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RESPUESTA DE LA CCI

La CCI a los CIM

El 20 de agosto 2009

(...) Llegamos ahora a su propuesta de foro común que reagrupe además de a ustedes y nosotros, al PCI, el BIPR y la FICCI.

Una propuesta tal se inscribe perfectamente en la postura que siempre hemos tenido en dirección al medio político proletario y la falta de eco que ha encontrado por parte de este último no nos ha hecho renunciar. Así, a pesar de la iniciativa de los grupos que constituirían al BIPR de romper el ciclo de las conferencias internacionales de la Izquierda comunista (1977-80) y la negativa categórica de los grupos de la esfera “bordiguista” de participar, no hemos dejado de solicitar al BIPR y a los diferentes PCI con propuestas de intervención común frente a acontecimientos importantes de la situación (la guerra en general). Igualmente, propusimos al BIPR, a finales de los años 1990, una cooperación entre nuestras dos organizaciones con miras a un trabajo común en Rusia. Señalemos igualmente que también invitamos al BIPR a participar en nuestro XIII congreso internacional, en 1999.

Casi con una sola excepción (una reunión pública común con la CWO en Londres en 1997 que celebraba el aniversario de la revolución rusa), todos estas posturas de nuestra parte siempre han provocado por parte de BIPR (y de los PCI también) un rechazo. Sin embargo, estos fracasos no nos ha hecho modificar nuestra posición sobre la necesidad de una actividad común entre revolucionarios de diferentes organizaciones, a lo más hemos modulado la frecuencia de nuestras solicitudes, reservándolas para los momentos más importantes de la situación internacional.

Habríamos continuado solicitando al BIPR del mismo modo si, en el otoño de 2004, esta organización no se hubiera distinguido por una actitud en contra de la nuestra que “no es digna de una grupo que se reclama de la izquierda comunista sino que pertenece a los métodos del trotskismo degenerado si no es que del stalinismo” (Carta abierta de la CCI a los militantes del BIPR, fechada 7 de diciembre de 2004). Nos referimos al episodio del Círculo de Argentina, donde el BIPR al abrigo de su respetabilidad ha participado en la propagación de los denigramientos hacia nosotros por un aventurero - “el señor B” -, quien, decepcionado por no haber sido integrado rápidamente en la CCI, emprendió un fuerte ataque a nuestra organización utilizando fraudulentamente la firma del grupo de camaradas simpatizantes de la CCI en Argentina (el NCI) del cual inicialmente formaba parte pero que ignoraba todas sus maniobras.

En esa ocasión explicitamos públicamente cuál sería nuestra línea de conducta ante el BIPR, considerándolo como “un obstáculo para la toma de conciencia del proletariado” si persistía “ en la política de la mentira, de la calumnia y peor aún de 'dejar decir' y de silencio cómplice ante las acciones de los grupúsculos que tienen esa marca de fábrica y razón de existir” (Carta abierta...) .

Hasta donde sabemos el BIPR no ha repetido desde entonces este tipo de comportamiento, lo que no significa sin embargo que haya sacado las lecciones del acontecimiento, ni que en la primera ocasión no se librará nuevamente a la calumnia. Es la razón por la cual no emprenderemos con éste ninguna cooperación política del tipo de la que implica la organización en común de un foro de discusión en tanto que no pruebe que ha comprendido haber cometido una grave falta política. Es una cuestión de principio respecto a las cuestiones de comportamiento político (que son cuestiones políticas primordiales) y al cual

no faltaremos.

Esto no significa que, ante el BIPR, rechacemos cualquier contacto. Siempre ha podido venir libremente a nuestras reuniones públicas (como, por lo demás, cualquier otro, a excepción de la FICCI sobre la cual volveremos) y participamos en las suyas. Igualmente, hemos participado recientemente (el 25 de abril de 2009) en un encuentro a iniciativa del MDF (Foro de Discusión de las Midlands) en Gran Bretaña, en la cual el BIPR participó igualmente, así como Perspective Internationaliste . Pero esto no va más allá.

Como ustedes lo saben, existe igualmente un obstáculo del mismo tipo respecto a un trabajo común con la FICCI, ya que concierne también a cuestiones de comportamiento político. Sin embargo, este es mucho más importante que el concerniente al BIPR, como hemos tenido ocasión, en numerosas ocasiones, de ponerlo en evidencia:

La supuesta 'Fracción Interna de la CCI' (FICCI) es un pequeño grupúsculo compuesto de antiguos miembros de la CCI excluidos de nuestro 15º congreso internacional por delatores. No es la única infamia de la que esos elementos eran responsables ya que, al renegar de los principios fundamentales del comportamiento comunista, se habían distinguido igualmente por actitudes típicas de vándalos, tales como la calumnia, el chantaje y el robo. Por estos otros comportamientos, aunque fueran tan graves, la CCI no había pronunciado su exclusión, sino una simple suspensión. Es decir, que era aún posible para estos elementos volver un día a la organización a condición evidentemente de que restituyeran el material y el dinero que habían robado a ésta y que se comprometieran a renunciar a comportamientos que no tienen lugar en una organización comunista. Si la CCI decidió finalmente excluirlos, es porque publicaron en su sitio Internet (es decir, a la vista de todas las policías del mundo) informaciones internas que facilitaban el trabajo de la policía: a) la fecha en que tendría lugar la conferencia de nuestra sección en México; b) las verdaderas iniciales de uno de nuestros camaradas presentado por ellos como el 'jefe de la CCI', con la precisión de que él era el autor de tal o cual texto dado 'su estilo' (lo que es una indicación interesante para los servicios de policía).” (Calumnia y delación, las dos ubres de la política de la FICCI hacia la CCI).

Incluso si puede suceder que nos encontremos en una misma reunión con la FICCI, organizada por otros grupos, las medidas que mantenemos ante está son a la medida de la nocividad de su comportamiento político, como ilustre la prohibición que se les ha hecho de participar en nuestras reuniones públicas, medida que fue objeto de una toma de posición pública en nuestra prensa.

Si, en el caso del BIPR, no se puede excluir un desbloqueo de la situación actual en el caso en que, como lo hemos dicho, hubiera de su parte el reconocimiento de un problema político importante del cual él ha sido la causa, no es lo mismo para la FICCI. Al haberse fundado sobre la base de comportamientos tales como la delación, no tiene rehabilitación política posible a nuestros ojos en tanto que grupo. Y la calma en sus ataques contra la CCI, que se puede observar desde hace ya un cierto tiempo, no cambia para nada el asunto. Sin embargo, la cuestión puede plantearse de manera diferente para los individuos que la componen, para los que decidieran abandonarla haciendo la crítica de su comportamiento pasado. Pero no estamos aquí actualmente.

La imposibilidad de este proyecto de foro que ustedes proponen no impide, según nosotros, el desarrollo de buenas relaciones políticas entre nosotros, incluso evidentemente la discusión de las cuestiones divergentes. En efecto, no ponemos como condición previa al establecimiento de una tal relación entre nosotros el que ustedes compartan nuestra concepción de la defensa de una ética proletaria entre grupos proletarios, o nuestro análisis del parasitismo o incluso de la naturaleza de la FICCI (en tanto que grupo parásito).

Por otra parte, no lo hemos exigido al BIPR tampoco cuando, en el primer trimestre de 2003, cuando esta organización había ya establecido relaciones políticas con la FICCI, le habíamos hecho la propuesta, así como a los otros grupos de la Izquierda comunista, de una intervención común ante la guerra. Pueden leer a este respecto los términos de las dos cartas dirigidas a las organizaciones de la izquierda comunista que se publicaron en nuestra Revista Internacional nº 113 Propuestas de la CCI a los grupos revolucionarios para una intervención común ante la guerra .

Quedamos disponibles para responder a los cuestionamientos que esta carta pudiera suscitar por su parte o para entablar una discusión sobre tal o cual cuestión política que les preocupe, ya sea mediante debate interno o bien bajo la forma de debate en la prensa, si este le puede interesar al lector. Por lo demás, cuidaremos en hacerles llegar regularmente nuestras publicaciones.

Reciban queridos camaradas, nuestros saludos comunistas.

La CCI.


Boletín Comunista 48 - Fracción Interna de la CCI