CORRESPONDENCIA

Desde hace algunos meses, y en particular desde fines del verano, lectores y simpatizantes de la CCI en número creciente comienzan a reaccionar abiertamente ante la deriva sectaria y oportunista de esta organización. En un primero momento incrédulos y desorientados, algunos se expresan ahora. Publicamos a continuación uno de estos correos, otros camaradas se rehúsan, por razones propias, a que reproduzcamos su punto de vista, respetamos su demanda. Pero sabemos que por cada simpatizante que se atreve a expresarse, son muchos los que se callan desmoralizados, “esperando a que todo esto pase”.

Es cierto que muchos de ellos han sufrido las presiones de la CCI para que se pronunciaran sin esperar, de manera urgente, sin conocimiento, en nombre de la confianza en la organización, contra nuestra fracción y que les difícil ahora volver atrás. Este “método” de manipulación que busca presionar (utilizando frecuentemente enormes contraverdades) sobre los militantes y elementos próximos con el fin de que condene “por principio” y precipitadamente, en nombre de la defensa de la organización, tiene como objetivo el impedir todo retorno de su parte, “quemarlos”. Son exactamente los mismos métodos, típicamente estalinistas, que han sido utilizados desde mayo 2001 en el interior de la CCI ante el conjunto de los militantes.

Más allá del combate inmediato para eliminar a nuestra fracción y destruir a nuestros militantes, esta política es un política de tierra arrasada, cuyo objetivo no puede ser sino la destrucción del medio revolucionario, o por lo menos el de su debilitamiento máximo.

Es exactamente la política que desarrolla abiertamente la CCI actualmente. La publicación de cartas de simpatizantes ingleses “contra el parasitismo” en World Revolution de octubre 2003 o, peor aún, del lamentable comunicado de un Círculo de Barcelona, surgido de la nada (1), en Acción Proletaria de noviembre 2003 intimando a los grupos comunistas la orden (!) de que nos denuncien, no puede ser más que la pérdida de esos militantes para el comunismo. Y sobre todo, participa de manera inmediata en hacer el vacío alrededor de las posiciones y grupos de la Izquierda comunista, al ofrecer una imagen caricatural de secta. Y como complemento, la CCI actual pasa ahora al ataque directo contra grupos tales como el BIPR o el PCInt-Le prolétaire, a los que acusa de parasitismo cuando hacen críticas políticas a la CCI.

La escandalosa e increíble “polémica” que Révolution internationale 340 et 341 ha lanzado contra Le Prolétaire respecto a las huelgas de mayo-junio en Francia es una expresión caricatural: no hay ningún argumento político consecuente. En ningún momento, RI se digna a poner las citas que hace el PCI en su contexto y así referirse a las verdaderas cuestiones políticas planteadas, en particular sobre la intervención de los revolucionario. Solamente afirma que el PCInt “calumnia” a la CCI y cae en el parasitismo (2). Qué triste.

Este rechazo sistemático a enfrentar las cuestiones políticas y a la confrontación de posiciones queda ilustrada particularmente con la prohibición de que asistamos a las reuniones públicas. Por lo demás, no es una casualidad si esta prohibición se inició después de la reunión pública de junio en la cual, ante la imposibilidad de defender nuestras posiciones, ya que se nos prohibía la palabra, habíamos mostrado la increíble heterogeneidad de las intervenciones, las contradicciones y las oposiciones entre los militantes de la CCI acerca del análisis y la intervención en las huelgas. Este rechazo obstinado a la confrontación política, al “debate”, solamente puede conducir a agravar aún más el aplastamiento de la vida proletaria en el interior mismo de la CCI. El debate y la confrontación de las posiciones políticas para las organizaciones son como la circulación sanguínea para el cerebro: indispensable.

Sin embargo, es este rechazo sectario el que cada vez más es reivindicado por la dirección liquidacionista de la CCI. Ella sabe bien a dónde quiere llevar a la CCI y sus militantes. La carta de la CCI que reproducimos aquí es la reivindicación abierta de esta política sectaria y destructiva. Esta carta, dirigida al camarada LL, hay que compararla con el contenido y el espíritu de los correos siguientes. Estos otros expresan en ocasiones una cierta desesperanza y una cierta desmoralización, si no es que hastío. Es evidentemente el fin buscado por el liquidacionismo. Por nuestra parte, es en el combate por la defensa de estos militantes que tratamos de inscribirnos.

Actualmente ha, pues, dos dinámicas opuestas, irreconciliables, en el campo proletario, como lo subrayamos de nuevo en la presentación de este boletín. Los correos que siguen son una ilustración de ello.

La fracción.


La política sectaria


Carta de la CCI a LL (01/10/2003)

RI a Ch. Ex LL

Camarada,

Hemos recibido bien la copia de la crítica que diriges a “la atención de la fracción interna de la CCI” respecto a su análisis e intervención en las luchas de la primavera/verano 2003(3)

Debemos decirte que esta crítica “fraternal” que desarrollas hacia ellos, y de la que nos envías una copia equivoca totalmente su objetivo. Debes saber que durante toda su historia, la CCI se ha empeñado en determinar la naturaleza de los diferentes reagrupamiento con el fin de saber qué actitud adoptar ante ellos. Ese fue el caso para la FECCI por ejemplo, calificada de reagrupamiento parásito. Para establecer esta determinación, la historia nos enseña que la naturaleza de un grupo no reside solamente en las posiciones políticas que pretende defender, sino también en los comportamientos que desarrolla. Los comportamientos forman parte de los principios. Es por sus comportamientos “de intrigantes” que Bakunin y sus acólitos fueron excluidos de la Internacional; es a causa de sus comportamientos que Herr Vogt llamó la atención de Marx, quien le consagró una denuncia meticulosa y cuán justa.

Así, sobre este capítulo tan importante, te recomendamos leer el artículo en RI de septiembre 2003, nº 338 titulado: “Las reuniones públicas de la CCI prohibidas a los soplones.”. En este artículo, la CCI defiende los principios elementales del Movimiento obrero. Te sugerimos también releer el libro de V. Serge “Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión”, en el cual la cuestión de la delación es por supuesto abordada. Que los soplones sean pagados o no por hacerlo, no cambia nada el resultado y la naturaleza de tales prácticas.

Es por estas razones que la CCI no polemiza con la pretendida FICCI, no porque ésta tuviera desacuerdos con ella, sino porque la CCI defiende los principios del movimiento obrero. Por tanto, los análisis que puedan desarrollar los soplones, patentados o no, no nos interesan. En cambio, las críticas que puedas hacer al análisis que hemos hecho sobre este movimiento, y a la intervención que hemos efectuado –prensa, suplemento, ventas en las manifestaciones, intervenciones en las AG, volante-balance...- nos interesan realmente.

En la espera de recibir tales críticas, recibe, camarada, nuestros saludos comunistas.

RI


Las reacciones a la política sectaria y de destrucción

Hemos publicado en los números anteriores correspondencia de camaradas que tratan de reaccionar ante la deriva sectaria de la CCI (véase la carta del camarada JC en el número 21). Publicamos aquí una más, entre otras.


Carta de G. a la Fracción (31/10/2003)

Camaradas,

Acabo de efectuar este día la renovación de suscripción a Revue Internationale y a Révolution Internationale.

Acompaño esta renovación de un correo, del que les transmito una copia.

Estoy muy atento a la evolución interna de la CCI y al combate que ustedes llevan a cabo. El trabajo de ustedes remarcable y profundo de crítica constructiva me parece indispensable y salvador. Viene, en todo caso, a estimular en mí una “militancia simpatizante” que la prensa de la CCI había puesto a dormir desde hace varios años.

Deseo precisarles que leo con atención su boletín, deseo recibirlo regularmente, así como todo documento que juzguen útil. Con el fin, a la vez de marcar mi anexión a su combate, y participar financieramente a su esfuerzo de publicación, les solicito...

Con mis sentimientos resueltamente comunistas y lúcidamente optimistas. G.


Respuesta de la fracción a G. (31/11/2003)

Estimado camarada,

Primero, queremos excusarnos por el retardo en nuestra respuesta a tu carta. Ésta, por su contenido político y su apoyo, constituye un impulso para nosotros para continuar nuestro combate por el debate y la confrontación abierta y pública de las divergencias políticas. Viene a confirmar otros correos de simpatizantes de la CCI que no comprenden, y que incluso desaprueban, los nuevos métodos introducidos y utilizados por nuestra organización para arreglar sus dificultades organizativas.

En particular, aprobamos tu postura política cuando defiendes en tu carta a la CCI que “la lectura atenta de cada uno de los boletines y periódicos publicados por ambas parte, y la confrontación minuciosa de los dos puntos de vista es un elemento primordial en la búsqueda de una línea teórica clara”. En efecto, la cuestión no es tanto tomar posición por uno u otro campo, por la CCI actual o por nuestra fracción, “por la fidelidad a la organización” o por el “rechazo a los métodos disciplinarios”, sino precisamente estudiar los diferentes puntos de vista con el fin de discernir lo más claramente posible en dónde están los verdaderos desacuerdos políticos, en dónde se encuentran las líneas de fractura, y qué dinámicas están subyacentes.

Nosotros nos reconocemos completamente en esta postura que, a decir verdad, es la de la CCI de siempre, de la que nos reivindicamos y tratamos de defender actualmente. Tu carta y tu postura son la marca de la “verdadera CCI”.

Por nuestra parte, y desde que fuimos excluidos de la CCI en marzo 2002, seguimos defendiendo, y tratamos de poner en práctica, la necesidad del debate y la confrontación de las posiciones mediante el conjunto de nuestras actividades, participación en las reuniones de otros grupos, intervención en las reuniones públicas de la CCI, correspondencia internacional. Herramienta central de nuestra intervención y combate, “Nuestro boletín pretende ser una herramienta de reflexión y de impulso del debate en el seno de este medio político proletario con el fin, por supuesto, de hacer el balance político de la crisis que golpea a la CCI actualmente y sacar el máximo de lecciones, pero también para desprender perspectivas de reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias con miras a la constitución del futuro partido del proletariado" afirmamos en la presentación “¿Quiénes somos?” de nuestro sitio Internet.

Evidentemente, el boletín está abierto a toda contribución escrita que tú puedas o desees hacer, como tratamos de hacerlo con textos o cartas de otros camaradas o grupos políticos. Indicas que nuestro “trabajo remarcable y profundo de crítica constructiva [te] parece indispensable y salvador. Viene, en todo caso, a estimular en mí una “militancia simpatizante” que la prensa de la CCI había puesto a dormir desde hace varios años. ¿Es que ese sueño se remonta mucho antes de la crisis abierta en 2001? Y si es así, lo que suponemos ¿a qué se debía? Como puedes comprender, estamos tan interesados en luchar contra la deriva organizativa y política abierta desde 2001, como en comprender las raíces de esta deriva, las tendencias y debilidades políticas y militantes ya existentes anteriormente y que nosotros (entendido este “nosotros” como toda la CCI incluidos nosotros mismos) no hemos sabido, o “querido”, detectar en toda su amplitud y combatir como se debía.

Estamos interesados también en conocer tu opinión sobre la situación histórica actual y su evolución. (...).

Finalmente, último punto, te agradecemos por el apoyo financiero que nos envías y que nos ayudará a la publicación y envío de nuestro boletín (...).

Una vez más, tu carta es un impulso para nosotros, tanto más por cuanto no es la única manifestación que hemos recibido de una dinámica, aún dispersa y débil, pero no menos real, de reacciones proletarias ante la deriva oportunistas de la CCI.

Esperando tus respuestas y comentarios, recibe nuestros saludos comunistas.

La fracción interna de la CCI.


Corrección

Hemos publicado la carta de “otro” camarada JC (véase nuestro boletín 21). El camarada JC de Toulouse nos señala que él no tiene nada que ver con el camarada JC del número 21. Tomamos acta. Sin embargo nos permitimos saludar el hecho de que, para él, somos “camaradas”, y que tenemos el derecho a sus “saludos comunistas”.


Carta de JC (Toulouse)


Toulouse, diciembre 3, 2003

Camaradas,

He tomado conocimiento de su boletín nº21 del 8 de octubre de 2003 –boletín que recibo de manera muy irregular.

Leo en la página 21 de ese número:

"Extracto de la carta de J.C."

"No soy militante de la CCI (...) solamente suscriptor (si bien casi “suscriptor fundador”).

Sucede que soy un simpatizante de la CCI y también un muy antiguo suscriptor de la revista “RI” (desde su creación) y que tengo las mismas iniciales (...) que las de su correspondiente.

Con el fin de evitar cualquier equívoco, desearía que insertaran, en uno de sus próximos boletines, que no tengo nada que ver con el correspondiente mencionado, y que esta carta es la única que han recibido de mí hasta ahora.

Se los agradezco de antemano.

Reciban, camaradas, mis saludos comunistas.

J.C. (de Toulouse).


NOTAS:

1 Es sintomático que este “círculo de discusión” familiar se de a conocer internacionalmente precisamente sobre este tema. ¡Y con qué arrogancia! Pero sin duda no tiene nada que decir sobre las cuestiones políticas generales... Le dispensamos al lector la reproducción de tal “comunicado”. Se le puede consultar en las páginas españolas del sitio de la CCI.

2 "La calumnia a manera de argumentos es un método propio del medio parasitario, cuya única razón de ser es la de desacreditar a las organizaciones revolucionarias. Que el PCI se apropie cada vez más de este método del parasitismo no nos sorprende. No es inútil recordar a nuestros lectores que esta organización de la Izquierda comunista no tuvo escrúpulo alguno para flirtear con los elementos parásitos reagrupados bajo el pomposo nombre de ‘Fracción Interna de la CCI’ (ver nuestro artículo ‘El PCI a remolque de la “Fracción Interna de la CCI” en RI nº328). Para defender su pequeña tienda contra la CCI, todo es bueno para el PCI (¡incluida la complacencia con ladrones y soplones!) despreciando todo principio. He aquí a donde conducen el oportunismo y el sectarismo: a conchabarse con no importa qué pequeño grupo de gamberros que le lustran las botas para entrañarlo en un ‘frente único’ antiCCI (RI 341, diciembre 2003).

3 Debido a la falta de espacio en este boletín, será en un próximo número que publiquemos el intercambio de correspondencia al que la carta hace referencia.

Boletín Comunista Nº 22 - Fracción interna de la CCI