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Un acomodo irracional: el capitalismo

El documento que reproducimos a continuación proviene de los Comunistas Internacionalistas de Montreal, y fue publicado en el sitio internet CMAQ.


Desde hace algunos meses, la prensa y los medios de difusión de la burguesía han lanzado una amplia campaña buscando dividir a los obreros emigrantes, los obreros quebequenses y los obreros autóctonos.

El pretexto: “acomodos racionales” para las comunidades judías y musulmanas. Por ejemplo, incluso sin ninguna organización religiosa islámica ha demandado llevar el velo durante el voto, los medios de difusión no dejan de hablar de esto. Todo este debate divisor busca hacernos olvidar que el voto es completamente inútil para los proletarios cualquiera que sea su origen. Entre los políticos, esto ha culminado con la creación de la Comisión Bouchard-Taylor que debe hacer la encuesta de Quebec. Todos, burgueses, pequeñoburgueses y obreros están invitados, como ciudadanos, a dar su opinión. Esta campaña busca alimentar las peores ideologías burguesas tales como el racismo, la xenofobia, el nacionalismo, el cada uno por su cuenta. La clase de los capitalistas solamente busca un objetivo: impedir que el proletariado afirme su solidaridad y unidad de clase internacionales. Intentando hacer creer es que los proletarios quebequenses tendrían algo qué salvaguardar, que defender contra todo los inmigrantes llegados de los países árabes o de otras partes, toda esta campaña mediática se esfuerza por hacer olvidar que la situación de los inmigrantes (ver nota al final del artículo) forma parte del ser mismo de la clase obrera, de la miseria de su propia condición como clase explotada.

Incluso hemos escuchado a la ricachona, Pauline Marois, a hablarnos de “nuestra identidad” como nación. “Nuestra identidad” es el derecho de hacernos explotar por hombres y mujeres de negocios de aquí. Las élites burguesas impedían siempre una verdadera solidaridad obrera, la cual debe superar las nacionalidades. La creencia en el Estado burgués laico como último juez de paz y de cohesión sociales, es una bagatela buena para los sindicatos. Porque, detrás de todo este debate sobre los “acomodos racionales”, está la defensa de la laicidad que es de hecho la defensa del Estado burgués y de su democracia colocada ante todo.

No está en los designios del gobierno el reducir la importancia de las religiones sino que busca por el contrario reforzarlas: es así como bajo la banderola del estado laico veremos florecer durante el otoño de 2008 cursos sobre todas las religiones en las escuelas. La religiones eran siempre el opio del pueblo.

Ante la miseria y la barbarie de este mundo en plena putrefaccion, Solanes que hay una perspectiva para la clase obrera: rechazar firmemente la lógica de la competencia y del cada uno por su lado de sus propios explotadores. Cualquiera que sea su origen, su lengua, color de piel, su religión, el proletariado no tienen ningún interés común con el capital nacional. Sus intereses solamente podrá defenderlos verdaderamente desarrollando por todas partes su solidaridad de clase internacional, rechazando dejarse dividir entre obreros emigrantes, canadienses, quebequenses o autóctonos.

Sólo la afirmación de sus intereses comunes, en la lucha, permitirá al proletariado reunir todas sus fuerzas, afirmarse como clase mundial, solidaria y unida, para abatir al monstruo capitalista antes de que éste destruya a todo el planeta.

Comunistas Internacionalistas de Montreal

CIM_ICM
C.P. 55514,
Succ. Maisonneuve,
Montréal,QC
H1W 0A1


[Nota de los CIM: De 1840 a 1930, 900,000 franco-canadienses emigraron hacia los Estados Unidos. Es pasmoso leer el informe racista de un funcionario estadounidense:

"Con algunas excepciones, los franco canadienses son los chinos de los Estados Unidos. No aportan ningún interés a nuestras instituciones civiles y políticas o a nuestro sistema de educación. No vienen aquí para establecerse entre nosotros, o para adquirir el estatuto de ciudadano y por tanto para integrarse a nosotros, sino más bien para pasar aquí algunos años como extranjeros... son obreros infatigables y dóciles... ganar lo más que sea posible indiferentemente del número de horas de trabajo, vivir en la mayor indigencia con el fin de evitar lo más posible los gastos con el fin de aumentar sus ahorros y salir del país una vez acumulados; tal es en suma el objetivo de los franco canadienses que habitan nuestras regiones industriales.” (Massachusetts Report on statistics of labor Boston 13th 1882).]


Boletín Comunista 42 - FICCI