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Medio Oriente:
Las masacres en el sur de Líbano y el norte de Israel al servicio de
la potencia imperialista estadounidense

La mayoría de los textos de este número del boletín estaba ya realizada cuando inició la ofensiva israelí a mediados de julio.

No podemos dar aquí un análisis completo y detallado de la situación, pero nos parece indispensable indicar los ejes esenciales.

Según la “versión oficial” que los medios de difusión burgueses vierten ininterrumpidamente, Israel habría reaccionado ante los ataques constantes del partido Hezbollah desde el sur de Líbano. El secuestro de un soldado del ejército israelí habría decidido a Olmert a dar una lección a este “grupo terrorista” incluso en territorio libanés si fuera necesario.

Siempre según esta versión, todos los países occidentales (además de Rusia) estarían de acuerdo en el fondo –“¡la necesidad de combatir al terrorismo!”- y los “matices” entre unos y otros serían sobre el método, la manera y la amplitud del ataque israelí. Por otra parte, algunos (Francia especialmente) estarían preocupados prioritariamente por la protección e “independencia” del Líbano, mientras que otros (Estados Unidos e Israel, por ejemplo) estarían más bien dedicados al retorno de Líbano a cierta neutralidad y por tanto al desmantelamiento de Hezbollah y otras milicias.

La realidad es mucho más prosaica y los grandes y bellos sentimientos no tienen ningún lugar, si no es como soportes hipócritas y falsos de las campañas “pacifistas” y “humanitarias” de unos, como el acento dado a las justificaciones de las masacres perpetradas por los otros. Las baladronadas de Hezbollah que lanza sus cohetes y misiles sobre el norte de Israel son evidentemente pan bendito para Irán y Siria que sin duda cuentan con ellas para reforzar su juego regional. Pero el hecho principal y determinante es la reafirmación de la tutela de Estados Unidos sobre un Líbano en el que la influencia de varias potencias rivales de los EUA (Francia, Alemania, Rusia sin duda, etc...) comenzaba a hacerse sentir (nuevamente) de manera notable. El ejército del Estado israelí ha sido puesto en acción, no esencialmente para “meter en cintura” a Hezbollah, sino para echar abajo todas las bases concretas y todos los elementos materiales de Líbano que autorizaran y justificaran la presencia e influencia de los competidores de los Estados Unidos en la región (1).

Bombardeos aéreos intensos, destrucción de infraestructuras (carreteras, puentes, edificios públicos, etc.) no corresponden, evidentemente, al objetivo afirmado de destruir a Hezbollah o al menos volverlo inoperante y, accesoriamente liberar a los soldados israelíes en manos de las milicias musulmanas. En cambio, estos actos guerreros (así como una eventual intervención terrestre) se explican perfectamente en la óptica de hacer de Líbano un territorio arrasado, en el que los imperialismos competidores no tengan puntos de apoyo para llevar a cabo su política regional.

Las mujeres, niños y ancianos libaneses que mueren bajo las bombas israelíes, así como las mujeres, niños y ancianos israelíes que mueren bajo los misiles de Hezbollah, lo deben fundamentalmente a la ofensiva imperialista de los Estados Unidos que quiere asegurar su dominio sobre la región y a la respuesta de los imperialismos francés, alemán, ruso, etc. que hacen todo lo posible para defender sus posiciones estratégicas locales.

Una vez más, los hechos nos muestran que la bipolarización imperialista del mundo prosigue su camino... su camino sangriento.

22 de julio de 2006.



Notas:

1 A los lamentos interesado de un Douste-Blazy, que visita actualmente las capitales árabes, militante del “alto a la violencia (“Si no se hace, será la destrucción del Estado libanés”), responde el entusiasmo triunfante, no velado de una Condoleezza Rice que ve en la situación abierta con la intervención militar de Israel “el nacimiento de un nuevo Medio Oriente”.


Fracción interna de la CCI - Boletín 36