II. La herencia de la Internacional Comunista
La Internacional Comunista nació bajo el signo de una nueva época, marcada por la alternativa histórica que los revolucionarios habían ya anunciado, y que se concretaba, a escala del conjunto de la sociedad capitalista, con la primera guerra imperialista mundial, y la oleada revolucionaria internacional al final de ésta, que cimbró hasta sus cimientos al régimen de la explotación asalariada
La guerra mundial a
colocado a la sociedad ante la alternativa siguiente: o bien
mantenimiento del capitalismo, con nuevas guerras y un rápido
hundimiento en el caos y la anarquía, o bien abolición
de la explotación capitalista.
Con el final dela guerra
mundial, la burguesía y su dominación de clase han
perdido todo derecho a la existencia. La burguesía ya no está
a la altura de sacar a la sociedad del terrible caos económico
que la orgía imperialista ha dejado tras de sí. En
proporciones enormes, medios de producción han sido
aniquilados; millones de obreros... han sido masacrados. Cuando lo
que aún quedan con vida regresan a sus hogares, ven ante ellos
la cara gesticulante del desempleo, el hambre, las enfermedades que
amenazan aniquilar hasta la raíz de la fuerza popular...
Para
escapara a esta confusión sangrienta, para no caer en este
abismo abierto, no hay otro recurso, otra salida, otra salvación
que el socialismo. Solo la revolución mundial del proletariado
puede poner orden en este caos, dar a todos trabajo y pan, terminar
con el despedazamiento recíproco de los pueblos, aportar a la
humanidad descorazonada la paz, la libertad y una civilización
verdadera. ¡Abajo el salariado! Tal es la consigna de la
hora…
En la hora actual el socialismo es la última
tabla de salvación de la humanidad. Más allá de
las murallas en ruinas de la sociedad capitalista se ve brillar con
letras de fuego, el dilema profético del Manifiesto del
Partido Comunista: ¡Socialismo o hundimiento en la barbarie!
(¿Qué quiere la Liga Espartaquista? Programa
del Partido Comunista Alemán - R.
Luxemburg
1918).
Junto al terror de la guerra mundial, la oleada revolucionaria internacional “se caracteriza por su amplitud sin precedente en la historia. En marzo de 1917 es derrotado el zarismo. En noviembre de 1917, el proletariado ruso se apodera del poder del Estado. En noviembre de 1918 caen las monarquías alemana y austro-húngara. El movimiento huelguístico se extiende a una serie de países europeos ... En marzo de 1919, se establece la república sovietista en Hungría. Hacia fines del mismo año, los EU son sacudidos por las formidables huelgas de metalúrgicos, mineros, ferroviarios. En Alemania, luego de los combates de enero y de marzo de 1919, el movimiento alcanza su punto culminante, luego de la caída de Kapp, en marzo de 1920. En Francia, el momento de mayor tensión de su situación interna se da en mayo de 1920. En Italia, el movimiento del proletariado industrial y rural crece incesantemente y llega en septiembre de 1920 a la toma por parte de los obreros, de las fábricas.... El proletariado checo, en diciembre de 1920, empuña el arma de la huelga general política. En marzo de 1921 se produce la sublevación de los obreros de Alemania Central y la huelga de los obreros mineros en Inglaterra. ... En Asia y Africa suscita o refuerza la indignación revolucionaria de numerosas masas coloniales...” (Tesis sobre la situación mundial. Tercer Congreso de la IC – junio 1921. PyP 47 pp.7-81)
Es
este cambio de época en el capitalismo, la agudización
de sus contradicciones que expresan su límite histórico,
la alternativa histórica crucial para la humanidad que ésta
implica, los acontecimientos de importancia histórica mundial
que le marcan, así como la explicación de los
fundamentos económicos y sociales de estos y su formulación
teórica, lo que recubre la noción de la decadencia del
capitalismo. Y es en el fuego de estos acontecimientos, más
precisamente, en el periodo de los primeros cuatro congresos de la
Internacional, durante los primeros años 20, que la noción
de la decadencia del capitalismo se generaliza en el movimiento
revolucionario a través de los debates, análisis y
resoluciones de la Tercera Internacional, tanto sobre la situación
mundial, como sobre diferentes puntos de la nueva táctica que
debería adoptar el proletariado. Estos aspectos estaban en
cuestión precisamente porque las condiciones del capitalismo
habían cambiado, y éstas exigían una nueva
táctica para la lucha del proletariado. Sin embargo, la
Internacional apenas logro plantearlas. En la vorágine de los
acontecimientos, algunas de estas cuestiones fueron zanjadas en la
práctica, más que en la teoría, al precio de
dolorosas derrotas y desastres para la clase. Con el reflujo de la
revolución, otras quedaron pendientes, y hasta nuestros días
están en la base de las divergencias entre los grupos del
campo proletario actual.
Sin embargo, al sobrevenir el reflujo de
la oleada revolucionaria y empezar a manifestarse las primeras
tendencias de la degeneración del Estado soviético y de
las organizaciones de la Internacional, la teoría de la
decadencia del capitalismo también fue paulatinamente
abandonada y sus defensores combatidos, por no acomodarse a los
intereses y orientaciones políticas de los "bolchevizadores",
nuevos jefes de la Internacional, que encarnaban esta degeneración
política y eran los precursores de la contrarrevolución
estalinista. Entonces, solamente algunas organizaciones y teóricos,
de los que eran sucesivamente expulsados de la Internacional
degenerante, mantuvieron en sus principios y programas la teoría
de la decadencia del capitalismo y siguieron alimentando los debates
alrededor de ésta.
Veamos cómo, las modificaciones
con relación a la concepción de la decadencia del
capitalismo, en la Internacional Comunista, corresponden a la propia
evolución política de ésta.
1. Entre el primer y segundo congreso de la Internacional (1919-1920). La revolución al orden del día
La Tercera Internacional surgió como un órgano de la revolución proletaria internacional. Para sus fundadores, la alternativa histórica se presentaba de manera concreta e ineludible, los objetivos históricos de la clase obrera eran una realidad inmediata. Ante los resultados de la guerra mundial y la lucha de clases que se extendía, la fase final del capitalismo, su declive, coincidía con su hundimiento definitivo, no existía objetivamente una diferencia entre uno y otro. Tal es el sentido del llamado a la constitución de la Internacional:
El periodo actual es el de la descomposición y el hundimiento de todo el sistema capitalista mundial y será el del hundimiento de la civilización europea en general si no se destruye al capitalismo con sus contradicciones insolubles... La tarea del proletariado consiste en al actualidad en apoderarse del poder de Estado... La situación mundial exige ahora el contacto más estrecho posible entre los diferentes sectores del proletariado revolucionario y la unión total de los países en los cuales la revolución socialista ha triunfado... (Invitación al Partido Comunista Alemán Spartakusbund al 1er. Congreso de la Internacional Comunista. - PyP 43 , p. 26).
Evidentemente, la tarea del momento era la de la dirección y organización de los destacamentos de la clase obrera que se levantaban en lucha por todos los países. Así, las resoluciones más importantes del primer congreso de la IC se refieren, por un lado, al objetivo a alcanzar: la dictadura del proletariado y la denuncia de la hipocresía de la democracia burguesa; y por otro a la organización de la clase obrera, la cual tenía que basarse en la ruptura con el oportunismo, es decir, con las organizaciones de la segunda internacional que habían traicionado a la revolución y se habían convertido en el instrumento más importante de la burguesía para frenar el movimiento de la clase obrera.
El
análisis de la situación mundial sobre el que
descansaba su fundación y su llamado a la lucha revolucionaria
era contundente:
"Las contradicciones del sistema
capitalista mundial, antes ocultas en su seno, se revelaron con una
fuerza inusitada en una formidable explosión: la gran guerra
imperialista mundial. El capitalismo intentó superar su
propia anarquía mediante la organización de la
producción... El monopolio suplanta al libre
competencia..
Pero en la misma medida... las contradicciones, la
competencia, la anarquía alcanzaban en la economía
mundial una mayor acuidad. La lucha entre los mayores Estados
conquistadores conducía inflexiblemente a la monstruosa guerra
imperialista. La sed de beneficios impulsaba al capitalismo mundial a
la lucha por la conquista de nuevos mercados, de nuevas fuentes de
materia bruta, de mano de obra barata... Los Estados imperialistas
que se repartieron todo el mundo... debían poner en evidencia
tarde o temprano en un gigantesco conflicto la naturaleza anárquica
del capital. Así se produjo el más grande de los
crímenes: la guerra del bandolerismo mundial...
El
exterminio, la sujeción total del proletariado, un monstruoso
yugo, el empobrecimiento, la degeneración, el hambre en el
mundo entero, ese fue el último precio de la paz social. Y
esta paz fracasó. La guerra imperialista se transformó
en guerra civil.
Una nueva época surge. Epoca de
disgregación del capitalismo, de su hundimiento interior.
Epoca de la revolución comunista del proletariado... El
sistema imperialista se desploma...
La humanidad, cuya
cultura ha sido devastada totalmente, está amenazada de
destrucción. Sólo hay una fuerza capaz de salvarla y
esa fuerza es el proletariado. El antiguo "orden"
capitalista no existe más... El resultado final de los
procedimientos capitalistas de producción es el caos, y ese
caos sólo puede ser vencido por la mayor clase productora, la
clase obrera. Ella es la que debe instituir el orden verdadero, el
orden comunista. Debe quebrar la dominación del capital,
imposibilitar las guerras, borrar las fronteras entre los Estados,
transformar el mundo una vasta comunidad mundial que trabaje para sí
misma, realizar los principios de solidaridad fraternal y la
liberación de los pueblos... (Plataforma de la
Internacional Comunista, marzo 1919. - PyP 43, p. 61-2).
Hay,
en este momento, una convergencia teórico-política
entre las diferentes organizaciones revolucionarias, especialmente
entre el Partido Bolchevique y la Liga Espartaquista, lo que se
refleja en las líneas anteriores, donde la base económica
del análisis está tomada de la teoría del
imperialismo y la tendencia al monopolio de Lenin, mientras que la
definición de los peligros que amenazan a la humanidad y de la
alternativa histórica reproduce casi literalmente el programa
de la Liga Espartaquista.
El segundo congreso, celebrado en julio
de 1920, continúa sus tareas tratando de trazar la táctica
del proletariado para el nuevo periodo. Éste se dedica
principalmente a definir la organización y funcionamiento de
la Internacional: las condiciones de adhesión a ésta.
En sus estatutos marca claramente su objetivo:
" La nueva
Asociación Internacional de los Trabajadores es fundada con el
objeto de organizar una acción conjunta del proletariado de
los diversos países, tendiente a un solo fin: la liquidación
del capitalismo, el establecimiento de la dictadura del proletariado
y de una república internacional de los soviets que permitirán
abolir totalmente las clases y realizar el socialismo... (Estatutos
de la Internacional. - PyP, p. 105)
Asimismo, toma postura sobre los debates que han surgido ya, en el movimiento revolucionario, alrededor de:
La cuestión de la función y estructura organizativa de los partidos comunistas. ¿Es el partido o los consejos obreros el órgano de poder de la dictadura del proletariado?
Las luchas de liberación y el derecho de las naciones a la autodeterminación. ¿Siguen existiendo movimientos nacionales progresistas o estos han llegado a su fin? ¿Debe la clase obrera seguir apoyando la formación de naciones burguesas, o esto se vuelve contraproducente para sus objetivos?
El parlamentarismo y la participación de los revolucionarios en éste. ¿Debe la clase obrera seguir actuando en los parlamentos, o ello se convierte en un factor que obstaculiza la lucha?
La función de los sindicatos. ¿Siguen siendo un organismo de la clase o se han convertido en un instrumento al servicio del capital? ¿Deben seguir los obreros en ellos y el partido tratar de conquistarlos, o hay que llamar a que los obreros los abandonen y se opongan a ellos?
En
cuanto al análisis de la situación mundial, la IC
reconoce que, aunque la burguesía mundial intenta estabilizar
la situación (a través del Tratado de Versalles), las
rivalidades imperialistas anuncian ya una nueva guerra, de
proporciones aún mayores. Que el capitalismo no puede volver a
una situación de estabilidad y desarrollo pacífico
comparable a la del siglo pasado.
"... Todos los
fundamentos de la política internacional o interna están
subvertidos o cuestionados. Para el mundo de los explotadores, el
mañana es tormentoso. La guerra imperialista terminó de
destruir el viejo sistema de las alianzas... Ningún nuevo
equilibrio resulta de la paz de Versalles”
Mientras las
potencias vencedoras se disputan Rusia, Austria-Hungría y
Alemania, Francia ha quedado dependiente de Inglaterra y EU. Estas
dos últimas potencias se alzan como los grandes vencedores y
su rivalidad pone ya las bases para el nuevo conflicto:
"
A la rivalidad furiosa de esos dos grandes gigantes en el domino de
las construcciones navales se agrega una lucha no menos despiadada
por la posesión del petróleo… Francia se vio
arrastrada… como satélite de segunda magnitud.. La liga
de las Naciones le significa un peso intolerable y trata de
deshacerse de ella fomentando un antagonismo entre Inglaterra y los
EU. De este modo trabajan las fuerzas más poderosas,
preparando un nuevo flagelo mundial. … Los pequeños
estados burgueses recientemente creados sólo son un
subproducto del imperialismo...la lucha nacional en los dominios
ocupados por los vencedores alcanzó su más alto grado
de tensión... El problema nacional en las colonias es aún
más amenazante... La Europa oficial... tal como surgió
de la paz de Versalles, sugiere la idea de una casa de locos... la
guerra futura tendrá como punto de partida el punto en que la
guerra precedente se detuvo: se verá aparecer, ante todo, los
aviones y los tanques, el fusil automático y las
ametralladoras en lugar del fusil portátil, la granada en
lugar de la bayoneta... (Manifiesto del Congreso – El mundo
capitalista y la Internacional Comunista PyP pp.183-188)
Esta
visión de la IC, acerca de otra próxima guerra mundial,
aún más devastadora que la que apenas había
finalizado, resultó profética. Es cierto que en 1920,
cuando Alemania era literalmente saqueada por los vencedores, no se
podía prever que ésta se alzaría tan rápidamente
y volvería a plantear su reto, lo que obligaría
finalmente a Inglaterra a ponerse al lado de los Estados Unidos, a
pesar de sus intereses claramente encontrados. Sin embargo la
tendencia a la guerra imperialista generalizada se expresaba ya en
una serie de rivalidades por todos lados de unos Estados contra
otros, en el militarismo, y en general en el atolladero económico
en que se mantenía el sistema y que solamente podía
encontrar solución en una nueva carnicería mundial.2.
2. Tercer y cuarto congresos de la IC (1921-1922). El balance de la revolución y la decadencia del capitalismo
El tercer congreso de la Internacional debe hacer frente al hecho de que la oleada revolucionaria internacional ha sido frenada por la burguesía.
" Durante el año transcurrido entre el 2º y el 3º Congreso... son parcialmente derrotadas una serie de sublevaciones y de luchas de la clase obrera (avance del ejército rojo sobre Varsovia en agosto de 1920, movimiento del proletariado italiano en septiembre de 1920, sublevación de los obreros alemanes en marzo de 1921). El periodo del movimiento revolucionario posterior a la guerra ... parece haber finalizado... El sentimiento que tiene la burguesía de su poder como clase y la solidez exterior de sus órganos de Estado indudablemente se han fortalecido..."
La Internacional traza un balance de la situación mundial, en el cual reconoce que la destrucción revolucionaria inmediata del capitalismo, en la oleada de luchas que acaba de pasar, no había sido posible, como había pensado. En cambio, la Internacional lleva más adelante la noción de la decadencia del capitalismo, al afirmar que este sistema ya no podría volver a funcionar como antes, ya que la tendencia a la destrucción de las fuerzas que se manifestó en la guerra seguirá presente en adelante y, por tanto, la única alternativa para la humanidad seguirá siendo la revolución internacional del proletariado.
" Los veinte años anteriores a la guerra fueron una época de ascenso capitalista particularmente poderosa. Los periodos de prosperidad se distinguen por su duración y su intensidad; los periodos de depresión o de crisis, por el contrario, por su brevedad. ... Al dominar el mercado mundial con sus trusts, sus carteles y sus consorcios, los amos de los destinos del mundo se daban cuenta de que el desarrollo acelerado de la producción debía enfrentarse con los límites de la capacidad de compra del mercado capitalista mundial. Intentaron salir de esta situación por medio de la violencia. La crisis sangrienta de la guerra mundial daba paso a un largo periodo amenazador de depresión económica con idéntico resultado...: la destrucción de grandes fuerzas productivas...
Enseguida,
el análisis se refiere a la aparente recuperación y
vuelta a la prosperidad que siguió a la guerra y subraya
que:
" De tal modo, la crisis del año 1920 …
no es una etapa del ciclo "normal" industrial, sino una
reacción más profunda contra la prosperidad ficticia de
la época de guerra y de los años posteriores,
prosperidad basada en la destrucción y el aniquilamiento. Los
periodos de prosperidad sólo pueden tener… una corta
duración y sobre todo un carácter especulativo. Las
crisis serán largas y dolorosas... (Tercer Congreso de
la IC.- Tesis sobre la situación mundial. Cap. II. La guerra,
la prosperidad especulativa y la crisis.- PyP p.8-11)
Encontramos
aquí, no solamente la distinción entre el periodo de
ascenso del capitalismo (anterior a la guerra) y el de su declive,
sino además una apreciación del cambio en los ciclos
económicos del capitalismo. En la época ascendente
estos se caracterizan por largos periodos de prosperidad en relación
a los breves de crisis; en la nueva época esta tendencia se
revierte: los periodos de prosperidad sólo pueden tener una
corta duración, mientras las crisis se vuelven largas.
Esta
postura formaba parte del debate de la época sobre la crisis.
En ese momento, comenzaban a surgir críticas contra las
orientaciones de la Internacional, en las que se veía una
tendencia al abandono de la lucha revolucionaria. Algunas de esas
críticas, a las cuales trata de responder la tesis citada,
partían precisamente de la idea de una crisis permanente y
definitiva del capitalismo, idea que, por lo demás, no hacía
sino llevar hasta el extremo la línea de pensamiento
desarrollada en el primer congreso de la Internacional. Hemos
aclarado ya, que no tenemos la intención en esta serie de
abordar el problema paralelo de la crisis del capitalismo, sino
solamente seguir el hilo de la concepción de la decadencia en
el movimiento revolucionario. Sin embargo, es interesante recordar
cómo defendía Trotsky esa tesis de la Internacional:
" Este solo mecanismo del desarrollo capitalista que pasa sin cesar de periodos de crisis a periodos de prosperidad y así sucesivamente, muestra cómo la opinión según la cual la crisis actual solamente puede agravarse hasta el momento de la dictadura del proletariado –ya sea que surja en uno, dos, tres años o más- es falsa, superficial, anticientífica.
Las osciliaciones cíclicas –decíamos en nuestro informe para el tercer Congreso- acompañan al desarrollo del capitalismo en su juventud, su madurez y su decadencia, como el tictac de un corazón se mantiene en un hombre incluso en su agonía… En cuanto al ritmo, la constancia, la duración de esta animación, éstas dependen del conjunto de condiciones que caracterizan la viabilidad del capitalismo. " (Trotsky, La marea sube, 1922).
El
punto de debate en ese documento de Trotsky es, como se ve, la
cuestión de si la crisis es cíclica o se ha vuelto
permanente. Pero lo que nos interesa por el momento señalar es
cómo se refiere, explícitamente, a las fases de
desarrollo del capitalismo: “juventud, madurez y decadencia”
como un dato dado, que prácticamente no está a
discusión.
Esta postura resulta todavía más
evidente en el cuarto congreso, donde una teoría de la
decadencia se enuncia explícitamente en la Resolución
sobre la táctica de la IC. Así, el apartado II de esa
resolución, titulado precisamente El periodo de decadencia
del capitalismo, parte del cambio de época determinado por
las contradicciones del capitalismo que están en la base de su
desarrollo, las que al agudizarse al extremo, se convierten en fuente
de destrucción:
"...
el capitalismo, después de haber realizado su misión de
desarrollar las fuerzas productivas, cayó en la contradicción
más irreductible con las necesidades no solamente de la
evolución histórica actual sino también con las
condiciones más elementales de existencia humana. Esta
contradicción fundamental se reflejó particularmente en
la última guerra imperialista y fue agravada por esa guerra
que conmovió, del modo más profundo, el régimen
de la producción y de la circulación. El capitalismo,
que de ese modo sobrevivió a sí mismo, entró
en una fase donde la acción destructora de sus fuerzas
desencadenadas arruina y paraliza las conquistas económicas
creadoras ya realizadas por el proletariado en medio de
las cadenas de la esclavitud capitalista....
El cuadro
general de la ruina de la economía capitalista no es atenuado
en absoluto por las fluctuaciones inevitables propias del sistema
capitalista, tanto en su decadencia como en su ascenso... Ya es
posible prever claramente que si la expansión actual de la
industria no es susceptible, aún en un futuro lejano, de
restablecer el equilibrio capitalista y de restañar las
heridas abiertas provocadas por la guerra, la próxima crisis
cíclica, cuya acción coincidirá con la línea
principal de la destrucción capitalista no hará sino
agudizar todas las manifestaciones de esta última y, en
consecuencia, en gran medida la situación
revolucionaria.
Hasta su muerte, el capitalismo será presa
de esas fluctuaciones cíclicas. Sólo la toma del
poder por el proletariado y la revolución mundial socialista
podrán salvar a la humanidad de esta catástrofe
permanente provocada por la persistencia del capitalismo moderno.
Actualmente, el capitalismo está viviendo su agonía. Su
destrucción es inevitable. (Cuarto Congreso de la IC,
noviembre 1922 - Resolución sobre la táctica de la IC –
PyP 47, p177).
Se expresan aquí los aspectos más
generales que marcan la época de la decadencia del
capitalismo:
El límite histórico al que llegaba luego de haber realizado su misión de desarrollar las fuerzas productivas.
La entrada en una fase en la que la supervivencia del capitalismo conduce a la guerra y destrucción de la civilización.
La única alternativa para la salvación de la humanidad de esta catástrofe permanente provocada por la persistencia del capitalismo es la revolución mundial.
Ante este cuadro, la pregunta que surge no es ¿cómo y por qué actualmente algunas organizaciones revolucionarias tienen como base de sus principios una teoría de la decadencia?, sino más bien ¿cómo se llegó a la situación actual, en que esta teoría se convirtió, si no en una "rareza", si al menos en un rasgo peculiar de solamente algunas organizaciones, y dejó de ser una noción reconocida en general en el campo proletario? La respuesta está en el reflujo de la revolución y el proceso de degeneración del Estado soviético y la propia Internacional.
3.- La bolchevización de la Internacional y la liquidación de su papel revolucionario
No
es el propósito de este artículo trazar todo el proceso
de retroceso del movimiento revolucionario de los años 20.
Baste mencionar que la serie de derrotas de las sublevaciones
proletarias de los primeros años 20, en particular la derrota
de la revolución en Alemania, condujeron al aislamiento de la
Rusia soviética. El reflujo revolucionario trajo consigo, al
mismo tiempo, un viraje político en el partido bolchevique y
la Internacional hacia posturas cada vez más conservadoras y
vacilantes: "frente único", intento de alianza con
los socialtraidores, alianzas con las burguesías de los países
"coloniales", combate cada vez más frontal contra
las corrientes de izquierda dentro de la propia Internacional; en
medio de concesiones a las grandes potencias e instauración de
medidas de capitalismo de Estado para intentar dar un respiro al
Estado soviético, aislado y asfixiado, los consejos obreros
languidecían, mientras el partido bolchevique se erigía
cada vez más como un partido al frente de un nuevo capitalismo
de Estado, y la Internacional se convertía en un mero
instrumento de defensa de su política nacional... Por
supuesto, este proceso de paulatina degeneración de la
revolución y sus órganos políticos no tuvo lugar
sin una resistencia encarnizada, cuya expresión más
notable fueron las organizaciones de la izquierda comunista, las que,
una a una, eran expulsadas de la Internacional.
La adopción
por parte del partido bolchevique de la teoría del "socialismo
en un solo país", fórmula que condensaba el
abandono definitivo, la traición a la revolución
mundial, y la adopción de una política nacional
imperialista por parte del Estado soviético y el propio
partido bolchevique, marca, en el año 1926, el inicio de la
era de la contrarrevolución estalinista. Sin embargo este
punto era tan sólo el remate de un proceso iniciado años
antes, el cual tuvo un impulso particularmente decisivo con la
política de la "bolchevización" de los
partidos de la Internacional adoptada a partir del 5º Congreso
en 1924.
De
manera breve, podemos describir la bolchevización como la
política de los dirigentes del Partido Comunista Ruso
degenerante con miras a "disciplinar", tanto a la oposición
que actuaba en su interior, como al resto de las organizaciones
agrupadas en la Internacional, tras la política de defensa
nacional que cada vez más adoptaba el primero en abandono de
los objetivos revolucionarios. Claro que esta disciplina recaía
en primer lugar sobre los opositores que seguían manteniendo
en alto el estandarte del internacionalismo y la revolución
proletaria mundial (principalmente las fracciones de izquierda
comunista y los grupos de oposición agrupados alrededor de las
posturas de Trotsky). La bolchevización significaba el
principio del fin de la vida proletaria en la Internacional, el fin
de los debates, de la posibilidad de criticar a los órganos
centrales, de la discusión teórica, a cambio de una
sumisión incondicional a los dirigentes en turno, en nombre de
la ... "disciplina". 3
En el plano teórico-político la bolchevización
dio a luz el "leninismo", la nefasta base ideológica
de los futuros partidos estalinistas. Según la plataforma
ideológica de los bolchevizadores :
" Lenin
fue el más grande de los discípulos de Marx ... pero el
leninismo enriqueció al marxismo... Sin el leninismo no
hubiese podido existir actualmente el marxismo revolucionario. El
leninismo es el marxismo de la época monopolista
(imperialista)... Es imposible asimilar el leninismo ... sin tener en
cuenta los errores de muchos marxistas eminentes que intentaron
aplicar el marxismo a las condiciones de la época actual, pero
que en esta tarea no tuvieron un acierto total. Se trata de los
errores de los comunistas de "izquierda" en Rusia, del
grupo de marxistas holandeses (Gorter, Pannekoek) y también de
Rosa Luxemburg...
Una verdadera bolchevización es
imposible sin vencer los errores del luxemburguismo. El leninismo
debe ser la única brújula de los partidos comunistas...
Una desviación particularmente peligrosa... es el trotskismo,
una variedad de menchevismo, que liga el oportunismo occidental y la
frase "radical e izquierdista"... hacerlo desaparecer como
tendencia, es aplicar el leninismo en la IC”4.
(Tesis sobre la bolchevización – V Plenario del
Ejecutivo de la IC – Grigori Zinóviev – PyP 56, pp
188-193)
Enarbolando la nueva bandera del
"leninismo", los bolchevizadores, no solamente convirtieron
a Lenin en un ícono nacional-imperialista, sino que iniciaron
una obra de destrucción, de enterramiento del marxismo, en
toda la línea, en todos sus aspectos, obra que coronaría
poco después el estalinismo. En adelante, cualquier fracción
de izquierda sería considerada como una aberración y
una desviación pequeñoburguesa, solamente la política
oficial del partido ruso degenerante podría ser considerada
como "verdaderamente" "marxista-leninista". Y
aquí entroncamos nuevamente, por fin, con nuestro objeto de
estudio, la teoría de la decadencia del capitalismo.
Para
los bolchevizadores era crucial mellar el filo revolucionario del
marxismo, en la medida en que sus objetivos y posturas políticas
viraban en sentido contrario. Si bien la teoría del
"socialismo en un solo país" obtuvo el triunfo final
en 1926, ya en 1924 los bolchevizadores formulaban claramente que el
objetivo del PC Ruso (y enseguida de toda la Internacional) era la
"creación" del socialismo en un solo país,
fórmula que en realidad ocultaba el abandono de la lucha por
la revolución mundial, a cambio de la consolidación de
una nueva forma de capitalismo de Estado al frente de la cual se
hallaría la burocracia del partido, la nueva clase
capitalista. Es así que el quinto congreso de la Internacional
enunciaba ya explícitamente que “El Partido
Comunista Ruso apunta a crear una sociedad socialista en un Estado
(la URSS) rodeado por todas partes de Estados capitalistas..."
(Sobre el problema ruso. V Congreso de la IC – PyP p.158).
De
allí el ataque furibundo de los bolchevizadores contra el
marxismo revolucionario, contra las izquierdas comunistas aún
actuantes y, de manera especialmente señalada, incluso contra
las teorías de... Rosa Luxemburg, ataque encubierto de lucha
entre "leninismo" y "luxemburguismo", que no era
sino una mistificación creada por los propios bolchevizadores
para hacer pasar sus posturas contrarrevolucionarias.
En este
marco, la noción de la decadencia del capitalismo, tal como la
Internacional la venía formulando hasta entonces, como límite
histórico del capitalismo y como alternativa entre revolución
y barbarie, resultaba igualmente incómoda para los
bolchevizadores, por lo que poco a poco también había
que echarle tierra.
Los documentos del quinto congreso aún
están salpicados de referencias a la noción de
decadencia del capitalismo, lo que muestra nuevamente, hasta qué
punto se había extendido ésta, sin embargo, aparece ya
un "matiz" que en realidad constituye un viraje en la
comprensión de ésta, el cual queda formulado al final
del análisis sobre la situación mundial:
"¿Rematará el actual momento del periodo de declinación del capitalismo en la caída de la burguesía o en una nueva consolidación, relativamente duradera, de su dominio? (Sobre la situación económica mundial – Perspectivas. V Congreso de la IC, junio 1924 – PyP p.79)
La alternativa histórica de "barbarie o socialismo" se trastoca inopinadamente en la posibilidad de una "consolidación, relativamente duradera, del dominio del capital". En esta fórmula se expresaba, no tanto la derrota de la revolución proletaria internacional, sino la decisión de abandonar la lucha revolucionaria, a cambio de la "convivencia" del "socialismo" con el capitalismo. La URSS tomaba proa hacia al capitalismo de Estado y la contrarrevolución.
4. El estalinismo arroja por la borda la teoría de la decadencia del capitalismo
El
Sexto Congreso de la Internacional no tendría lugar sino hasta
1928, cuando ya el estalinismo había triunfado en toda la
línea. Ideológicamente, el "leninismo" es ya
la teoría oficial, y en consonancia todos los análisis
están basados en éste. Los documentos de este congreso
expresan ya, más que un análisis objetivo de las
condiciones del capitalismo y la lucha de clases, un sentido
ideológico, "doctrinario", de compromiso. Señalemos
tres aspectos que, a nuestro ver, marcan el enterramiento de la
noción de la decadencia del capitalismo en la Internacional ya
estalinizada.
El primero, es la noción de “crisis
general del capitalismo”:
"Después de la primera guerra mundial, el movimiento obrero ha atravesado diversas fases históricas de desenvolvimiento, expresión de las diferentes etapas de la crisis general del sistema capitalista..." (Tesis sobre la situación y las tareas de la IC – Sexto Congreso – PyP 66, p 96)
En
realidad aquí ya no se habla de “crisis” del
capitalismo en el sentido tradicional, como crisis económica,
ni mucho menos en el sentido de su descomposición o
hundimiento, sino más bien como un estado difuso, “general”,
el cual incluso puede, en contrasentido, conocer periodos
relativamente largos de “estabilidad”. Pero como el
capitalismo supuestamente vive en “crisis general”, esto
evita el análisis del próximo periodo, de agudización
de las contradicciones económicas y sociales, con lo que el
próximo periodo revolucionario queda también en una
niebla difusa. Este concepto de “crisis general del
capitalismo” tiene meramente como objetivo, además,
presentar la situación del capitalismo en forma contrastada
con relación al supuesto “progreso” de la
“construcción del socialismo en la URSS”. Se trata
de un mecanismo ideológico para mantener a los trabajadores
apegados a la “patria socialista”, es decir para
arrastrarlos a la defensa del imperialismo ruso, contra los demás.
El
segundo aspecto, es la utilización grosera y dogmática
de la obra de Lenin. Todo debe ser barnizado de "leninismo",
así que no puede hablarse ya de la situación mundial
sin tomar como único marco la obra de Lenin de "El
Imperialismo, fase superior del capitalismo". De allí los
malabares teóricos para mezclar la noción del
imperialismo y los monopolios con la tasa decreciente de ganancia.
“El periodo del capitalismo industrial fue fundamentalmente el periodo de la "libre competencia", de la evolución y del avance relativamente fáciles del capitalismo por todo el globo terráqueo... Este periodo fue reemplazado, a principios del siglo XX, por el imperialismo, periodo de desarrollo del capitalismo en forma de saltos y de conflictos durante el cual la concurrencia cede rápidamente la plaza al monopolio.... Las contradicciones capitalistas han adquirido, pues, una amplitud internacional y su más viva expresión en la época del imperialismo (capitalismo financiero), el cual constituye, históricamente, una nueva forma del mismo capitalismo … El empleo creciente de máquinas complicadas, de procedimientos químicos, de la energía eléctrica; la elevación, sobre esta base, de la composición orgánica del capital y, como consecuencia de ello, la disminución de la norma de beneficio5, ... todo ello impulsa al capitalismo financiero a una carrera desenfrenada hacia los extrabeneficios en las colonias y a la lucha por un nuevo reparto del mundo...
Aquí
se abandona definitivamente la noción de que el capitalismo ha
alcanzado un límite histórico, y se sustituye por la
grotesca definición de que el imperialismo es el cambio de un
“periodo fácil (¿?) de desarrollo, a otro, en
forma de saltos (¿?)”. El fondo es nuevamente el
reconocimiento de la subsistencia indefinida del
capitalismo.
Finalmente, parafraseando nuevamente de manera
grosera a Lenin, se borra la noción de decadencia del
capitalismo:
“El imperialismo, que es la fase más elevada del desarrollo del capitalismo, desenvuelve en proporciones formidables las fuerzas productivas.. Pero la forma monopolista del capital desarrolla al mismo tiempo... elementos de degeneración parasitaria, de decadencia del capitalismo ... crea un tipo de estados rentistas, parasitarios, con signos de descomposición, y toda una clase de parásitos, que vive del cupón...” (Programa de la IC – VI Congreso, julio 1928 – PyP)
Aquí, la decadencia del capitalismo desaparece, y en cambio, en adelante se habla de que el capitalismo está en su “fase más elevada de desarrollo”. Mientras que el concepto de “decadencia” se conserva solamente como un rasgo secundario del capitalismo que, además, no es nada particularmente nuevo: la existencia de una fracción de rentistas dentro de la clase capitalista. Voila! Los estalinistas fueron, además de verdugos de la revolución, verdaderos maestros de la prestidigitación.
En
el campo proletario actualmente, se piensa en ocasiones que la teoría
de la decadencia solamente fue desarrollada por algunos grupos de la
izquierda comunista, en particular de la germano-holandesa, e incluso
en ocasiones se considera completamente ajena al marxismo. Los
partidarios de esta teoría, como la CCI antes de que comenzara
a degenerar, son fácilmente etiquetados con desprecio como
“decadentistas”, como si defenderla constituyera una mera
desviación. Pero al volver sobre los debates en la
Internacional Comunista, y darnos cuenta que el concepto de
decadencia del capitalismo estaba generalizado en el movimiento
revolucionario de la época, al grado de llegar a ser, por
decirlo así, una posición "oficial", podemos
ver la importancia crucial de que hasta la fecha existan
organizaciones que mantengan y desarrollen esta teoría, pues
ésta es determinante para la organización y táctica
de lucha del proletariado.
Es claro que no se trata de mantener
una teoría en forma dogmática, sino que aún se
requiere un trabajo de esclarecimiento de los problemas que solamente
quedaron planteados al sobrevenir la contrarrevolución
estalinista, así como de los posibles límites que
pudiera conocer actualmente; asimismo hay que responder a las
críticas de idealismo y desviación a que es sometida
actualmente por diferentes grupos, particularmente por la CCI
misma.
Este trabajo de defensa, crítica y profundización
de la teoría de la decadencia es indispensable; más aún
a la vista de que, actualmente, la principal organización que
la ha sostenido, la CCI, tiende a abandonarla,(6),
y en particular la noción de la alternativa histórica
guerra imperialista o revolución proletaria,
sustituyéndola con la invención teórica de una
“tercera vía” histórica posible (el
fin de la sociedad humana en una descomposición general), en
la que las clases antagónicas se irían disgregando,
dejando simplemente de presentar su solución a la crisis
capitalista, a cambio de un gradual hundimiento del capitalismo en
medio de su propia descomposición.7.
Es verdaderamente sorprendente, cómo, a cada paso que damos
tratando de buscar las raíces de la crisis actual de la CCI,
nos topamos una y otra vez con analogías –guardando toda
proporción histórica, evidentemente- entre nuestros
actuales “liquidacionistas” y los “bolchevizadotes”
de la Tercera Internacional. En este caso, también en el plano
de la defensa de la noción de la decadencia del capitalismo, a
nuestros liquidacionistas parece incomodarles cada vez más
ésta, pues el análisis de la situación mundial
llama una y otra vez al reconocimiento de que la alternativa
histórica se está poniendo nuevamente al frente del
escenario social, alternativa sobre la cual nuestros
liquidacionistas, por lo visto, cada vez quieren saber menos.
En
el próximo artículo abordaremos el desarrollo de la
teoría de la decadencia entre la izquierda comunista que se
desprendió de la Tercera Internacional.
1 Todas las citas de los congresos de la Internacional Comunista han sido tomadas de la serie "Cuadernos de Pasado y Presente PyP", Siglo XXI Editores.
2 Hay que notar que la tendencia hacia una nueva guerra imperialista, no se desprende tan sólo, ni en primer lugar, de las alianzas imperialistas ya formadas; sino que por el contrario estas alianzas pueden ser flexibles y cambiantes hasta el último momento (incluso en el curso ya de la guerra). Ello esta en la naturaleza imperialista de dichas alianzas, en los intereses de cada burguesía nacional, que pueden virar si así les conviene.
3 Como ejemplo del espíritu de la bolchevización tomemos unos extractos de la resolución del 5º Congreso sobre Souvarine: "La comisión hace constar, por unanimidad: Que el camarada Souvarine ha cometido actos de indisciplina de la más grave índole; a) Declaración en el Boletín comunista; b) Carta a los suscriptores... conteniendo ataques contra el Comité Director del Partido; c) Publicación al margen de las instancias regulares... del folleto de Trotsky titulado El Nuevo Curso...” Como se ve los graves actos de indisciplina consisten en la difusión de sus ideas políticas. Después de acusarle de pequeñoburgués, de haber puesto en peligro la disciplina del partido, etc. la Comisión propone
“Dar satisfacción al pedido de expulsión de Souvarine... y ... dejar a la sección francesa el derecho de proponer al VI Congreso ... la readmisión de Souvarine ... siempre que éste muestre en el ínterin una conducta leal para con el Partido y la Internacional...” Finalmente, la lección se hace valer para todos: “La comisión ... Estima necesaria una enérgica intervención del Comité Ejecutivo ampliado, en forma de una carta abierta a los miembros del Partido para recordarles el verdadero sentido de la disciplina e invitarlos a hacerla respetar estrictamente...”(Resolución sobre Souvarine, 5° Congreso, Ediciones PyP).
4 A los camaradas de la actual CCI les podrá parecer familiar la política de la bolchevización: resolución de divergencias mediante medidas disciplinarias y exclusiones; sacralización del "discípulo elegido", en oposición a los que tienen constantes "desviaciones pequeñoburguesas". El que aún tenga ojos para ver, ¡que vea!
5 También conocida en español como “tasa de ganancia”.
6. Tendremos la ocasión de volver sobre esta cuestión –esperamos que en el próximo boletín- y de mostrar cómo la CCI tiende cada vez más a abandonarla a cambio de su nueva teoría de la descomposición, ésta última tal como se desarrolla y defiende actualmente se opone y contradice todo el fundamento teórico y político de la decadencia.
7 Este concepto de la “tercera vía posible” aparece explícitamente enunciado en la resolución sobre la situación internacional del 15° Congreso de la CCI.
Fracción interna de la CCI - Boletín 20