Una función histórica del oportunismo:
Inmovilizar y destruir por todos los medios a la vanguardia revolucionaria

En su declaración del 12 de octubre de 2004 el Círculo de Comunistas Internacionalistas (de Argentina) dice a propósito de la actitud de la CCI: EL QUE NO ESTA CONMIGO MERECE SER DESTRUIDO Este es el apotegma utilizado por la actual CCI, o sea todo aquel que no acuerde en sus líneas políticas fundamentales, o que resuelva romper con dicho grupo por desacuerdos políticos, o no se avienen a aceptar las calificaciones absurdas contra otros grupos y/o camaradas de la izquierda comunista, merece ser destruido y no existir jamás. Aunque parezca mentira esto, es la posición que la actual CCI ha adoptado, y es por ello que ha ingresado en una dinámica destructiva ...

Para comprender esta actitud de la CCI actual, hace falta volver a la función histórica del oportunismo en el movimiento obrero. Y para ello nos referimos a la definición que la izquierda comunista de Italia daba, en 1930, del oportunismo de los stalinistas que habían tomado la dirección de los diferentes partidos comunistas y de la IC. ¿Qué decía?

Hay que resolver el problema de la función histórica del oportunismo cuando ha conquistado la dirección del partido. El oportunismo tiene la función de enrolar a la vanguardia proletaria -y como consecuencia al proletariado en su conjunto- de inmovilizarla, de ponerla en la imposibilidad de construir el partido de la revolución.

Si bien la función del oportunismo es tal en el seno de la 2ª, así como en el de la 3ª Internacional, las situaciones en que esas dos Internacionales han actuado determinan dos caminos diferentes del oportunismo que conducen hacia una salida análoga.” (Bulletin d’information de la fracción italiana Nº 6, febrero 1933).

Claramente define la función del oportunismo como la de una empresa de enrolamiento y luego de inmovilización de los proletarios de vanguardia, y esto con el fin de ponerlos en una situación de imposibilidad de construir el partido de la revolución. Por supuesto, la izquierda italiana dice enseguida que esta función puede tomar diversas formas; éstas fueron diferentes bajo la segunda y la tercera internacional, tal como es diferente con la CCI actual.

Se pueden dar ejemplos concretos de esta manera de actuar. Después de la reunión pública del BIPR en París, nos planteamos la cuestión siguiente: ¿por qué la CCI busca repetidamente hacer escándalos y, sobre todo, por qué busca mezclar a sus simpatizantes? Para nosotros se trata de una pobre pero real caricatura de la política que impulsaban los stalinistas en 1929, por ejemplo con el viraje “clase contra clase” que sucedió a la política de “frente unido” en las luchas. Esas tácticas desorientaron y luego aislaron a los proletarios en sus luchas. Actualmente, los “liquidacionistas” que dirigen a la CCI la han transformado en una “fortaleza asediada”, creando en su seno una reacción contra el mundo exterior, en particular contra el conjunto del campo proletario(1) que estaría “manipulado por ‘granujas’”. Contra el oportunismo que había tomado la dirección de los PC, los revolucionarios de 1929 concluían así: “esto se traduce de hecho en el aislamiento completo del partido y en su impotencia total para ejercer una influencia en la política”. (Contra la corriente, Nº 27, abril 1929 ).

En conclusión, retomamos la formulación del todo justa de la Izquierda comunista italiana:

En la situación terrible que atravesamos, la función esencial del centrismo (leer: la dirección oportunista de los PC) se expresa en las expulsiones en masa de los proletarios de izquierda, porque es esta táctica la que puede conducir a la destrucción de la organización y de la ideología comunista entre las masas.” (Bulletin d’information de la Fracción italiana Nº 3, noviembre 1931).

Aunque no sea más que una muestra, la CCI actual actúa de igual manera. En diez años, ha logrado, primero perder, y luego excluir a la mayoría de la sección de París y a la mayoría de los miembros de sus órganos centrales. Y ahora, continuando esta política anti-unitaria, de rechazo y exclusión, es al conjunto del campo proletario al que trata de destruir. Lo que, a través de esta política, está actualmente en la mira y que es muy grave para el campo proletario, es el riesgo de ver destruida la reputación de seriedad política y militante de la Izquierda comunista de ayer y hoy.

Olivier (18 de octubre 2004).


Notas:

1 Primero fue el PCI (Le Prolétaire), luego el BIPR y ahora el NCI.


Boletín Comunista Nº 29 - Fracción Interna de la CCI