Ciclo “crisis-guerra-reconstrucción” y decadencia del capitalismo o “tercera vía y Descomposición?

La lógica en la cual está empeñada la dirección liquidacionista de la CCI es implacable. Cada tentativa para justificar una traición política anterior solamente pone en mayor evidencia el abandono de las posiciones marxistas y proletarias por parte de la pequeña camarilla de liquidadores.

Así, luego de haber echado por la ventana la alternativa de guerra o revolución con su concepción de la “tercera vía”, abierta por la descomposición, es ahora el ciclo crisis-guerra-reconstrucción el que los oportunistas tiran al cesto de basura. ¡No inventamos nada! Solamente volvemos la vergüenza más vergonzosa librándola a la publicidad (según la expresión de Marx).

1 – Los férreos fundamentos de la concepción marxista de la verdadera CCI

"Es así como desde 1914, el capitalismo en declive vive siguiendo un ciclo de crisis, guerra, reconstrucción. Es en este ciclo de barbarie permanente y generalizada que debemos enmarcar la crisis actual [...]

Cualquiera que sea la velocidad con que la crisis se desarrolle, es desde el presente la preocupación principal de toda la sociedad y en primer lugar de la clase obrera. La intervención de los revolucionarios en su clase debe tener como objetivo principal el poner en evidencia cómo este nuevo hundimiento de la economía capitalista, al mismo tiempo que pone cada vez más que nunca en evidencia la NECESIDAD HISTÓRICA de la revolución comunista mundial, crea la POSIBILIDAD de su realización” (las mayúsculas son del original).

Esto es lo que decía la CCI al final de los años 1970, en un documento esencial y fundador, ya que se trata del folleto “La decadencia del capitalismo”. Lo que dice es claro y preciso: la decadencia del capitalismo se caracteriza por el ciclo crisis-guerra-reconstrucción, y este ciclo es precisamente el marco en el que debe situarse la crisis.

Incluso se traza, ya en esa época, la consecuencia que los revolucionarios deben destacar, en su intervención en el interior de su clase, de que la crisis económica relanza de manera práctica e inmediata la alternativa histórica “guerra o revolución” y por tanto abre la posibilidad concreta de la revolución comunista.

2 – Los yerros actuales de los oportunistas

"9. En la decadencia, las contradicciones económicas impulsan al capitalismo a la guerra, pero la guerra no resuelve esas contradicciones. Al contrario, las profundiza. En todo caso, el ciclo crisis-guerra-reconstrucción ha terminado y la crisis ahora, en la incapacidad de desembocar en la guerra mundial, es el factor primordial de la descomposición del sistema. Sigue pues impulsando al sistema hacia su autodestrucción.”

Tal es lo que escribe ahora la CCI oportunista en la tesis 9 de su resolución sobre la situación internacional para su 16º congreso.

¿Puede esta CCI dar realmente una explicación a este pequeño pasaje según el cual “el ciclo crisis-guerra-reconstrucción ha terminado”, además del sibilino “en todo caso” 1?

Nuestra fracción, desde hace meses, no deja de repetir que la teorización absoluta de la noción de descomposición (es decir vista como totalizante y definitiva) ¡solamente podía conducir al rechazo del concepto de decadencia! Y he aquí una prueba complementaria. Porque nadie puede equivocarse: decir que el ciclo crisis-guerra-reconstrucción “ha terminado” significa exactamente que no estamos ya en la fase de decadencia del capitalismo.

En cuanto a las consecuencias inmediatas de esta descomposición, la misma resolución da una ilustración que no puede ser más explícita en su tesis 6: “Así, incluso si la guerra mundial no constituye la amenaza concreta para la humanidad que fue durante la mayor parte del siglo XX, la alternativa socialismo o barbarie sigue siendo tan urgente como lo era. De cierta manera, es más urgente porque la guerra mundial exige la movilización activa de la clase obrera, y ésta actualmente se halla ante el peligro de ser progresiva e insidiosamente hundida en una especie de barbarie rampante...”

Esto es lo que se puede calificar como “pensamiento flojo”, como triunfo del esquivar, si no es que de la hipocresía: la guerra mundial no es una amenaza ahora (por qué no decir francamente que no lo es ya porque la descomposición triunfante, al acentuar cada día más el “cada uno para sí” a nivel imperialista y al llevar progresiva y rápidamente a la sola multiplicación de las manifestaciones incoherentes de una “rampante” barbarie capitalista, solamente puede eliminarla definitivamente en tanto que perspectiva histórica potencial?); en cuanto a la clase obrera, que “se halla ante el peligro de ser progresiva e insidiosamente hundida”, el oportunismo no dice nada claro sobre lo que puede hacerla salir de esta situación. ¿Cómo entonces se puede alertar a esta clase sobre la extrema urgencia de “la alternativa socialismo o barbarie” si, en tanto que única fuerza social capaz de ofrecer una perspectiva viable a la humanidad, ésta tiene cada vez menos los medios para ello?

El oportunismo actual no ve (o no quiere ver) la preparación activa de la guerra generalizada en la cual está comprometida la burguesía mundial desde hace varios años, especialmente a través de su monstruosa propaganda antiterrorista cuyo objetivo central es el enrolamiento del proletariado; no ve nada de los enfrentamientos entre potencias, e incluso entre polos imperialistas adversos, a través de los actos terroristas; finalmente, no ve gran cosa de lo que se opone ya actualmente a esta marcha infernal, es decir, de las reacciones significativas del proletariado desde algunos años.

No ver ya en la situación más que los efectos de la “descomposición” conduce a rechazar, de hecho, la noción de decadencia. Ésta, que es una de las piedras de toque del programa de la verdadera CCI, es despedazada cada día un poco más: es lo que se ve ahora con el abandono del ciclo crisis-guerra-reconstrucción. Cuestionar este ciclo conduce a desertar el terreno de clase y, a plazo, a participar, al lado de las fuerzas burguesas, en el desarme del proletariado.

Tal es la lógica de la CCI actual; ¡tal es la lógica del oportunismo!

La Fracción Interna de la CCI, agosto 2005.


Nota:

1 Animamos en particular a los militantes y simpatizantes sinceros de la CCI a retomar paralelamente estos dos textos para juzgar sobre su continuidad o distanciamiento político, si no es que de su oposición cada vez más flagrante. De cualquier modo, la dirección actual de la organización debería tener el valor de proponer modificaciones significativas y claras al nivel de los textos básicos (Plataforma, folleto sobre la decadencia, etc.) y esto, por lo menos, respecto a la alternativa histórica y el fin de los ciclos de crisis-guerra-reconstrucción.


Fracción interna de la CCI - Boletín 32