Queridos camaradas,
Hemos tomado conocimiento de Rivoluzione internazionale N° 136, de junio 2004, con gran interés. En particular, dos artículos han llamado nuestra atención: “Melfi: el sindicato sabotea la voluntad de lucha de los obreros” y “Misión italiana en Irak: Derecha e izquierda unidas en la defensa de los intereses del imperialismo italiano”. Estos dos artículos, así como sus tomas de posición en otros números de su periódico nos llevan a plantearles algunas cuestiones sobre sus orientaciones políticas. Esperamos que comprendan nuestra actitud, la cual quiere ser fraternal y militante. No habría ni que mencionar esto, pero dadas las sulfurosas reputaciones que se nos ha querido endilgar, vale más señalarlo.
Queridos camaradas, tal es lo que escriben a propósito de la huelga en la fábrica FIAT de Melfi: “Algunos meses después de la lucha de los tranviarios [es decir, la lucha de los transportes urbanos del invierno pasado, véase nuestro boletín 23 y los números de enero, febrero y marzo de 2004 de Battaglia comunsita], este nuevo foco de lucha [en la fábrica FIAT de Melfi] confirma una tendencia a la reanudación de la lucha de clase que comienza a preocupar a la burguesía”. (El subrayado es nuestro).
Si bien no es el objetivo de esta carta, comprenderán que no nos es indiferente el constatar que compartimos la misma posición sobre esta reanudación de las luchas.
“Para nosotros, todos estos elementos indican claramente que la clase obrera está comprometida en una nueva dinámica de reanudación de las luchas, y que está saliendo del periodo de retroceso que vivía desde hace ya casi 15 años” (boletín 19, Comunicado a propósito de las luchas sociales en Francia, 22 de junio 2003). “La dinámica actual es hacia la reanudación de las luchas obreras” (boletín 23, febrero 2004). Esta tendencia a una reanudación internacional de las luchas es además compartida más o menos por el BIPR y por algunos grupos bordiguistas.
¿Cuál es la posición adoptada por la CCI al respecto? Habla (tardíamente y de dientes hacia afuera) de “un viraje de la lucha de clase, en el que se ve desarrollarse las condiciones que van a permitir al proletariado rencontrar y reforzar su identidad de clase, su sentimiento de pertenecer a una clase con intereses comunes que defender” (RI 345, abril 2004, tomado de World Revolution 271, subrayado nuestro). Podrán ustedes notar con nosotros los matices en la apreciación de la dinámica, aunque fuera solamente por el uso del futuro “van a permitir rencontrar”, allí donde usteds utilizan el presente y porque se destaca una orientación más que general, abstracta a decir verdad, “rencontrar su identidad de clase”, mientras que, así nos parece, las orientaciones que ustedes plantean son mucho más concretas y “realizables”.
Queridos camaradas, tal vez ustedes piensan que “reanudación” y “viraje” expresan la misma cosa. Estamos de acuerdo en que podría ser así. Pero todavía habría que verificarlo. Veamos, pues juntos qué contenido le otorga nuestra organización a la palabra “viraje”. ¿Qué comprensión concreta tiene la CCI actual? En lugar de tomar un artículo particular en el cual puede haber siempre un desliz, o una visión particular del redactor, retomemos el informe sobre la lucha de clases adoptado en el otoño del año pasado –adoptado por unanimidad, como lo indica el artículo sobre el 16º congreso de la sección en Francia (Révolution Internationale 347, junio 2004, ver también WR 276):
“2003 marca simplemente el inicio del fin de una fase de reflujo en el interior de un curso general a enfrentamientos masivos (...). En este sentido, las movilizaciones recientes contra los ataques sobre el régimen de retiros no significan de ningún modo una modificación inmediata y espectacular de la situación (...). La huelga de los obreros de la metalurgia en Alemania del Este no era del todo una expresión de combatividad inmediata, sino una trampa tendida (...). En otros países centrales para la lucha de clase como Italia, Gran Bretaña, España o los países del Benelux, no ha habido recientemente movilizaciones masivas (...). La lucha de los maestros en Francia de la primavera pasada, es en primera instancia el resultado de una provocación de la burguesía (...)” (Revista internacional 117, abril 2004, subrayado por nosotros)
Estarán de acuerdo con nosotros que hay, por lo menos, algunos “matices” entre la visión sobre la reanudación de la lucha de clases que se desprende de sus artículos y la de la posición central de la CCI sobre el “viraje”. Y seguramente no dejaron de notar las reservas y la evidente falta de entusiasmo por parte de la CCI -¿“parisina”?- ante las primeras manifestaciones de reanudación obrera, al grado de que hicieron falta varios meses para mencionarlas. Al grado de que el lector francés todavía no está al corriente de la huelga “salvaje” de los trabajadores postales británicos de octubre de 2003, y que apenas escuchó hablar de las luchas en Italia del invierno pasado.
Queridos camaradas de RZIZ, ¿cómo caracterizan, en cambio, ustedes la “tendencia a la reanudación de la lucha de clase”? Ustedes afirman que ésta ha “comenzado a preocupar a la burguesía”. Nuevamente, admitirán junto con nosotros que se trata de una insistencia diferente en comparación con el informe adoptado que insiste sobre las maniobras, las trampas y las provocaciones colocadas por la burguesía. Veamos con ustedes el contenido que le dan a esta afirmación.
“Para evitar que pudiera repetirse la situación de los obreros de los tranvías, y que los obreros iniciaran la lucha por su cuenta, sin respetar los reglamentos y la conciliación [“compatibilità” en italiano], esta vez los sindicatos tomaron rápidamente la delantera imponiendo su propia dirección a la lucha para conducirla a un callejón sin salida y poder acabarla sin muchas dificultades” (subrayado por nosotros). No dudamos de su apreciación sobre la lucha en la fábrica de FIAT de Melfi. Pero, al señalar la acción de los sindicatos para evitar “que pudiera repetirse la situación de los obreros de los tranvías”, implícitamente ustedes señalan toda la fuerza y las potencialidades de las huelgas del invierno pasado “de los obreros de los tranvías” –las mismas que RI, al retomar ese artículo, borró y eliminó, como lo señalamos en nuestro boletín 24.
Ustedes continúan denunciando correctamente la división del trabajo entre sindicatos “moderados” y sindicatos “duros”; la “radicalización formal de la lucha (...) facilitano de esta manera el aislamiento de los obreros de Melfi”; la utilización del “basismo” para hacer creer que “la lucha está en las manos de la base”; la preparación de una jornada de acción de “solidaridad” por los sindicatos en lugar de “la entrada en lucha de los otros sectores de trabajadores sobre la base de la conciencia de que la lucha es una sola, y que solamente luchando unidos se puede establecer una relación de fuerzas más favorable”.
Es muy justo y queremos subrayar que, al denunciar la táctica de los sindicatos y sus acciones concretas, ustedes destacan también las potencialidades inmediatas, “la entrada en lucha de los otros sectores de trabajadores”, que existían también en esta huelga. Es decir, los retos inmediatos que se planteaban. Y con ello, se pueden trazar las consignas adecuadas. Que los sindicatos hayan logrado finalmente sabotear la huelga no cambia en nada los retos y potencialidades de esa huelga.
Camaradas, dos cosas aparecen a la lectura de estos pasajes:
- constatamos que, globalmente, ustedes tienen el mismo análisis que los camaradas del BIPR sobre las luchas obreras recientes, si no es que con los grupos bordiguistas, si bien nosotros (los de la CCI) podemos encontrar insuficiencias; y tratan, justamente, de retomar la experiencia –y no los esquemas- de la CCI ... de los años 1980. Es, por otra parte, lo que los hace capaces de aprehender, a pesar de las posiciones oficiales de la CCI actual, la dinámica y el significado de estas luchas;
- y sobre todo, constatamos que el contenido que le dan a lo que ustedes mismos llaman la “tendencia a la reanudación de la lucha de clase que comienza a preocupar a la burguesía” (1) no tiene nada que ver con el contenido que la actual CCI le da a su “viraje”. Veamos lo que dice el informe citado anteriormente enseguida de su alerta contra las trampas y provocaciones de la burguesía en Alemania y Francia:
“Frente a las maniobras a gran escala de la burguesía, hay que notar la gran ingenuidad, si no es que la gran ceguera de la clase obrera en su conjunto, incluidos los grupos en búsqueda, y partes del medio político proletario (fundamentalmente los grupos de la Izquierda comunista) e incluso de muchos de nuestros simpatizantes”. En breve, todo el mundo excepto la CCI actual está ciego. Camaradas de Rivoluzione, ¿ustedes entran también en esta categoría? ¿Al igual que los otros miembros de la CCI que han expresado “dudas” sobre esta cuestión? Finalmente, sólo una pequeña camarilla familiar y sus adeptos próximos tendrían el don de ... ver (2). El texto continúa inmediatamente así: “Por el momento, la clase dominante es no solamente capaz de contener y aislar las primeras manifestaciones de la agitación obrera, sino que puede, con mayor o menor éxito (más en Alemania que en Francia), retornar esta voluntad de combatir todavía relativamente débil contra el desarrollo de la combatividad obrera a largo plazo”. No es inútil recordar aquí que, en “coherencia” con este “análisis” de la provocación y del retorno “de la voluntad de combatir” contra la clase obrera, la CCI llamó a los obreros a parar la huelga y reanudar el trabajo desde el 22 de mayo –sin, por otra parte, haberlos llamado anteriormente a ir a la huelga- durante el movimiento de la primavera de 2003 en Francia.
Es cierto que ese informe fue redactado antes de las huelgas del invierno de 2003-2004 en Gran Bretaña (la huelga “salvaje” de los correos de octubre) y de Italia. Pero la presentación del informe cuando se publicó, en abril de 2004, habría podido “integrar” y “matizar” esas apreciaciones “negativas” sobre la base de lo que había pasado este invierno y que ustedes relatan. No fue así. La CCI mantiene su “análisis”, su esquema, y lo reafirma incluso hoy. He aquí la última producción “francesa” al respecto: “Es así como, en diciembre 1995, en la primavera 2003 y aún ahora [junio-julio 2004] se asiste a la aplicación de este mismo esquema general (...) Este tipo de maniobras, en las que la burguesía no tiene necesidad mas que de mantener una agitación sindical esporádica y limitada para hacer pasar sus ataques constituye sin embargo un veneno redituable para el porvenir. Es revelador de los obstáculos que los proletarios encontrarán en el difícil camino de la reconquista de su identidad de clase” (Révolution internationale 348, julio 2004).
Queridos camaradas de Rivoluzione, estarán de acuerdo con nosotros en que para ustedes no es la misma cosa el “viraje”, que no le dan el mismo contenido político, las mismas características, las mismas perspectivas, potencialidades, retos, ni por tanto las mismas orientaciones de lucha y consignas tácticas que la Revista Internacional ni Révolution internationale...
Reconozcan con nosotros que tienen dificultades para contentarse con la “reconquista de la identidad de clase” como perspectiva de lucha. Y reconozcan que, ante el riesgo de que les dieran unos reglazos en las manos por “indisciplina organizativa”, renunciaron a tratar de traducir dicha perspectiva en consignas para las luchas inmediatas, ya fuera en Milán y los transportes urbanos o bien en la FIAT Melfi.
El informe de la CCI sobre la lucha de clase de octubre 2003 y el balance del 16º congreso de RI apelan a “la necesidad de desprenderse de los esquemas del pasado para comprender la dinámica actual de la relación de fuerzas entre las clases” (RI 345).
Por su parte, ustedes concluyen el artículo sobre la huelga en la fábrica FIAT basándose y recordando la experiencia de los años 1980: “Apenas en el viraje en la lucha de los obreros debe volver la conciencia de esta verdadera naturaleza de los sindicatos, (3) la que había ya en los años 1980 impulsado a los trabajadores a buscar organizarse de manera autónoma (recuérderse los comités de base de las escuelas –COBAS- en 1987). Otra lección importante en este momento en que la clase muestra una reanudación de la combatividad, es que la voluntad de lucha no es suficiente, como no son suficientes las decisiones y el radicalismo formales de las formas de lucha: la verdadera fuerza de una lucha se encuentra en su conducción autónoma por la clase (...) y en la búsqueda de la unidad con los otros obreros (...)”.
¿No se trata allí justamente de lo que la actual CCI llama “esquemas del pasado”? Verifiquen esto con nosotros, sin polémica alguna, sino fraternalmente, para la clarificación política. ¿Cuál es el contenido político que hay detrás de la expresión “desprenderse de los esquemas del pasado” utilizada por la nueva CCI?
¿Qué dice el informe de octubre sobre la lucha de clases? “Así, si bien actualmente aún, la burguesía casi no se inquieta durante la ejecución de sus maniobras a gran escala contra la clase obrera [se refiere aquí al presente, a lo que pasa hoy, según la CCI, es decir de las trampas y provocaciones tendidas contra la clase obrera, tal como durante la primavera francesa de 2003], el deterioro de la situación económica va a tender a engendrar de manera más frecuente confrontaciones espontáneas, puntuales, aisladas entre los obreros y los sindicatos [es exactamente lo que pasó en Gran Bretaña con las huelgas de correos y bomberos y en Italia, lo que la CCI se rehúsa a reconocer y lo sitúa ... en el futuro].
La repetición de un esquema clásico de confrontación al sabotaje sindical [es exactamente lo que señala RzIz], en adelante al orden del día, favorece así la posibilidad para los obreros de referirse a las lecciones del pasado [efectivamente, se podría estar de acuerdo en sí con esta afirmación general, ... si no fuera concreta e inmediatamente desmentida por la frase que viene enseguida]. Esto no debe, sin embargo, conducir a una actitud esquemática basada en el marco y los criterios de los años 1980 para aprehender las luchas futuras e intervenir en su seno” [¡cataplum! Todo se hunde. La afirmación precedente queda liquidada por esta última (4) y tiene como consecuencia precisamente la de rechazar toda la experiencia anterior. De hecho, permite justificar “teóricamente” y post festum la actitud derrotista, de amarillo, adoptada durante las huelgas de la primavera de 2003 en Francia].
Este rechazo a la experiencia de la CCI de los años 1980 se vuelve a reafirmar más adelante en el informe de manera más clara, más tajante, absoluta, total, radical: “Las cuestiones centrales planteadas actualmente –qué es la lucha de clase, sus objetivos, sus métodos, quiénes son sus adversarios, cuáles son los obstáculos que debemos sobrepasar?- parece que constituyen la antítesis de las de los años 80” (subrayado por nosotros).
Queridos camaradas de Rivoluzione, visiblemente hay un problema importante de análisis, de posición y sobre todo de método entre la postura revisionista actualmente “mayoritaria” en la CCI y la postura de ustedes –que calificaremos a pesar de todo como centrista- en la medida en que busca mantenerse fiel a la de la verdadera CCI... sin asumir abiertamente, al parecer, la confrontación política en su interior. El informe citado puede aparecer superficialmente como un compromiso entre las dos tendencias opuestas, pero cuyo contenido es oportunista, habla de “antítesis” entre lo que ustedes defienden, la adquisición de las experiencias de los años 1980, y lo que la CCI liquidacionista defiende, el rechazo explícito, reivindicado públicamente, de esas adquisiciones y experiencia. Comprenderán que esta empresa de liquidación no nos sorprende porque desde hace tres años la hemos anunciado. Pero no por ello deja de ser menos grave. Tanto más por cuanto esas divergencias no se limitan solamente a la cuestión de la lucha de clases. Tocan también la cuestión de la guerra y los alineamientos imperialistas.
Mais cela n'en reste pas moins très grave. D'autant que ces divergences ne se limitent pas seulement à la question de la lutte de classes. Elles touchent aussi à la question de la guerre et des alignements impérialistes.
El artículo Derecha e izquierda unida en la defensa del imperialismo italiano presenta el mismo tipo de contradicciones que sus artículos sobre las luchas obreras, en relación a las orientaciones generales de la prensa “central” de la CCI. Se trata también de mantenerse en el terreno del marxismo, de las posiciones clásicas del movimiento obrero: no hay traza de “caos” ni de “cada uno por su lado”, ninguna traza de imposibilidad de guerra generalizada, ninguna apertura al rechazo de la alternativa histórica “guerra o revolución”.
“Esta izquierda no puede denunciar la guerra en Irak porque ella misma es partidaria de que el imperialismo italiano se haga sentir en el tablero internacional. Lo que la distingue de la derecha, son las alianzas y la bandera con las cuales quiere hacer avanzar estos objetivos: los Estados Unidos por Berlusconi y sus aliados, la ONU o mejor aún la Unión europea por Bertinotti y compañía (...). Es cierto que no llegarán hasta afirmar que los soldados italianos se encuentran en Irak (como en Afganistán, Kosovo, etc.) para defender los intereses del imperialismo italiano, para impedir que éste quede fuera de la repartición del mundo en esferas de influencia, base estratégica para una eventual guerra generalizada y para la defensa de intereses económicos inmediatos.”
Camaradas de Rivoluzione, vayan hasta el fin de sus afirmaciones, tal como lo han (como lo hemos) aprendido en la CCI. ¿Qué es lo que determina la distinción entre las elecciones imperialistas de la derecha y de la izquierda italianas, si no una bipolarización imperialista entre los Estados Unidos de un lado y un polo opuesto emergente abiertametne al menos desde la guerra en Irak, polo cuyo eje está constituido por Alemania y su aliado alianza actual con Francia? Según ustedes, y con razón, la participación en la división en esferas de influencia es la “base estratégica para una eventual guerra generalizada y para la defensa de intereses económicos inmediatos”. Reconozcan también quie el fenómeno de bipolarización que ustedes descubren para la burguesía italiana en la elección de sus alineamientos imperialistas, y que toca al conjunto de las burguesías nacionales europeas e incluso, en grado diverso, mundiales, es la condición indispensable y un momento de la preparación, uno de los primeros momentos de la tendencia hacia esta guerra imperialista generalizada... que ustedes mencionan y siguen considerando como la salida de la burguesía a la crisis histórica del capitalismo.
Camaradas de Rivoluzione, ¿qué hay con la resolución sobre la situación internacional del 15º congreso de la CCI? ¿qué hay con la nueva posición adoptada por unanimidad según la cual “el nuevo periodo abre la vía a una tercera posibilidad: la destrucción de la humanidad, no a través de una guerra apocalíptica, sino a través de un avance gradual de la descomposición, que podría a plazo minar la capacidad del proletariado para responder como clase”?
¿No fueron contabilizados ustedes en los votos unánimes? ¿Estaban ausentes? ¿O bien no votaron, de acuerdo a sus convicciones profundas? ¿O es que los artículos mencionados y citados no reflejan su opinión? ¿O, peor aún, votaron contra sus convicciones? ¿Un voto de fachada? ¿Superficial? ¿Para que se les dejara en paz y no tuvieran que sufrir la crítica sobre sus debilidades clánicas ante el parasitismo, ni tuvieran que asumir un combate político?
Cualquiera que sea la respuesta a estas cuestiones, hay un problema. Un problema en cuanto a su actitud en la CCI, en cuanto a sus responsabilidades militantes en la CCI. Un problema en cuanto a las afirmaciones del 16º congreso de RI sobre los votos unánimes, sobre el “balance muy positivo”, sobre la unidad y la centralización políticas rencontradas, sobre el reforzamiento político. Y un problema también grave sobre.. la “confianza y la solidaridad” supuestamente “rencontradas” entre militantes, según nos garantizaba el balance del 16º congreso de RI... ¿sería éste pura charlatanería? ¿De qué confianza y solidaridad nos habla? ¿De la confianza y solidaridad de las organizaciones comunistas y militantes en las cuales éstas invitan, impulsan, si no es que incluso “obligan” a los militantes a expresar sus desacuerdos políticos... con toda confianza? ¿Sin desconfianza? ¿O bien la de las sectas donde se ocultan los pensamientos “desviantes” por temor a sufrir acusaciones personales y psicológicas? ¿Hay que creer en la palabra, por Confianza, a la CCI actual, a sus órganos centrales cuando hablan de “unidad y confianza rencontradas”? ¿O bien hace falta verificar una y otra vez sus declaraciones y afirmaciones triunfalistas? Pero entonces qué pena -¿no es así, camaradas de Rivoluzione?- que esta verificación venga inmediatamente a desmentir –basta con leer las publicaciones de la CCI misma- las grandes y ditirámbicas declamaciones oficiales.
Camaradas de Rivoluzione, la lectura de sus dos artículos, en medio de las burradas y estupideces de todo género que el revisionismo político y la visión actual, absoluta e idealista, de la descomposición imponen a la mayoría de las publicaciones y textos de la CCI actual -¿supieron que Revolución Mundial ha eliminado a los países de la periferia como Haití del proceso de la revolución internacional?- es un alivio, una esperanza... y una inquietud.
Un alivio y una esperanza, decimo, porque ustedes constituyen la prueba de que existen todavía una vida y reflejos proletarios, comunistas e incluso marxistas en el interior de nuestra organización. No tenemos duda de que si bien ustedes son una de las expresiones más regulares y abiertas, públicas, son solamente la parte visible del témpano. Además de sus principios, su programa y sus posiciones políticas, que nuestra fracción ha recuperado y salvado de la liquidación, hay todavía fuerzas y camaradas que salvar en el interior de la CCI de hoy. El combate “interno” no está pues ni terminado ni perdido. Ustedes son la prueba patente.
Una inquietud porque ¿tendrán ustedes la fuerza, la valentía, la convicción y la determinación para defender abiertamente sus posiciones en la CCI sabiendo lo que les espera? ¿Cómo no tener dudas en cuanto a la disposición de la facción liquidacionista para aceptar un “debate” y una confrontación política abierta, frontal –posición contra posición- y fraternal sobre los desacuerdos? Sin llegar a referirnos a nuestra propia exclusión, el balance del 16º congreso no augura nada bueno cuando se jacta e insiste hasta la saciedad en los votos unánims y la unidad y la centralización políticas rencontradas..., mientras que la prensa de la CCI de estos últimos tiempos no ha sido nunca tan heterogénea y contradictoria. Rivoluzione no es más que la última manifestación. Ustedes son una expresión.
¿Cómo no dudar de la disposición de los liquidacionistas para afrontar las cuestiones políticas, cuando su única respuesta a nuestra denuncia de su abandono en el 15º congreso internacional de la perspectiva histórica “guerra o revolución”, fue que no teníamos el derecho de emitir esta crítica porque habríamos votado en el pasado informes que introducían esta visión oportunista? ¿Quiere decir que luego de haber votado alguna cosa, sería imposible volver al respecto después y discutir su validez? ¡Qué visión de la organización y del debate político! ¡Y sobre todo, qué advertencia y qué amenaza para los militantes de la CCI que estuvieran tentados a plantear esa cuestión política en el seno de la organización!
Sin embargo, es a este combate político en el interior de la CCI al cual les llamamos. Presente y defiendan sus posiciones abiertamente en nuestra organización. Que haya un debate abierto sobre estas cuestiones. Que sea público y ante el conjunto del campo proletario y de la clase obrera. Que este mismo campo proletario sea llamado a participar. Las posiciones políticas que defienden en sus dos artículos y de las cuales el 16º congreso de RI ha anunciado ya la liquidación, deben debatirse y clarificarse ante la clase obrera. Si no es así, la CCI saliría ineluctablemente todavía más empobrecida políticamente y todavía más moribunda en el plano militante. Ustedes le deben este debate al proletariado. Solamente la pequeñaburguesía y el oportunismo tienen temor al debate abierto, dice y repite Lenin.
Contrariametne a lo que puede dejar pensar la situación interna de la CCI actualmente, contrariamente a lo que el liquidacionismo trata de hacer creer, los militantes de la CCI no están solos, ni rodeados de un mundo hostil, es decir de un campo proletario enemigo. Las condiciones para un tal combate en el seno de nuestra organización son más favorables que hace dos o tres años. De antemano tengan seguridad de la simpatía y el apoyo políticos activos y fraternales de la mayor parte del campo proletario, grupos y militantes aislados, que conocen ahora y están alertados ante la situación política interna de la CCI. Las bases programáticas y de principios para un combate tal están ya planteadas. Las fuerzas militantes y materiales, por débiles que sean, existen. La alternativa a la política liquidacionisa –que es solamente sectarización organizativa, política de “reagrupamiento” oportunista a imagen de la Promoción Lenin de los años 1920, dispersión de las fuerzas militantes, desconfianza y desmoralización de los militantes, liquidación de los principios y de las adquisiciones teóricas y políticas, derrotismo ante las luchas obreras, concesiones a las ideologías y campañas burguesas sobre la guerra- se refuerza y desarrolla en el campo proletario ¿no es lo que manifiesta últimamente, entre otros ejemplos, el informe de Battaglia Comunista de junio 2004 sobre las perspectivas de reagrupamiento en Alemania?
Queridos camaradas de Rivoluzione, ¡es su turno! Sean consecuentes con lo que escriben. Impongan el debate abierto y público contra la liquidación de las posiciones y la experiencia de nuestra organización. No se refugien nuevamente detrás de su “unidad formal” que es, en el mejor de los casos, superficial y, en el peor, falaz. Su unidad política, la que cuenta, la que puede establecer verdaderamente la mayor unidad organizativa posible en la más difícil de las situaciones históricas, ha explotado desde hace mucho tiempo.
¡Sean consecuentes! ¡Sean audaces! ¡Al combate para salvar a la CCI!
Saludos fraternales.
La fracción interna de la CCI.
Notas:
1. Estamos seguros que se trata para ustedes de una “reanudación internacional” porque no podemos imaginar que juzguen sobre una reanudación de las luchas únicamente en el plano italiano, ni tampoco que estimen que se halla determinada solamente por las luchas en Italia, por significativas e importantes que éstas sean.
2 Pero ¿no es exactamente la nueva visión de la CCI, individualista y elitista, que ha sido adoptada en el 14º congreso de la CCI de mayo 2001 con el famoso informe de la “comisión de investigación”, que se expresa de aquí de manera particularmente caricatural?
3. Tuvimos dificultades para traducir exactamente esta parte. La versión original dice: "Poco alla volta nella lotta dei lavatori,che già durante gli anni ottanta aveva spinto i lavatori a cercare di organizzarsi in maniera autonoma (...)". Esperamos no haber traicionado el sentido del texto.
4. Notemos de paso que esta justificación viene a destiempo, después de las huelgas de la primavera 2003 en Francia. Viene luego de la desmovilización y la deserción de la lucha por la gran mayoría de las secciones y militantes de RI que en su mayor parte ni siquiera estaban en huelga en sus trabajos –hablamos evidentemente de los trabajadores cuyos sectores estaban en lucha y podían ser huelguistas. Viene luego de la casi ausencia de las manifestaciones, asambleas y delegaciones de todo tipo –con excepción de algunos que llamaron... a regresar al trabajo en las asambleas en las cuales participaron. Viene también luego y en reacción a nuestra postura opuesta, activa, militante y participante en la lucha (véase boletines 19 y 20). Viene sobre todo luego del eco positivo que encontró ante el campo proletario en general, ante simpatizantes de la CCI en particular e incluso, o peor, según se vea, en el interior de la CCI por nuestra crítica al derrotismo de RI y nuestro recordatorio de la experiencia de la CCI de los años 1980 (Boletín 20, agosto 2003, Presentación del artículo “Sobre la intervención de los revolucionarios: respuesta a nuestros censores” Revista internacional 20, 1er. trimestre 1980), y no de los “esquemas”. Es después de todo eso que el rechazo a “los criterios ... para captary e intervenir en las luchas” de la CCI de los años 1980 ha sido teorizada y adoptada. Un último punto para comprender la mecánica fatal y extremadamente rápida de la dinámica oportunista de la CCI actual: la facción liquidacionista no puede admitir que la “autoproclamada fracción” de la que desea tanto la desaparición de los militantes, pueda haber expresado una posición justa la cual debería aceptar. Tenía que encontrar una posición diferente, con el fin de justificar su combate a muerte contra nuestra fracción. Si la noción de parasitismo tiene una validez, la CCI actual al posicionarse por principio en contra de lo que decimos, nos da un ejemplo caricatural.
Boletín Comunista Nº 27 - Fracción Interna de la CCI