¿La posición de la CCI sobre la reelección de Bush?
¡George Bush no era el presidente que quería la burguesía americana!
Pero la descomposición ha pasado por allí...

La revista norteamericana de la CCI, Internationalism 132 (nov.-dic. 2004), publica una toma de posición sobre la reelección de G. Bush que, en lo esencial, es retomada por Revolutión International 352 (no dudamos que toda la prensa de la Corriente lo repita). Mostrar el conjunto o incluso parte de las contradicciones y “argumentos” circulares u opuestos que se presentan en Internationalism nos llevaría muy lejos, con el riesgo de perder al lector. Limitémonos, pues, a lo esencial. ¿Qué dice este artículo?

¡La burguesía americana no controla ya su juego electoral! ¡Hasta el punto de dejar que se mantenga un presidente cuyo “mantenimiento se había vuelto insostenible”!

El resultado de las elecciones no es el que quería la burguesía americana. ¿Qué presidente quería la burguesía americana según la CCI de los liquidadores? “No es más que a partir de mediados de septiembre que se ha podido discernir una preferencia por la elección de Kerry”. Muy rápido en el artículo, esta preferencia se vuelve incluso un “consenso” pues “el programa de Kerry coincidía con la visión de una mayoría creciente en el interior de la burguesía” y “el mantenimiento de Bush en el poder se había vuelto insostenible” ¨[made Bush’s continuance in office untenable?]. esta tesis es retomada más discretamente y de manera menos caricatural, en Revolution Internationale 352 de diciembre: “Sin embargo, el hecho de que el candidato que escogió no haya sido elegido (...) constituye una expresión del debilitamiento de la potencia americana”.

Este debilitamiento de la burguesía americana –históricamente considerable si se tiene en cuenta que se trata, por mucho, de la mayor potencia del mundo- es el resultado de la... descomposición. “La clase dominante americana se encuentra confrontada a dificultades crecientes en su capacidad para manipular el circo electoral (...) Como la descomposición continúa acelerándose, la clase dominante americana se une con otras naciones capitalistas como Francia en sus dificultades para controlar el circo electoral” (dejamos también de lado el supuesto nivel, elevado aparentemente, de descomposición de la burguesía francesa...).

El lector podrá constatar con nosotros en qué lamentable estado se encuentra la burguesía americana. Si creemos en la actual CCI, aquélla no controla ya gran cosa, hasta el punto de no poder impedir la llegada al poder de un presidente cuyo “sostenimiento”, sin embargo, “se ha vuelto insostenible”. No es con la de Francia que la CCI del oportunismo debería comprar la situación americana, sino como la de Ucrania.... No es con Chirac con quien hay que comparar a Bush, sino con Koutchma y su elegido... Excepto que estos últimos se verán sin duda obligados a abandonar el poder. En pocas palabras, la cosa sería peor que Ucrania.

¡La “Razón” y la “Lucidez” votaron por Kerry!

¿Cómo fue posible tal impotencia, según la Liquidación? Primero, el “consenso” llegó muy tarde. Pero sobre todo a causa del “crecimiento y cohesión de la Derecha fundamentalista (...) que plantea serias dificultades a la clase dominante. (...) Este segmento del electorado se ha mostrado impermeable a la manipulación mediática sobre las cuestiones esenciales de campañas tales como la economía, la guerra, la política internacional (...)”. Una vez más, como no carcajearse al reproducir tales tonterías, ¿sobre todo cuando provienen de personas que se pretenden comunistas? Tanto más por cuanto son retomadas por Revolution International: las motivaciones electorales de una mayoría de los electores americanos fueron determinadas por factores que apelaban a todo, salvo a la razón y la lucidez(¡! - subrayado por nosotros). Y estos son los mismos que todavía osan reivindicarse de Lenin y de la... plataforma de la CCI. Y RI concluye que “la irracionalidad, producto del miedo y la impotencia, ha dominado estas elecciones”. En otros términos, si el elector americano hubiera mantenido la “razón y lucidez”, Kerry hubiera sido elegido. Esto es exactamente lo mismo que dice la prensa burguesa internacional de “izquierda”, con el New York Times a la cabeza.

¿Es que los militantes de la CCI no se dan cuenta de la apertura hacia la revisión de una posición de principio de la CCI sobre la cuestión electoral que se anuncia aquí? ¿Pero sobre qué se basa ahora la posición política sobre la no participación de los obreros y de los comunistas en las elecciones y la democracia burguesa? Solamente en la “fe”, en un principio abstracto que se contradice cuando intentan explicar la realidad. ¿Pero no es exactamente el miso caso de los anarquistas?

¿Razón y lucidez?” ¿En el capitalismo? ¿En una sociedad dividida en clases? ¿Con un poder y dictadura de clase burguesa? ¿De qué hablan? “Plantear así el problema, fuera de la cuestión de clases, pretendiendo considerar al conjunto de la nación, es propiamente burlarse de la doctrina fundamental del socialismo, a saber la doctrina de la lucha de clases, aceptada de palabra, pero olvidada en los hechos por los socialistas que han pasado al campo de la burguesía” (Tesis de Lenin sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado, I° Congreso de la Internacional Comunista).

Cada vez que los camaradas de la CCI intentan meter la realidad de los sucesos actuales en el marco de la descomposición, (perdón, hay que escribir Descomposición), sus argumentos son retomados de los de la burguesía y su método los conduce a abrir y atravesar las puertas de la revisión de los principios y las posiciones de clase. El resultado da una comprensión y sobre todo una orientación de intervención completamente opuestas a las necesidades del proletariado en la situación histórica actual.

La mistificación electoral en retroceso... Un fracaso de la burguesía americana...

Según los camaradas americanos, la clase dominante americana tenía dos imperativos: “tenía necesidad de hacer revivir y reparar la credibilidad de la mistificación electoral (...) después de la debacle de la elección del 2000; tenía necesidad de ajustar la división del trabajo político capitalista entre los principales partidos políticos (...)”.

Recordemos, lo que hace también el artículo, que no hubo impugnación al resultado de las elecciones, que el margen entre los dos candidatos se elevó a 3 millones de votos a favor de Bush, y que la participación en las elecciones no había sido nunca tan masiva. Podríamos concluir, pues, que la burguesía ha logrado su golpe en el plano de la mistificación democrática y que controló perfectamente el proceso electoral. ¡Pero no! No fue así: “a pesar de la fuerte participación y de la actitud responsable de Kerry, la mistificación democrática nuevamente sufrió [still suffered] un serio retroceso para la burguesía. Entre grandes sectores de la población la campaña de “no importa quién excepto Bush”, se ha vuelto una verdadera cruzada, una oportunidad para corregir una seria equivocación política en la historia política americana (...) El fracaso de la campaña de los medios de difusión burgueses para modificar la división del trabajo político a favor de los demócratas ha provocado una frustración ampliamente difundida, incluso depresiones, sobre cómo tal movimiento democrático pudo haber fracasado en desalojar a un presidente impopular”.

El dogma de la descomposición lleva inevitablemente al rechazo de las posiciones de base de la CCI

¿Cómo es posible que los camaradas hayan olvidado tan rápidamente las posiciones de la verdadera CCI? En este caso, ¿Cómo pueden echar por la borda de esta manera las adquisiciones de los debates internos de los años 1970 y 1980 sobre el juego político de la burguesía? ¿Cómo pueden haber olvidado los debates de los años 1970 sobre Portugal, sobre el juego derecha–izquierda en el poder o en la oposición? Una vez más, son los mismos argumentos, la división de la población americana y la desesperación de una de sus partes, que utiliza la prensa burguesa de izquierda. Peor incluso, es exactamente lo mismo que señaló Kerry en su discurso postelectoral en el que reconocía su derrota.

¿Cómo es posible que, por el contrario, no vean que estas elecciones han sido un éxito importante para la burguesía americana? Que la mistificación democrática y electoral ha salido reforzada y credibilizada. Que la política imperialista americana ha salido reafirmada y lanzada a la cara de los rivales imperialistas como un desafío. Cómo es posible que no vean que el hecho de que “la América profunda, los sectores rurales, sumidos por los efectos de la crisis en la miseria creciente, en la desmoralización y en la ausencia total de perspectivas han sido particularmente permeables a los temas místicos, permitiendo diabolizar al extranjero (¡el musulmán fanático!) como el responsable de todos los males” (Revolutión International) significa que ha sido particularmente sensible a un lenguaje nacionalista y guerrero. Cómo es posible que no vean que el hecho de que otra franja importante de la población americana haya sido particularmente sensible, antes, y sin duda alguna más ahora después de las elecciones, a los temas “antiguerra”, pacifistas, democráticos, “de izquierda”, participa en la creación de las mejores condiciones para el establecimiento de un movimiento pacifista y de izquierda; es decir, sobre los temas y en un terreno burgueses. ¿Cómo es posible que no vean que estos dos fenómenos constituyen precisamente el establecimiento de un dispositivo político del cual tiene necesidad el aparato de Estado de la burguesía americana para comprometerse de manera todavía más decidida determinada en su política imperialista y guerrera? No tenemos aquí precisamente las condiciones políticas clásicas de una falsa oposición –guerra o pacifismo-, sobre falsos terrenos –la paz posible en el marco del capitalismo-, para intentar arrastrar al conjunto de la población, y particularmente a la clase obrera. ¿No es ésta la configuración política clásica para imponer la dinámica hacia la guerra imperialista a la clase obrera americana? Excepto que se crea que el pacifismo burgués, incluso radical, el que se va a desarrollar con el resultado de estas elecciones, no sea el arma principal de la burguesía para llevar a la clase obrera al terreno de la guerra imperialista, detrás del Estado burgués... Otra puerta oportunista que se abre... en relación al internacionalismo proletario.

Inevitablemente la deriva oportunista y revisionista prosigue y se acelera. Se encuentra también en la intervención de la sección alemana durante la huelga de Opel en Bochum del 14 al 25 de octubre de 2004 (ver nuestro boletín 29). Allí también el abandono de las posiciones de base de la CCI es fenomenal y nos deja atónitos, aún si confirma -¡y hasta qué punto!- el sentido de nuestro combate de fracción.

Diciembre 2004.

Fracción interna de la CCI - Boletín 30