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Presentación

1. Crisis, amenazas guerreras: un año decisivo

En el momento de la publicación del número 45 de este boletín, la situación internacional adquiere un aspecto cada día más dramático y tenso. Al mismo tiempo que los efectos de la crisis se hacen sentir de manera terrible en términos de despidos, cierres de empresas, al mismo tiempo que la recesión se precisa cada vez más, al mismo tiempo que los anuncios de “planes de reestructuración” se multiplican y afectan a todos los sectores de la economía y a todos los países; al mismo tiempo que todo eso, las tensiones guerreras se acrecientan y la situación en la Franja de Gaza es sólo el ejemplo más terrible, el más mediatizado y el más visible de una preparación guerrera que concierne al conjunto del planeta.

África conoce, una y otra vez, conflictos más o menos localizados que implican a un número creciente de actores locales e internacionales; India y Paquistán reinician periódicamente el peligroso juego de los atentados y las amenazas de réplicas militares masivas en nombre del combate contra la amenaza terrorista; en cuanto a Rusia, sigue avanzando sus peones estratégicos en una parte de lo que fue su “zona”.

Por otro lado, Irak se mantiene a sangre y fuego, al grado que los “atentados suicidas” y las “operaciones de limpieza” de las fuerzas de la coalición se han vuelto casi banales a pesar del número de muertos y heridos que entrañan. Afganistán es también el teatro del mismo tipo de situación y todo deja pensar que este país no está cerca de terminar con la barbarie guerrera; en efecto, el nuevo presidente estadounidense, el tan “popular” y tan “diferente” y “pacifista” Barak Obama ha declardo claramente que para él no era cosa de abandonar las acciones guerreras de su predecesor sino simplemente de “redesplegar” a las tropas estadounidenses de Irak hacia Afganistán, con la historia de combatir el mal desde la raíz y terminar por fin con los “terroristas islamistas” para asegurar así la “protección de los Estados Unidos” contra todas las amenazas exteriores. No hay duda de que este “redespliegue” de los EUA estará acompañado de un “redespliegue” equivalente por parte de los otros países que intervienen en el terreno afgano.

2. Sólo el proletariado tiene la solución

Es por supuesto sobre estos dos terrenos que la burguesía se ve obligada, por su sistema en putrefacción, a actuar de manera radical y rápida. Debe golpear a nuestra clase, a sus condiciones de salario y de vida, al mismo tiempo que debe preparar directamente el enfrentamiento guerrero generalizado. Es esta situación la que vamos a enfrentar en los meses que vienen y la clase será llevada a defender sus condiciones de existencia sobre el terreno reivindicativo y salarial y a oponerse, en su propio terreno, a las maniobras guerreras de la burguesía, de todas las burguesías nacionales. ¡El reto es enorme!

Y nosotros debemos y podemos tener confianza en nuestra clase. Los combates han comenzado a darse y, aunque estos parecen aún lejos de las exigencias del momento y de este reto, es sobre esta base que nuestra clase -con la intervención decidida de sus minorías comunistas- avanzará hacia una relación de fuerzas que le permitan invertir la situación a su favor.

Las cosas, por supuesto, no se darán por sí solas; el combate será difícil y probablemente jalonado por reveses, derrotas puntuales, retrocesos momentáneos más o menos profundos. El desafío para nuestra clase y para nosotros, minorías comunistas, será el saber discernir en cada situación lo que son los retos puntuales y los más globales, el de ser capaces, en cada fase de la lucha, de distinguir lo que son las posibildiades del momento y de llevarlas lo más lejos posible.

Las luchas que se anuncian serán exigentes para todos nosotros y es importante que cumplamos la tarea que la historia nos confía de manera decidida y coherente.

Por su parte, la burguesía prepara sus armas ideológicas, políticas y, más directamente, de represión por todo el mundo. Para sólo tomar algunos ejemplos, se ve cómo los arsenales jurídicos se refuerzan en muchos países (Francia, pero también Italia, Inglaterra, México, etc.); se ve cómo las fuerzas de mantenimiento del orden se modernizan y preparan, se equipan con nuevos materiales (helicópteroq que vuelan por las zonas urbanas llamadas “sensibles” en los barrios de las ciudades de varios países europeos y otros), se ven sobre todo campañas de los medios de difusión que se basan en supuestas amenazas que pesan sobre los diferentes Estados para tomar medidas cada vez más represivas contra las poblaciones.

Es también a todos estos ataques, directos o indirectos, que el proletariado deberá aprender a oponerse radicalmente. Y sólo lo podrá hacer identificando claramente sus objetivos, sus verdaderos y sus falsos “amigos”, lo que le impulsan a marchar cada vez más resueltamente hacia su fortalecimiento político, y los que le desvían hacia terrenos compasivos y moralistas bajo pretextos humanistas y democráticos. Estos últimos son los peores enemigos de nuestra clase, los defensores enmascarados de la paz social a quienes los revolucionarios siempre han combatido.

Tal es la situación como la comprendemos, y es en función de esta situación y de sus necesidades que hemos elaborado este boletín.

La hora es cada vez más claramente la de la lucha, las minorías comunistas tienen el deber de comprometerse radicalmente.

La Fracción, enero de 2009.


Boletín Comunista 45 - FICCI