Publicamos a continuación un artículo de los camaradas del exNCI actualmente Círculo de Comunistas Internacionalistas, de Argentina, sobre la lucha de los desempleados. Evidentemente, ellos se apoyan en la experiencia de los “piqueteros” argentinos para afirmas líneas y orientaciones generales en cuanto al combate de clase que esta fracción de la clase obrera debe llevar a cabo. Hay diversos puntos que discutiremos con los camaradas, y con los cuales no estamos de acuerdo. Por ejemplo, la afirmación del texto según la cual “el fin del periodo ascendente de la economía capitalista” (se sitúa) “luego de la segunda guerra mundial”. Hay otras cuestiones por discutir y clarificar, que no abordaremos aquí. En cambio,
queremos subrayar nuestro acuerdo con la preocupación y
orientación política general de este texto: Y,
para terminar, queremos mostrar puntos específicos ligados a la
cuestión de las luchas obreras –que merecen un debate-
tales como la “constitución de grupos
obreros/territoriales” que el exNCI había ya planteado
en un texto anterior (véase nuestro boletín 29) o bien
su afirmación de que “el reto que tienen los
revolucionarios es organizar a vastos destacamentos proletarios”.
Evidentemente es también ante el conjunto del campo proletario
que estos puntos deben ser discutidos para ver si hay verdaderas
divergencias políticas o simplemente la utilización de
conceptos diferentes para una preocupación y orientación
políticas fundamentalmente semejantes. Por nuestra parte,
llevaremos a cabo estas discusiones. |
1.- Las presentes tesis son complementarias a las tesis tituladas “ Perspectivas Del Proletariado En Argentina Y En Las Naciones Periféricas Para El Presente Periodo”. En éstas se trataran la posición de este grupo con respecto no sólo de las causales primarias y secundarias de la desocupación que azota al proletariado mundial, y especialmente el de las naciones periféricas, sino también las tareas que deben asumir los trabajadores desocupados para el presente período como parte integrante de la clase obrera.
2.- Los trabajadores a despertarse cada mañana toma conocimiento, sea por los medios masivos de comunicación en manos de la burguesía, por sí, y/o por cualquier otro medio, que una fábrica, una empresa ha cerrado, o reestructurado sus planteas ,dejando en la calle a cientos de trabajadores que pasan en forma inmediata a engrosar el enorme ejército de desocupación. Es así, que enormes barrios del conurbano bonaerense – Provincia de Buenos Aires- que antes eran gigantescos dormitorios obreros o albergaban a cientos de fábricas con miles de trabajadores, hoy ha mudado dicho paisaje. Ello así, toda vez que éstas últimas o bien ha cerrado producto de la crisis económica, o bien se ha reestructurado generando despidos masivos de trabajadores, por dificultades económicas o por introducción de nuevas tecnologías, o bien las patronales han huido dejando atrás a sus acreedores y en la miseria al proletariado que laboraba en las mismas.
Este común denominador puede hallarse en las barriadas del Gran Buenos Aires, estos viejos barrios industriales hoy albergan viejas fábricas abandonadas, como si se tratare de una ciudad fantasma.
3.- El fenómeno de la desocupación que azota a la Argentina y a las naciones periféricas con altos índices de trabajadores parados, no es algo exclusivo de dichas naciones, sino que este azote del capitalismo castiga también al proletariado de los países metropolitanos , en donde las tasas de desocupación se acercan en promedio peligrosamente a los dos dígitos.
Para comprender la cuestión o la causa de este fenómeno, no debemos buscarlo como comúnmente intenta los publicistas de la burguesía en dos factores, por una lado la ineficiencia de la patronal, y por el otro la “culpa” de los propios trabajadores de que su empresa haya caído, o que no se haya “capacitado” a los cambios tecnológicos. Pero cabe interrogarse ¿cuál es la causa de la desocupación?
En realidad la causa de la desocupación no es producto de las innovaciones tecnológicas únicamente. Hay que subrayar que la causa esencial de la desocupación es la caída tendencial de la tasa de ganancia capitalista. Ello así, ya que para una cuota creciente de capitales la tasa media de ganancias provenientes de la producción de mercaderías resulta cada vez menos renumerativas.
Es así, que con el avance tecnológico, la utilización masiva de la robótica, y de tecnologías de punta para la producción de bienes y servicios, lo cuales no sólo ahorra tiempo en su elaboración, sino también que puede producirse mayor cantidad de los mismos, pero dicho avance, es contradictorio con el capitalismo, ya que las maravillas tecnológicas que la humanidad produce, el ahorro en el tiempo de su producción, no ha significado bajo este modo de producción en un aumento de la riqueza social, ni en el mejoramiento de la vida del proletariado, toda vez que el capitalista posee una ley de hierro que significa obtener la mayor cantidad de ganancias posible, y la opresión en que se halla sujeto la clase obrera ha ocasionado que el avance tecnológico generara el efecto adverso: más miseria, hambre y desocupación.
Ello es dable a observar, y no sólo en las naciones periféricas, sino también en las centrales. Como en las últimas décadas las riquezas se concentran en muy pocas manos, ampliándose año tras año la brecha entre la burguesía y la clase obrera ocupada y desocupada, y es así que la clase opresora detenta, la mayor parte de la “torta”. Por ello hay que decir, que en el capitalismo el avance tecnológico y la plena ocupación, y el mejoramiento de las condiciones de vida de la clase obrera son antagónicos. Es así que en el capitalismo los avances científicos- técnicos si siguen el esquema capitalista de modo de producción, es antagónico con el mejoramiento de las condiciones de vida del proletariado, ya que se reduce el poder adquisitivo del salario obrero, y generan mayores índices de desocupación, etc.
4..- Asimismo con los avances técnicos en vez de disminuir la jornada laboral de todos aquellos que poseen trabajo, al revés se alarga más, lo que provoca que no se formen nuevos empleos para las nuevas camadas de jóvenes obreros. Estos si tienen la suerte de obtener el primer empleo, sufre las consecuencias de las nuevas modalidades de contrataciones, y las flexibilizaciones laborales más salvajes, como así también en términos constantes y proporcionales sus niveles salariales son menores a los de los trabajadores viejos, ocasionando a través de esta vía una diferencia entre la propia clase obrera.
Lo dicho constituye una causa secundaria de la desocupación, toda vez que el avance tecnológico, y la reducción del trabajo socialmente necesario para la producción social, no significa un acortamiento de las edades de pensiones o de jubilaciones, todo lo contrario ,y esto es observado tanto en las naciones periféricas o centrales, sino en en su extensión hasta los 65 o 70 años de edad, ocasionando que los jovenes no puedan conseguir su primer trabajo, y que se genere divisiones artificiales entre los viejos y los jóvenes obreros, los de mayor salario y los de menor sueldo mensual, los ocupados y los desocupados, todo ello constituye los medios que utiliza el capitalismo para dividir y dispersar la unidad de la clase y la generalización de la lucha de clases.
5.- En la Argentina como nación periférica, al igual que los otros países subdesarrollados, el fenómeno de la desocupación tuvo su explosión en la década del 90, años paradigmáticos de la globalización, o mejor dicho de la mundialización capitalista. En esos años, como se dió cuenta en el documento de este círculo titulado: “Perspectiva del proletariado en Argentina y en las naciones periféricas paar el presente período” los viejos partidos “populistas” que levantaron las banderas de la nacionalización, y que impulsaron sus economías con fuerte sesgo estatista, como son los casos de Brasil y Argentina, comenzaron a desandar el camino recorrido en años anteriores, y ha adoptar las políticas de privatizaciones, de liberalización del comercio, rducción del trabajo vivo, como deslocalización de empresas.
Estas políticas coadyuvaron a que los índices de desocupación se dispararan a niveles antes desconocidos.
Ello no es casual, ya que luego de la gran recesión económica de los EUA en la década del 70, que significó el fin del periodo ascendente de la economía capitalista luego de la segunda guerra mundial, y después de las crisis de la deuda y del crack de la bolsa de EUA y de los mayores mercados bursátiles del mundo, el capitalismo necesitó reencauzar, situación que es dable a observasr en los años ‘ 90, a fin de evitar repeticiones innecesarias remitimos la lectura del documento citado en el párrafo anterior con relación a los puntales básicos de dicha política que llevó a cabo el imperialismo a fin de tratar de evitar la caída libre del capitalismo.
En dicha década, con las privatizaciones de los servicios públicos, con la introducción de nuevas tecnologías, la desocupación aumento de forma geométrica, arrojando a cientos de miles y millones de obreros a la calle, y frenando asimismo el acceso al primer trabajo de los jóvenes obreros, es así que hoy los niveles de pobreza en América latina alcanzan porcentajes inéditos de casi el 70%, e incluso los propios medios de comunicación burgueses expresan que el denominado trabajo en “negro” es de casi el 60% del total de la población económicamente activa.
6.- Los primeros años de la década del 90, años negros tras la derrota de los trabajadores estatales en lucha, que propició y facilitó a la burguesía la privatización de las grandes empresas de servicios públicos e industriales, con el consiguiente despido de miles de trabajadores, paso mansamente en esos días, era la época dorada de la convertibilidad, que viene acompañada con una gran afluencia de capital financiero y especulativo atraído por las altas tasas de interés que se pagaban no sólo en Argentina, sino también en todos aquellos países que habían adherido o habían realizado los ajustes que el imperialismo exigía, junto con la reestructuración de la deuda externa vía Plan Brady.
Sin embargo a poco de andar y luego del “tequilazo” en Méjico y los derrumbes de algunas naciones emergentes en la ruina económica, los desocupados que ya habían perdido la esperanza de nuevos empleos comienzan a movilizarse, y no es casualidad que los primeros intentos se realizaran en aquellas zonas en donde la producción principal era la industria petrolera, asi comienza en el 96 en Neuquén, las primeras luchas de obreros desocupados, que buscaron prestamente unificar sus luchas con los trabajadores estatales, y con los demás obreros en combate. Esta situación originó la alarma de la burguesía, que exigió mayor control social a esta capa obrera desesperada y que podía convertirse en un polvorín si persistía dicha lucha, y razones no le faltaron, las luchas obreras que llevaron a cabo los desocupados fue profundizándose más, y este potente movimiento de masas pone en jaque a la burguesía, que intenta ejercer el control de dicho movimiento, contando para ello con la inestimable colaboración de la izquierda burguesa y del reformismo socialdemócrata.
El capitalismo que produce una gran masa excedente de población con relación a la población existente, intenta deshacerse de la misma, pero ello no le resulta sencillo atento las luchas que llevan a cabo los trabajadores desocupados. Es por ello que frente a ésta imposiblidad el Estado burgués salió y sale en su ayuda a través de planes sociales, bolsas de alimentos, intervención política de los partidos burgueses mayoritarios a través de sus intendentes, y de la izquierda del capital. Asimismo, el planteo reformista de éstos ultimos y de la socialdemocracia de una mayor distribución del ingreso, es francamente útopico, y dicha utopía tiene por objetivo fundamental intentar desviar de la lucha a los trabajadores desocupados, ya que los capitalistas están constreñidos a buscar mayor ganancia y dichas políticas distribucionistas en el actual estado de crisis del capitalismo es imposible, conforme al actual estado de fuerte competencia existente.
La única solución que le resta a la burguesía frente a la movilziación de la clase obrera, es su derrota física y política, cuando el enemigo mortal de aquella comienza a accionar en forma independiente de las mediaciones burguesas y pone en aprieto a su dominio.
7.- En las naciones periféricas son cada vez mayores la cantidad de expulsados del aparato productivo, y las mismas no pueden hacer frente bajo ningún punto de vista de políticas sociales o redistribucionistas, ya que aquellas en el concierto mundial económico se hallan totalmente rezagas y tienen poca participación mundial en la producción de mercaderias, servicios e incluso en la producción agropecuaria. Las economías de las naciones periféricas, mayormente,han te- nido una gran desinversión en la producción de tecnologías, solamente la produccción se ha tercerizado , y en las mayorías de los casos en forma de especulación financiera.
Ante esta situación de extrema debilidad económica en que se halla el capitalismo de las naciones periféricas, que puede observarse en toda su dimensión no sólo las contradcciones de este sistema, sino también los resortes utilizados por la burguesía para perpetuar su dominio. Se daba cuenta párrafos más arriba, que la burguesía frente a la acción independiente de las masas intenta destruirlas físicamente y políticamente. En el primer caso, la burguesía intentó en el año 2002 en el puente Pueyerrdon en una movilización de trabajadores desocupados propinarle uan derrota física con la muerte de dos jovenes desocupados, y una brutal represión. Este intento fracasó por las sucesivas movilziaciones de repudio que obligó a Duhalde frente a la combatividad que adoptaba el movimiento real, llamar a elecciones anticipadas, para desviar las luchas.En segundo lugar la burguesía a través de los diversos aparatos de dominación que posee, procuran desviar, y dividir las luchas obreras, sea a través de las posiciones autonomistas de “generar poder en el barrio”, o de las posiciones de algunas corrientes trotskistas, que generan entre la clase expectativas, no solo que se puede lograr reformas económicas en el interior de este sistema, sino también, que a través de instituciones de la democracia burguesa,como la asamblea constituyente se puede obtener el poder obrero y popular , o mejor dicho un gobierno obrero y popular, que no es más que un frente popular aggiornado.
Por ello los trabajadores sean ocupados y desocupados se hallan enfrentando a un enemigo de clase que utiliza distitntos ropajes para desviar sus luchas, para confundirlos para obstaculizarlas. Ante esta situación, los revolucionarios, ya sea a través de la acción práctica concreta en las luchas de clase, o por medio de la propaganda debe desactivarlas, ¿ y cómo?:
- Impidiendo que el movimiento real quede aprisionado en las cuestiones inmediatas.
- Impedir que el movimiento tenga un divorcio o una discordancia entre sus reivindicaciones económicas, y las políticas, debe existir un puente entre ambas, ya que como es sabido el capitalismo jamás podrá, y mucho más en las naciones periféricas, satisfacer la cuestión social, ya que la competencia capitalista inhibe tales politicas.
- Impedir, y luchar contra toda mistificación en las instituciones de la burguesía, sea parlamentos, leyes, poder judicial, etc., como así también mantener el movimiento de masas en forma independiente del accionar del Estado burgués.
Ello así, ya que existen en las naciones atrasadas una gran analogía en la intervención del Estado, tendientes a desviar las luchas obreras, como en el caso de los desocupados en Argentina, a través de los llamados “piqueteros blandos” que defienden al Estado y a la burguesía, generando expectativas en las masas que lo siguen, de que es posible una vuelta a un estado de bienestar. Ello es falso, por lo expresado a lo largo del presente documento, como asimismo del documento que se hiciera mención en el punto 1). Sin embargo dichas tácticas que utilizan estos sectores ligados al Estado, no se alejan de las políticas practicas y puestas en ejecución por los llamados piqueteros duros, ya que sus diferenciaciones con los primeros son solamente metodológicas.
El futuro de estas corrientes, sin querer realizar futurología, ya que los revolucionarios no son “astrólogos” ni “adivinos”, es que aquellas organizaciones que se llevan a cabo una política de control social a través del Estado burgués, o que se limitan solamente a cuestiones reivindicativas o inmediatas sin construir el puente que una lo económico con lo político, y que en definitiva intentan generar expectativas entre el proletariado ocupado y desocupado esperanzas en este sistema, por más que enuncien o propaguen consignas “seudo- revolucionarias”, sobreviviran en el campo burgués. Pero en el campo poletario solo podrán sobrevivir aquellos que propugnen políticas revolucionarias.
8.- La disyuntiva que se plantea el proletariado de las naciones periféricas, e incluso de las centrales, es que debe determinar u optar o por la periviencia del sistema político y económico social, o ser el enterrador del mismo. No hay caminos intermedios.
9.- Cabe expresar que las ideas dominantes es la ideología de la clase burguesa, y la crisis de ésta última ha llevado trás de sí a una crisis ideológica del proletariado, que significa que a pesar de la debilidad del capital las masas obreras continúan cautivas de la ideología dominante, o sea la burguesa. Pero, es dable decir que se ha vistos signos positivos de una cierta independencia de clase por parte del proletariado argentino, y en muchos caso por parte de la clase obrera de América latina, pero este accionar que tiene aspectos de autonomía de clase, enfrenta un obstáculo insalvable que es la imposiblidad de la clase obrera de elaborar un proyecto político revolucionario, y una perpectiva de poder que ha permitido y permiten que la burgesía pueda continuar perviviendo, y desarrollar con mediana tranquilidad sus ataques contra el proletariado ocupado y desocupado.
La burguesía sin embargo a pesar de su relativa tranquilidad no pierde de vista a su enemigo potencial la clase obrera, y es por ello que pergueña a cada momento diversas tácticas destinadas , no sólo para derrotarlas políticamente, sino físicamente, el ejemplo de ello lo constituye la brutal represión de que fueron objeto los trabajadores desocupados de Caleta Olivia, y el procesamiento de cientos de luchadores obreros, que se hallan en las mazmorras del capitalismo.
10:- Los trabajadores desocupados poseen un gran potencial revolucionario, decimos potencialmente porque los desocupados al igual que los ocupados se hallan aprisionados en proyectos políticos que a pesar de caraterizaciones de “obrero”, “socialista”, etc., solamente constituyen una variante más izquierdistas de la socialdemocracia, y de la vía reformista al socialismo a través de las elecciones parlamentarias, o de cualquier otro tipo. Es así , que tanto las estructuras organizativas de la izquierda del capital, sea parlamentarias o extraparlamentarias impiden el desarrollo de la autonomía de la organización y movilización de masasy procuran reducirlas a una forma de recuperación de la legalidad burguesa más extrema. Es por ello, que puede decirse sin hesitación alguna que ambos sectores de la izquierda del capital propugnan con su accionar a impedir el desarrollo de la subjetividad revolucionaria de la clase obrera ocupada y desocupada.
11.- La lucha de los trabajadores desocupados, lejos esta de ser uniforme y homogenea, por lo señalado en párrafos precedentes. Existen, empero, una gran conflictividad y choque de posiciones políticas dentro del amplio movimiento real, sean éstos provenientes de ideologías pequeñas burguesas de gestión directa o cooperativismo, o de la izquierda del capital. Pero, sin embargo hay que sobresaltar que en dicho movimiento, y no se habla aquí de una corriente particular, ni del aparato político izquierdista que pueda estar usufructuando de los trabajadores desocupados, podemos observar gémemes comunistas, en el desarrollo de sus luchas, como también en la repulsa silenciosa, por ahora de las políticas que desarrollan las corrientes izquierdistas parlamentarias y/o extraparlmentarias.
En el analisis de las perspectivas de los trabajadores desocupados, constituiría una simpleza considerar a éstos en forma unilateral, como meros clientes políticos de determinadas corrientes que procuran subsidios de desempleo y bolsas de comida, y que en virtud de la política clientelar son meros “objetos” políticos dignos de conmiseración o de curiosidad “sociológica”. No, ello no es así, analizar las probables perspectivas de este movimiento de masas real debe ser analizado desde otra óptica, que trasciende mucho más allá, trascendiendo las corrientes políticas que intentan “hegemonizar” al mismo. En este caso la lucha de los desocupados, debe ser analizada desde una óptica diferente, desde una visión comunista.
12.- Es así, que es imprescindible remarcar que la lucha obrera que ha desarrollado el destacamento de desocupado, no se halla en un estado “puro”, sin influencias exógenas de otras clases y capas sociales, todo lo contrario, no existe una línea rígida que diferencia al movimiento revolucionario, de las capas sociales “impuras” que expresan en determinada forma la “rebeldía social”, existe un amplio arco de agentes o sujetos sociales heterogéneos que se hallan más o menos sometidos al capital o más o menos adpatado al capitalismo. Los revolucionarios deben desentrañar el movimiento real de dichas capas sociales, su práctica y su política a los efectos de poder desarrollar la política revolucionaria. La posición en contrario significará dar una solución metafísica, en vez e dialéctica, del complejo entreramado de capas y clases sociales que se mueven y se influencian mutuamente, y lo fundamental que la organización revolucionaria, al tener una posutra de extrema rigidez, conllevara a n oresolver correctamente las contradicciones del movimiento de masa, ni tampoco podrá establecer cuales son las tareas revolucionarias necesarias para el periodo en curso.
13.- Es evidente que el movimento de desocupados se halla en un proceso de reflujo en su lucha producto del agotamiento del alza de luchas del año 2001/2002, y también por el accionar conjunto de la burguesía y de la izquierda del capital que intenta en cada paso , en cada acción de lucha agotar a este movimiento de masa y fundamentalmente dividirlos en un laberinto de corrientes y agrupaciones con “lealtades” cambiantes y circunstanciales, y aislarlos de sus hermanos de clase, los obreros ocupados.
Es por ello que los revolucionarios comunistas deben:
- En primer lugar tener en claro que los trabajadores desocupados son parte integrante del proletariado, y que el movimiento de masas que éstos constituyen trascienden más allá de las diversas corrientes políticas “piqueteras” y sus posiciones políticas.
- Que los trabajadores desocupados, al igual que los ocupados, no son una clase homogenea, sino que se hallan influenciado por la ideología dominante que es el de la clase dominante- burguesa-.
- Que los revolucionarios no debemos debatir la cuestión de los planes sociales, ni de los bolsones de alimentos, que son la única forma que los trabajadores desocupados, que son 2 millones, de sobrevivencia..
- Asimismo se debe rechazar en forma enfática la política de la izquierda burguesa que intenta construir colaterales de sus movimientos políticos en el interior del movimiento de desocupados.
- La actual situación y la perspectiva de la burguesía para el año 2005, si bien es optimista, dicho optimismo no debe engañar a la clase obrera desocupada y ocupada, ya que los salarios permaneceran bajos y la desocupación se mantendrá en los actuales niveles, lo que lleva a concluir que la lucha de clases para este próximo periodo será muy dura. La burguesía, ya ha dado señales muy claras de cual será la posición que adoptara ante dichas luchas: más represión.
Es por ello que el movimento de desocupados se halla en una disyuntiva, seguir con el aislamiento y la división que las direcciones izquierdistas el imponen, significará la derrota, o adoptar una política de unidad , no sólo entre estos destacamentos, sino con el proletariado ocupado que permitira establecer un nexo de caracter ofensivo en las luchas obreras existentes y las que vendrán seguramente en el año 2005.
- Por ello, los revolucionarios tiene ante sí una tarea de singular importancia, y es evitar que el movimiento de masas caiga o se reduzca solamente a cuestiones reivindicativas, tal como lo plantea la izquierda del capital, evitando crear un nexo entre las reivindicaciones meramente económicas, y los planteos de carácter político.
- Para poder llevar a cabo dichas tareas políticas, los revolucionarios no podemos desentedernos, ni desertar de dichas luchas, debemos participar en las mismas, en sus asambleas generales, etc., con el objetivo no sólo de denunciar los límites de la política populista del izquierdismo, sino con el objetivo central de remarcar que el combate que los destacamentos que libra el proletariado debe tener el aspecto más general, político. Pero también clarificar que la unidad obrera de los distintos destacamentos proletariados - ocupadosy desocupados a nivel nacional, como también la necesidad de unificar la clase obrera a nivel internacional.
- Asimsimo los comunistas debemos propugnar y animar la generalización de las asambleas de base, de los comités de delegados con mandatos y revocables, por que en dichos métodos se erige no solo un factor de aprendizaje, sin o tambien para eregir forma organzitivas superiores, que serviran en el futuro para potenciar la lucha obrera revolucionaria
- Así también, remarcar que las luchas obreras podrá coronarse con la victoria y el derrocamiento del sistema capitalista, solamente a través de la construcción del Partido Mundial, como herramienta necesaria para que la clase obrera pueda cumplir su misión histórica.
- Pero estas tareas que tienen ante sí el proletariado, hace necesario que los comunistas comiencen a desarrollar el camino de la unidad de la clase obrera, a través de la constitución de grupos obreros/territoriales, tal como lo destacaramos en el documento citado en el punto1º) a fin de que los revolucionarios atraigan sobre los mismos a los sectores de vanguardia del proletariado ocupado y desocupado. El reto que tememos los revolucionarios es organziar a vastos destacamentos proletarios no para regenerar los viejos vicios reformistas sindicalistas o estatistas, ni para “copar” o “recuperar” los viejos aparatos estatales de dominación, sino para ocasionar la fractura real de la clase obrera con dichos aparatos estatles, como asimismo quebrar las falsas consignas que el izquierdismo plantea como medio de hacer que el sistema perviva desviando las luchas obreras.
- Solamente así, con la generalización de los mismo, y fundamentalmente con la construcción del partido mundial que sea la dirección política de la clase el sistema podrá ser derrocado.-
Buenos Aires octubre 25 de 2004.
Círculo de Comunistas Internacionalistas
Notas:
1. Para tomar contacto con el Círculo de Comunistas Internacionalistas de Argentina escribir a: cci-1917@yahoo.com.ar. Para consultar su sitio web: http://www.geocities.com/cci-1917 .
Fracción interna de la CCI - Boletín 30