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TEXTOS DEL MOVIMIENTO OBRERO
Extractos de la "Carta de invitación al Primer Congreso de la IC
dirigida a la Spartakusbund"

El 24 de enero de 1919, un llamado a la fundación de una nueva Internacional, la tercera, fue lanzado por varias organizaciones revolucionarias del proletariado, entre ellas los Partidos Comunistas ruso y alemán.

A continuación, publicamos la primera parte de este llamado, titulado “Los fines y la táctica”, que corresponde, como lo precisa al comienzo, al “programa” político que debería servir como “base para la nueva Internacional”.

Al publicar este documento queremos subrayar, entre otras cuestiones pero sobre todo, que es una manifestación deslumbrante de la búsqueda de unidad fundamental, tanto en el plano programático como táctico, que existía en la época entre las organizaciones políticas del proletariado, y en particular entre los dos faros que representaban el Partido bolchevique y la Spartakusbund (Liga Espartaco). Así, como lo dice sin ambigüedad el llamado, el programa propuesta fue elaborado “sobre la base de los programas de la Spartakusbund en Alemania y del Partido comunista (bolchevique) en Rusia”.

Sin embargo, nadie ignora que existían divergencias, y no menores, entre estas organizaciones.

¿No es un ejemplo a seguir, tanto desde el punto de vista del estado de espíritu, como del comportamiento, por no hablar de la conciencia clara de sus responsabilidades (totalmente opuesta al sectarismo y espíritu de capilla), lo que estas organizaciones dejaron a las generaciones de comunistas hasta ahora?


1. Los fines y la táctica

El reconocimiento de los siguientes principios establecidos bajo la forma de programa y elaborados a partir de los programas de la Liga Espartaco en Alemania y del Partido Comunista (bolchevique) de Rusia, debe en nuestra opinión servir de base a la nueva internacional.

  1. El periodo actual es el de la descomposición y hundimiento de todo el sistema capitalista mundial, y será el del hundimiento de la civilización europea en general si el capitalismo, con sus contradicciones insuperables, no es vencido.

  2. La tarea del proletariado consiste ahora en apoderarse del poder estatal. La toma del poder estatal significa la destrucción del aparato estatal de la burguesía y la organización de un nuevo aparato del poder proletario.

  3. El nuevo aparato del poder debe representar la dictadura de la clase obrera, y en ciertos lugares la de los campesinos y obreros agrícolas, es decir que debe ser el instrumento del derrocamiento sistemático de la clase explotadora y el de su expropiación. No la falsa democracia burguesa -esa forma hipócrita de la dominación de la oligarquía financiera- con su igualdad puramente formal, sino la democracia proletaria, con la posibilidad de realizar la libertad de las masas trabajadoras; no el parlamentarismo, sino la autoadministración de esas masas por sus organismos elegidos; no la burocracia capitalista, sino órganos de administración creados por las mismas masas, con la participación real de las masas en la administración del país y en la actividad de la construcción socialista, todo esto debe ser el tipo de Estado proletario. El poder de los consejos obreros o de las organizaciones obreras es su forma concreta.

  4. La dictadura del proletariado debe ser el instrumento de la expropiación inmediata del capital, de la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y de su transformación en propiedad social. La socialización (por ello se entiende la abolición de la propiedad privada, que es remitida al Estado proletario y a la administración socialista de la clase obrera) de la gran industria y de los bancos, sus centros de organización; la confiscación de las tierras de los grandes terratenientes y la socialización de la producción agrícola capitalista; la monopolización del comercio; la socialización de los grandes inmuebles de las ciudades y de las grandes propiedades rurales; la introducción de la administración obrera y la centralización de las funciones económicas en manos de los organismos que emanan de la dictadura proletaria; he ahí los problemas esenciales del momento.

  5. Para la seguridad de la revolución socialista, para su defensa contra sus enemigos extranjeros e internos, para la ayuda a las demás fracciones nacionales del proletariado en lucha, etcétera, son necesarios el desarme completo de la burguesía y de sus agentes, y el armamento general del proletariado.

  6. La situación mundial exige ahora el contacto más estrecho entre las diferentes partes del proletariado revolucionario y la completa unión de los países en los cuales ha triunfado la revolución socialista.

  7. El método fundamental de la lucha es la acción de masas del proletariado, incluida la lucha abierta a mano armada contra el poder de Estado del capital.

Boletín Comunista 41 - FICCI