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Presentación

Además de un artículo sobre la crisis llamada de las "subprimas", y de otro que aborda la intervención de la fracción en México en una situación social muy tensa desde hace algunos meses,1 este boletín tiene como eje fundamental lo que fundamenta la actividad (e incluso, puede decirse, la razón de ser) de la fracción; a saber, el trabajo de reagrupamiento de las fuerzas comunistas por un lado, y el combate contra el oportunismo por el otro. Se entiende y es evidente que éstas son dos caras del mismo combate.

1 – Análisis e intervención

Respecto a la explosión de la burbuja de las "subprimas", nos esforzamos por poner en perspectiva el severo sobresalto del verano, de mostrar que se trata, de hecho, de un nuevo episodio de la crisis de sobreproducción que conoce el capitalismo desde hace ya décadas. Se trata también de volver sobre lo que significa, para los comunistas, el análisis de la evolución económica del capitalismo.

Sobre la otra vertiente, por decirlo así, de la actividad de los comunistas, damos un panorama de la situación social en México, de cuáles son las perspectivas y necesidades de los proletarios en términos de orientaciones políticas generales. En suma, de lo que es la tarea específica de la vanguardia revolucionaria. Nuestra fracción ha intervenido en varias ocasiones en este país y, en la medida de nuestras fuerzas y medios, hemos hecho lo posible para responder a los cuestionamientos de los proletarios, hemos impulsado el debate, denunciado las falsas vías planteadas por la izquierda y la extrema izquierda capitalista estilo APPO; hemos defendido la posición comunista en una situación de combatividad obrera.

2 – Reagrupamiento, combate contra el oportunismo

En el marco de nuestro combate permanente por el reagrupamiento de las energías revolucionarias, publicamos dos correos, así como las reflexiones que estos nos inspiran.

Los CIM (Comunistas Internacionalistas de Montreal) de Canadá, cuyos militantes fueron apartados de la corriente política de la cual se sentían más próximos (se trata del BIPR, el lector lo habrá comprendido), han tomado contacto con nuestra Fracción desde hace algún tiempo. Hemos animado a los camaradas a superar sus reacciones iniciales, les hemos expresado nuestra concepción del reagrupamiento en el periodo actual y hemos insistido especialmente en el hecho de que el BIPR es el único polo de reagrupamiento serio actualmente, que no se trata de trabajar fuera o contra éste. Lo que no significa, evidentemente, someterse o aceptar las posiciones a las que no se adhiere.

Nos complace poder decir que nuestra concepción ha sido comprendida y aceptada por los camaradas del CIM.

Un joven camarada de Grecia, que tiene correspondencia con nosotros desde hace algunos meses, considera, actualmente, encontrarse más cerca de las posiciones del BIPR. Lejos de resentir alguna molestia, saludamos esta postura cuya raíz se encuentra en la voluntad de este camarada de implicarse en forma militante en un marco político fiable.

En ambos casos resaltamos la voluntad “primordial”, por decirlo así, fundamental, de llevar a cabo la discusión con los pocos grupos que ofrecen a la vez un marco político serio y una apertura al debate.

Tenemos la convicción profunda de que este tipo de situación debe conducir al campo proletario, y en particular al BIPR que están en el centro de éste actualmente, a afinar su política de reagrupamiento, a precisarla.

Frente a este proceso, -difícil, pero viviente y en progreso-, no puede uno sino alarmarse ante las últimas evoluciones de la CCI actual, gangrenada por el oportunismo de forma cada vez más evidente.

Los informes del 17° congreso de la CCI son para quedarse atónitos (ver en este boletín nuestra crítica de este congreso). ¡Y esto a pesar de que la dirección liquidacionista actual nos había habituado a lo peor!

Es, pues, a nuestros camaradas que aún se encuentran en la CCI actual que queremos dirigir el final de esta presentación.

¡Camaradas!

¿Tienen verdaderamente conciencia de lo que han votado, validado, avalado en este congreso?

¿Piensan sinceramente que “la cultura del debate”, de la que nos machaca las orejas el informe del congreso, sea compatible con la prohibición de palabra para los militantes en desacuerdo sobre puntos esenciales (tal como lo estamos nosotros, los de la Fracción Interna)?

¿Han caído en una amnesia tal como para haber olvidado los numerosos episodios de combate político que han sido llevados en la CCI, y que los dirigentes liquidacionistas cubren hoy con un velo tan púdico como mentiroso de errores de juventud?

¿Se han vuelto tan ingenuos como para avalar la instauración de una Comisión de Investigación permanente, de un Big Brother a escala menor, pero cuyo papel no puede ser otra cosa que el de la instauración de “la desconfianza de todos contra todos”, como modo de vida de la organización?

¿Por lo menos han considerado lo que significa un cambio de estatutos en la CCI, sobre todo en el sentido en el que se hace ahora?

En una palabra, camaradas ¿Han decidido concientemente no ser ya militantes comunistas en el sentido en el que la CCI original nos había enseñado a serlo?

Para terminar con este punto, camaradas, les decimos, una vez más que, quienes aún conserven aunque sea una pequeña parte de las convicciones y de la “formación política” que hemos compartido, no pueden, no deben continuar sobre el camino desastroso que los liquidacionistas les imponen.

La lucha contra la degeneración es aún posible, aún necesaria.

La Fracción.


Nota:

1 Durante la manifestación del 2 de Octubre en México, difundimos unos mil volantes, y tuvimos varias discusiones con trabajadores. No reproduciremos el volante en este número; señalamos solamente que retoma los ejes de nuestro análisis sobre la situación económica presentada en este boletín y llama a la lucha obrera.

Boletín Comunista 41 - FICCI