracciones de Izquierda en el seno de la Tercera, particularmente de la Izquierda italiana alrededor de la figura de Bordiga, etc., se han hecho durante el combate contra el oportunismo y la introducción de ideologías ajenas al proletariado en el interior del movimiento comunista. Es también, en estos combates, en estas confrontaciones -frecuentemente polémicas, ¿Qué hacer?, Un paso adelante, dos pasos atrás (Lenin), Reforma o revolución (Rosa Luxemburg), etc...-, que la confianza en las posiciones comunistas ha vuelto entre los elementos avanzados del proletariado, que la confianza entre las diferentes corrientes de Izquierda también ha vuelto, poniendo fin al sectarismo y al aislamiento que existía, y sobre todo que las divergencias entre esas corrientes, unidas en el combate contra el oportunismo, han sido debatidas, han sido con frecuencia clarificadas y en ocasiones superadas.

Actualmente todo indica, y la agravación considerable y sin salida de la crisis económica abierta del capitalismo lo confirma, que nos dirigimos hacia enfrentamientos de clase masivos 3 . Nada sería más dramático que estas confrontaciones de clase -que serán, sin duda, decisivas desde el punto de vista histórico- se desarrollaran y tuvieran lugar mientras las vanguardias comunistas -es decir, las fuerzas que expresan y defienden el punto más alto de la conciencia de clase, las que están llamadas a ejercer la dirección política del proletariado- estuvieran ausentes, inexistentes, fueran ineficaces debido a su dispersión, debilitadas en el plano teórico y político, adheridas y encerradas en sus propias certezas.

La deriva revisionista y oportunista de la CCI actual no puede dejar indiferentes e ignorantes a los otros componentes de la Izquierda comunista. Inevitablemente, resultarían también debilitados. En cambio, en el combate contra el oportunismo en general, y concretamente contra el que golpea a la CCI actualmente, tendrían todas las oportunidades de fortalecerse, como un todo, tanto en el plano teórico como político, e incluso organizativo. En particular, afirmamos que la Tendencia Comunista Internacionalista (exBIPR) debería ponerse al frente de este combate. Afirmando sus propias posiciones contra la deriva de la CCI, y situándolas así en el centro mismo de las preocupaciones de este campo -particularmente del “medio que entorna a la CCI”, del cual se conoce su amplitud-, defendiendo la tradición de la Izquierda contra las traiciones actuales, asumiría plenamente y con responsabilidad la tarea que le corresponde como polo internacional de referencia y de reagrupamiento.

¡De la crisis y de la deriva de la CCI hacia el campo enemigo, hagamos un momento de clarificación y de avances teóricos, políticos y organizativos, un momento del proceso hacia el partido mundial del proletariado!

La Fracción interna de la CCI, Febrero 2010.


Notas:

1 . Principal fundamento teórico de esta posición que da toda su coherencia a nuestra plataforma política.

2 . Y que da como resultado que la CCI actual “discuta” y “debata fraternalmente” con grupos anarquistas e izquierdistas, sin denunciar, ni siquiera criticar abiertamente sus posiciones izquierdistas, e ignore soberbiamente las posiciones planteadas por todos los componentes de la Izquierda comunista: en primer lugar las principales corrientes que la componen -los grupos “bordiguistas” y sobre todo el exBIPR, hoy Tendencia Comunista Internacionalista (sin olvidar, evidentemente, a nuestra propia fracción)- así como a los pequeños grupos y elementos aislados que se reivindican de ésta, tal como los CIM.

3 . Mencionemos aquí de paso, que en este momento, febrero de 2010, se multiplican las luchas obreras, si bien se mantienen aún aisladas y sometidas, globalmente, al control de los sindicatos, es decir, de los Estados (sin olvidar la censura sistemática por parte de los medios de difusión burgueses.


Boletín Comunista 49 - Fracción Interna de la CCI