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Solidaridad con los obreros de Volkswagen:
¡Contra el nacionalismo y la lógica de la ganancia!

A continuación reproducimos un volante que los camaradas del Gruppe Internationaler SozialistInnen de Alemania han difundido ante el desencadenamiento de la huelga “espontánea” en la fábrica de Volkswagen de Bruselas (Bélgica) luego del anuncio de supresión de miles de empleos en noviembre de 2006. Este grupo, que se reivindica “de la experiencia y adquisiciones teóricas de la Liga de los Comunistas, de la Primera, Segunda y Tercera Internacionales y de las corrientes de la Izquierda Comunista”, discute desde hace varios años con el BIPR. Para conocer más ampliamente las posiciones del GIS su puede visitar su sitio Internet http://www.gis.de.vu/ .
Los camaradas distribuyeron el volante en varias ciudades del país. Su toma de posición se sitúa sin ambigüedad del lado de la lucha obrera y de los intereses obreros y, por ello, hemos considerado útil reproducirlo y darlo a conocer en otras lenguas. Al denunciar las maniobras de los sindicatos y de la dirección de la empresa, el volante llama a la solidaridad internacional de los trabajadores y a estos últimos a tomar el control de su lucha.
Llama también a “una lucha de defensa, internacionalmente organizada, de todos los empleos”. Detrás de esta formulación, se puede entender que los camaradas defienden la idea de una extensión internacional e el interior mismo de la empresa Volkswagen. Sin volver aquí sobre las experiencias de las luchas de los años 1970 y 1980, esta cuestión de “la extensión en el interior de la empresa más allá de las fronteras” fue ya planteada durante la huelga –también espontánea y contra las consignas sindicales- de los obreros de Opel en Bochum (ver nuestros boletines 28 y 29, noviembre y diciembre de 2004).
Para nosotros, la búsqueda prioritaria, si no es que exclusiva, de la extensión “internacional” en el interior de la empresa no nos parece la más adecuada, no solamente porque puede participar en el encerramiento de los obreros en el corporativismo, sino también porque, actualmente, la realización práctica, la organización concreta y el control de este tipo de extensión no puede sino escapárseles de las manos a los trabajadores. ¿Cómo los obreros de Bruselas habrían podido organizar por ellos mismos y controlar la extensión a las fábricas alemana, española y portuguesa de la VW? Los sindicatos e izquierdistas no se equivocan, por otra parte, cuando se vuelven los apóstoles de este tipo de extensión. La verdadera extensión, la que exige y permite el control por los trabajadores de su lucha, es la que busca ante todo la solidaridad y entrada en lucha de los trabajadores de las empresas aledañas, es decir prioritariamente en el plano geográfico, la que precisamente rompe con todo tipo de corporativismo…
Tal era exactamente la alternativa ante la cual los obreros de Opel se encontraron en octubre de 2004, cuando la ciudad de Bochum vivió manifestaciones masivas de la población obrera de otras empresas, mientras que los izquierdistas y sindicalistas de base llamaban a la extensión de la huelga a la fábrica Opel de… Suecia.
Enero de 2007.


El pasado 17 de noviembre, la dirección de la empresa Volkswagen (VW) anunció su decisión de suprimir la producción del “Golf” en Bruselas y de repartirla en las fábricas de Mosela y de Wolfsburg. Como consecuencia, 4,000 puestos de trabajo fueron sacrificados en Bruselas. Además, varios miles de empleos están amenazados en las empresas subcontratantes como Meritor y Johnson Control; sin olvidar los que son amenazados en VW Pamplona (España) y VW Palmela (Portugal).

Ante este ataque de la dirección de VW, los obreros de Bruselas han reaccionado de la manera más apropiada: Sin esperar las directivas eventuales de los sindicatos, espontáneamente se han puesto en huelga y han ocupado la fábrica. Las principales vías de acceso han sido cerradas y el servicio de seguridad así como los policías de civil han sido echados de las asambleas del personal. Desde entonces los obreros están en lucha por su empleo y más ampliamente contra la degradación de sus condiciones de vida, que son en todas partes atacadas por la patronal.

Como es habitual, los medios de difusión burgueses hacen todo lo posible para desacreditar la lucha de los obreros y presentarla como una revuelta desesperada contra una suerte casi ineluctable. Es por ello que es tanto más importante ahora para nosotros, informar por todas partes sobre la realidad de esta lucha, en las fábricas, en las escuelas y universidades, en los barrios, con el fin de solidarizarse con los obreros en lucha y apoyarles.

¡El ataque contra los obreros de Bruselas es un ataque contra todos nosotros! ¡Su lucha es nuestra lucha!

El anuncio de la “reestructuración” de la producción en Bruselas no es más que el primer signo de un “programa de recuperación” anunciado por la empresa VW desde hace mucho tiempo. Sistemáticamente, ha enfrentado un lugar contra otro; ha chantajeado al conjunto de los personales para imponer reducciones de salario, aumentos del tiempo de trabajo y despidos. Ahora, utiliza la convención de acuerdo salarial firmado por la fábrica de Alemania, que prevé aumentos de tiempo de trabajo drásticos y reducciones salariales, para atacar a los obreros de Bruselas. Mañana, se basará en un similar compromiso podrido para atacar a los obreros de otros lugares. Esta competencia de quién se vende más barato –organizado en perfecta armonía por los sindicatos, los comités de empresa y la dirección- conduce directamente a una mayor miseria.

Es evidente que ataques que se llevan a cabo en empresas de la amplitud de VW solamente pueden ser enfrentados mediante una estrategia internacional. No a través de la cogestión sindical. ¡Es indispensable una lucha de defensa, internacionalmente organizada, de todos los empleados!

La política de los sindicatos y comités de empresa se opone a esta perspectiva. En este momento, hacen todo lo posible para impedir un movimiento de lucha real. Las historias que relatan sobre las negociaciones y sobre la compensación muestran que ellos han aceptado las necesidades planteadas por los patrones desde hace mucho tiempo. A pesar de toda la retórica y de los numerosos discursos del domingo, su “preocupación” es siempre la del interés “nacional” actualmente en juego y no el de los obreros. Su lógica, en última instancia, ¡es siempre la lógica de la ganancia y la explotación! Los falsos amigos son frecuentemente los peores enemigos. El que se hace defender por tales amigos, ya ha perdido. En lugar de aceptar, una vez más, la política de los representantes sindicales, es indispensable tomar la lucha en sus propias manos y generalizarla más allá de las fronteras. La lucha contra la supresión de empleos y contra el robo salarial exige la ruptura política con todas esas ideologías que, buscando “reconciliar” los intereses de los obreros con los de la burguesía, los someten a esta última; ya sea en nombre de la “nación”, de “las buenas relaciones sociales” o de la “razón económica”. Mundialmente, el capitalismo no puede ofrecer otra cosa más que mayor explotación, mayor miseria y la guerra. Solamente fuera y contra el marco nacional de los sindicatos, y sobre la base de la autoorganización proletaria y de una perspectiva socialista internacionalista, será posible poner fin a este sistema.

¡Por una sociedad sin clases y sin Estado!

Gruppe Internationaler SozialistInnen

http://www.gis.de.vu


Fracción interna de la CCI - Boletín Comunista (Nº 38)