Un nuevo paso en la deriva de la CCI
la agresión violenta contra nuestros militantes

El sábado 20 de junio de 2004, la sección de la CCI en México, Revolución Mundial, tuvo una reunión pública en México. Si hay una tradición anclada en la historia de las organizaciones de la clase obrera, es la que consiste en asegurar una presencia política en los lugares de reuniones públicas de los otros grupos (1) –grupo pertenecientes al campo proletario prioritariamente, pero también de los grupos de la extrema izquierda de la burguesía ¡si las fuerzas son suficientes!

En el marco de este boletín ya hemos alertado a los grupos y elementos aislados del campo proletario respecto a la inverosímil actitud de la actual CCI, que primero consistió en prohibirnos hablar en sus reuniones públicas, para luego prohibirnos el acceso a éstas mediante algunos militantes desviados y rebajados al siniestro nivel de “brazos fuertes” de un “servicio de orden”.

Que los militantes de Revolución Mundial se plieguen al comportamiento stalinoide de la dirección parisina del liquidacionismo no tendría, pues, que sorprendernos en nada. ¡Y sin embargo nos ha sorprendido!

Sin embargo, como es ya costumbre, como celosos aplicadores de esta política, los camaradas de RM han logrado llevarla a su paroxismo... de ridícula y necedad agresiva. Que se juzgue sobre dos series de hechos consternantes:

1. Incapaces de organizarse para rentar u obtener una sala, tenía lugar en la terraza de un café, en un lugar público y “abierto”. No importa, ¡la consigna es la consigna!, deben haberse dicho estos militantes. Y ya que la consigna es prohibir la presencia de la fracción donde ellos estén, entonces nos prohibirían estar en ese lugar. Uno se pregunta si mañana nos nos prohibirán respirar el mismo aire que respiran ellos, de tomar el mismo autobus para desplazarnos, o de utilizar las palabras que ellos van a usar. ¿De qué temen “contagiarse”? ¿Tendrán miedo de que nuestros argumentos les convenzan si llegan a escucharlos o leerlos?

Debemos, en este último caso, prevenir sinceramente a los camaradas de la CCI –en México, París o cualquier otra parte- que no han acabado con la fracción y que repetiremos nuestros argumentos y puntos de vista tanto tiempo como haga falta; ¡no se escaparán!

2. Igual de lamentable y ridículo, aunque más inquietante, el otro aspecto a mostrar de esta nueva peripecia, es que los militantes de la CCI llegan a la violencia física contra nuestros camaradas. Atropello a nuestros camaradas, gritos histéricos, etc... ¡a este nivel han llegado los militantes de la CCI!

Y todo porque queríamos entregarle al único participante exterior a su reunión “pública” nuestra toma de posición sobre el artículo de Revolución Mundial a propósito de Haití (publicado en este boletín). Los militantes de la actual CCI comenzaron a tratar de opacar nuestras voces mediante gritos y a interponerse para prohibirnos la difusión de nuestra hoja y de nuestro boletín. Uno de ellos llegó incluso hasta arrancarlo de las manos de uno de nuestros militantes.

Estos comportamientos indignos son tan lamentables y ridículos como escandalosos. En su forma inmediata hacen pensar más en una disputa de niños traviesos de escuela primaria que en un comportamiento de militantes revolucionarios. Pero se debe comprender que el nuevo paso franqueado con este tipo de violencia fiísica es el signo del hundimiento de la CCI actual en su deriva oportunista.

Mañana, si tienen los medios materiales y físico, estas agresiones darán un giro más serio. No es, por lo demás, la primera que sufrimos. Mañana –y de hecho esto ya ha sucedido- no serán solamente los militantes de la fracción las víctimas, sino elementos del campo proletario o miembros de otros grupos de este campo. Y, al igual que los camaradas del PCI-Le Prolétaire respondieron en sustancia a una agresión de la que fue víctima uno de sus militantes (ver Le Prolétaire n°463, agosto 2002, y nuestro boletín Nº 13 que da cuenta de ésta), ¡no estamos dispuestos a dejarnos intimidar!

Y, aquí también, ¡debemos advertir a los militantes de la CCI que no son esos métodos de valentones de cantina lo que nos impedirá continuar el combate político que hemos emprendido desde hace ya casi tres años!

En cambio ustedes, militantes de la CCI a quienes este tipo de prácticas no puede sino plantearles problema ¿cuándo tendrán el coraje político para observar las cosas de frente? ¿cuándo se decidirán por fin a volver a las prácticas sanas y normales del movimiento obrero?

¡Sepan que la fracción no se dejará arrastrar a ese terreno podrido, y que sigue dispuesta al debate político y a la confrontación de los puntos de vista! Pero el tiempo apremia.


Nota:

1. Ver al respecto el boletín Nº 24, la cita de Trotsky en una carta dirigida a A. Rosmer.

Boletín Comunista Nº 26 - Fracción Interna de la CCI