DEBATE EN EL CAMPO PROLETARIO
Guerra imperialista o revolución proletaria:
La décadencia del capitalismo y el marxismo (2ª parte)

II. La herencia de la Internacional Comunista

La Internacional Comunista nació bajo el signo de una nueva época, marcada por la alternativa histórica que los revolucionarios habían ya anunciado, y que se concretaba, a escala del conjunto de la sociedad capitalista, con la primera guerra imperialista mundial, y la oleada revolucionaria internacional al final de ésta, que cimbró hasta sus cimientos al régimen de la explotación asalariada

La guerra mundial a colocado a la sociedad ante la alternativa siguiente: o bien mantenimiento del capitalismo, con nuevas guerras y un rápido hundimiento en el caos y la anarquía, o bien abolición de la explotación capitalista.
Con el final dela guerra mundial, la burguesía y su dominación de clase han perdido todo derecho a la existencia. La burguesía ya no está a la altura de sacar a la sociedad del terrible caos económico que la orgía imperialista ha dejado tras de sí. En proporciones enormes, medios de producción han sido aniquilados; millones de obreros... han sido masacrados. Cuando lo que aún quedan con vida regresan a sus hogares, ven ante ellos la cara gesticulante del desempleo, el hambre, las enfermedades que amenazan aniquilar hasta la raíz de la fuerza popular...
Para escapara a esta confusión sangrienta, para no caer en este abismo abierto, no hay otro recurso, otra salida, otra salvación que el socialismo. Solo la revolución mundial del proletariado puede poner orden en este caos, dar a todos trabajo y pan, terminar con el despedazamiento recíproco de los pueblos, aportar a la humanidad descorazonada la paz, la libertad y una civilización verdadera. ¡Abajo el salariado! Tal es la consigna de la hora…
En la hora actual el socialismo es la última tabla de salvación de la humanidad. Más allá de las murallas en ruinas de la sociedad capitalista se ve brillar con letras de fuego, el dilema profético del Manifiesto del Partido Comunista: ¡Socialismo o hundimiento en la barbarie!
(¿Qué quiere la Liga Espartaquista? Programa del Partido Comunista Alemán - R. Luxemburg 1918).

Junto al terror de la guerra mundial, la oleada revolucionaria internacional “se caracteriza por su amplitud sin precedente en la historia. En marzo de 1917 es derrotado el zarismo. En noviembre de 1917, el proletariado ruso se apodera del poder del Estado. En noviembre de 1918 caen las monarquías alemana y austro-húngara. El movimiento huelguístico se extiende a una serie de países europeos ... En marzo de 1919, se establece la república sovietista en Hungría. Hacia fines del mismo año, los EU son sacudidos por las formidables huelgas de metalúrgicos, mineros, ferroviarios. En Alemania, luego de los combates de enero y de marzo de 1919, el movimiento alcanza su punto culminante, luego de la caída de Kapp, en marzo de 1920. En Francia, el momento de mayor tensión de su situación interna se da en mayo de 1920. En Italia, el movimiento del proletariado industrial y rural crece incesantemente y llega en septiembre de 1920 a la toma por parte de los obreros, de las fábricas.... El proletariado checo, en diciembre de 1920, empuña el arma de la huelga general política. En marzo de 1921 se produce la sublevación de los obreros de Alemania Central y la huelga de los obreros mineros en Inglaterra. ... En Asia y Africa suscita o refuerza la indignación revolucionaria de numerosas masas coloniales...” (Tesis sobre la situación mundial. Tercer Congreso de la IC – junio 1921. PyP 47 pp.7-81)

Es este cambio de época en el capitalismo, la agudización de sus contradicciones que expresan su límite histórico, la alternativa histórica crucial para la humanidad que ésta implica, los acontecimientos de importancia histórica mundial que le marcan, así como la explicación de los fundamentos económicos y sociales de estos y su formulación teórica, lo que recubre la noción de la decadencia del capitalismo. Y es en el fuego de estos acontecimientos, más precisamente, en el periodo de los primeros cuatro congresos de la Internacional, durante los primeros años 20, que la noción de la decadencia del capitalismo se generaliza en el movimiento revolucionario a través de los debates, análisis y resoluciones de la Tercera Internacional, tanto sobre la situación mundial, como sobre diferentes puntos de la nueva táctica que debería adoptar el proletariado. Estos aspectos estaban en cuestión precisamente porque las condiciones del capitalismo habían cambiado, y éstas exigían una nueva táctica para la lucha del proletariado. Sin embargo, la Internacional apenas logro plantearlas. En la vorágine de los acontecimientos, algunas de estas cuestiones fueron zanjadas en la práctica, más que en la teoría, al precio de dolorosas derrotas y desastres para la clase. Con el reflujo de la revolución, otras quedaron pendientes, y hasta nuestros días están en la base de las divergencias entre los grupos del campo proletario actual.
Sin embargo, al sobrevenir el reflujo de la oleada revolucionaria y empezar a manifestarse las primeras tendencias de la degeneración del Estado soviético y de las organizaciones de la Internacional, la teoría de la decadencia del capitalismo también fue paulatinamente abandonada y sus defensores combatidos, por no acomodarse a los intereses y orientaciones políticas de los "bolchevizadores", nuevos jefes de la Internacional, que encarnaban esta degeneración política y eran los precursores de la contrarrevolución estalinista. Entonces, solamente algunas organizaciones y teóricos, de los que eran sucesivamente expulsados de la Internacional degenerante, mantuvieron en sus principios y programas la teoría de la decadencia del capitalismo y siguieron alimentando los debates alrededor de ésta.
Veamos cómo, las modificaciones con relación a la concepción de la decadencia del capitalismo, en la Internacional Comunista, corresponden a la propia evolución política de ésta.

1. Entre el primer y segundo congreso de la Internacional (1919-1920). La revolución al orden del día

La Tercera Internacional surgió como un órgano de la revolución proletaria internacional. Para sus fundadores, la alternativa histórica se presentaba de manera concreta e ineludible, los objetivos históricos de la clase obrera eran una realidad inmediata. Ante los resultados de la guerra mundial y la lucha de clases que se extendía, la fase final del capitalismo, su declive, coincidía con su hundimiento definitivo, no existía objetivamente una diferencia entre uno y otro. Tal es el sentido del llamado a la constitución de la Internacional:

El periodo actual es el de la descomposición y el hundimiento de todo el sistema capitalista mundial y será el del hundimiento de la civilización europea en general si no se destruye al capitalismo con sus contradicciones insolubles... La tarea del proletariado consiste en al actualidad en apoderarse del poder de Estado... La situación mundial exige ahora el contacto más estrecho posible entre los diferentes sectores del proletariado revolucionario y la unión total de los países en los cuales la revolución socialista ha triunfado... (Invitación al Partido Comunista Alemán Spartakusbund al 1er. Congreso de la Internacional Comunista. - PyP 43 , p. 26).

Evidentemente, la tarea del momento era la de la dirección y organización de los destacamentos de la clase obrera que se levantaban en lucha por todos los países. Así, las resoluciones más importantes del primer congreso de la IC se refieren, por un lado, al objetivo a alcanzar: la dictadura del proletariado y la denuncia de la hipocresía de la democracia burguesa; y por otro a la organización de la clase obrera, la cual tenía que basarse en la ruptura con el oportunismo, es decir, con las organizaciones de la segunda internacional que habían traicionado a la revolución y se habían convertido en el instrumento más importante de la burguesía para frenar el movimiento de la clase obrera.

El análisis de la situación mundial sobre el que descansaba su fundación y su llamado a la lucha revolucionaria era contundente:
"Las contradicciones del sistema capitalista mundial, antes ocultas en su seno, se revelaron con una fuerza inusitada en una formidable explosión: la gran guerra imperialista mundial. El capitalismo intentó superar su propia anarquía mediante la organización de la producción... El monopolio suplanta al libre competencia..
Pero en la misma medida... las contradicciones, la competencia, la anarquía alcanzaban en la economía mundial una mayor acuidad. La lucha entre los mayores Estados conquistadores conducía inflexiblemente a la monstruosa guerra imperialista. La sed de beneficios impulsaba al capitalismo mundial a la lucha por la conquista de nuevos mercados, de nuevas fuentes de materia bruta, de mano de obra barata... Los Estados imperialistas que se repartieron todo el mundo... debían poner en evidencia tarde o temprano en un gigantesco conflicto la naturaleza anárquica del capital. Así se produjo el más grande de los crímenes: la guerra del bandolerismo mundial...
El exterminio, la sujeción total del proletariado, un monstruoso yugo, el empobrecimiento, la degeneración, el hambre en el mundo entero, ese fue el último precio de la paz social. Y esta paz fracasó. La guerra imperialista se transformó en guerra civil.
Una nueva época surge. Epoca de disgregación del capitalismo, de su hundimiento interior. Epoca de la revolución comunista del proletariado... El sistema imperialista se desploma...
La humanidad, cuya cultura ha sido devastada totalmente, está amenazada de destrucción. Sólo hay una fuerza capaz de salvarla y esa fuerza es el proletariado. El antiguo "orden" capitalista no existe más... El resultado final de los procedimientos capitalistas de producción es el caos, y ese caos sólo puede ser vencido por la mayor clase productora, la clase obrera. Ella es la que debe instituir el orden verdadero, el orden comunista. Debe quebrar la dominación del capital, imposibilitar las guerras, borrar las fronteras entre los Estados, transformar el mundo una vasta comunidad mundial que trabaje para sí misma, realizar los principios de solidaridad fraternal y la liberación de los pueblos...
(Plataforma de la Internacional Comunista, marzo 1919. - PyP 43, p. 61-2).

Hay, en este momento, una convergencia teórico-política entre las diferentes organizaciones revolucionarias, especialmente entre el Partido Bolchevique y la Liga Espartaquista, lo que se refleja en las líneas anteriores, donde la base económica del análisis está tomada de la teoría del imperialismo y la tendencia al monopolio de Lenin, mientras que la definición de los peligros que amenazan a la humanidad y de la alternativa histórica reproduce casi literalmente el programa de la Liga Espartaquista.
El segundo congreso, celebrado en julio de 1920, continúa sus tareas tratando de trazar la táctica del proletariado para el nuevo periodo. Éste se dedica principalmente a definir la organización y funcionamiento de la Internacional: las condiciones de adhesión a ésta. En sus estatutos marca claramente su objetivo:
" La nueva Asociación Internacional de los Trabajadores es fundada con el objeto de organizar una acción conjunta del proletariado de los diversos países, tendiente a un solo fin: la liquidación del capitalismo, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de una república internacional de los soviets que permitirán abolir totalmente las clases y realizar el socialismo... (Estatutos de la Internacional. - PyP, p. 105)

Asimismo, toma postura sobre los debates que han surgido ya, en el movimiento revolucionario, alrededor de:

En cuanto al análisis de la situación mundial, la IC reconoce que, aunque la burguesía mundial intenta estabilizar la situación (a través del Tratado de Versalles), las rivalidades imperialistas anuncian ya una nueva guerra, de proporciones aún mayores. Que el capitalismo no puede volver a una situación de estabilidad y desarrollo pacífico comparable a la del siglo pasado.
"... Todos los fundamentos de la política internacional o interna están subvertidos o cuestionados. Para el mundo de los explotadores, el mañana es tormentoso. La guerra imperialista terminó de destruir el viejo sistema de las alianzas... Ningún nuevo equilibrio resulta de la paz de Versalles”
Mientras las potencias vencedoras se disputan Rusia, Austria-Hungría y Alemania, Francia ha quedado dependiente de Inglaterra y EU. Estas dos últimas potencias se alzan como los grandes vencedores y su rivalidad pone ya las bases para el nuevo conflicto:
" A la rivalidad furiosa de esos dos grandes gigantes en el domino de las construcciones navales se agrega una lucha no menos despiadada por la posesión del petróleo… Francia se vio arrastrada… como satélite de segunda magnitud.. La liga de las Naciones le significa un peso intolerable y trata de deshacerse de ella fomentando un antagonismo entre Inglaterra y los EU. De este modo trabajan las fuerzas más poderosas, preparando un nuevo flagelo mundial. … Los pequeños estados burgueses recientemente creados sólo son un subproducto del imperialismo...la lucha nacional en los dominios ocupados por los vencedores alcanzó su más alto grado de tensión... El problema nacional en las colonias es aún más amenazante... La Europa oficial... tal como surgió de la paz de Versalles, sugiere la idea de una casa de locos... la guerra futura tendrá como punto de partida el punto en que la guerra precedente se detuvo: se verá aparecer, ante todo, los aviones y los tanques, el fusil automático y las ametralladoras en lugar del fusil portátil, la granada en lugar de la bayoneta... (Manifiesto del Congreso – El mundo capitalista y la Internacional Comunista PyP pp.183-188)
Esta visión de la IC, acerca de otra próxima guerra mundial, aún más devastadora que la que apenas había finalizado, resultó profética. Es cierto que en 1920, cuando Alemania era literalmente saqueada por los vencedores, no se podía prever que ésta se alzaría tan rápidamente y volvería a plantear su reto, lo que obligaría finalmente a Inglaterra a ponerse al lado de los Estados Unidos, a pesar de sus intereses claramente encontrados. Sin embargo la tendencia a la guerra imperialista generalizada se expresaba ya en una serie de rivalidades por todos lados de unos Estados contra otros, en el militarismo, y en general en el atolladero económico en que se mantenía el sistema y que solamente podía encontrar solución en una nueva carnicería mundial.
2.

2. Tercer y cuarto congresos de la IC (1921-1922). El balance de la revolución y la decadencia del capitalismo

El tercer congreso de la Internacional debe hacer frente al hecho de que la oleada revolucionaria internacional ha sido frenada por la burguesía.

" Durante el año transcurrido entre el 2º y el 3º Congreso... son parcialmente derrotadas una serie de sublevaciones y de luchas de la clase obrera (avance del ejército rojo sobre Varsovia en agosto de 1920, movimiento del proletariado italiano en septiembre de 1920, sublevación de los obreros alemanes en marzo de 1921). El periodo del movimiento revolucionario posterior a la guerra ... parece haber finalizado... El sentimiento que tiene la burguesía de su poder como clase y la solidez exterior de sus órganos de Estado indudablemente se han fortalecido..."

La Internacional traza un balance de la situación mundial, en el cual reconoce que la destrucción revolucionaria inmediata del capitalismo, en la oleada de luchas que acaba de pasar, no había sido posible, como había pensado. En cambio, la Internacional lleva más adelante la noción de la decadencia del capitalismo, al afirmar que este sistema ya no podría volver a funcionar como antes, ya que la tendencia a la destrucción de las fuerzas que se manifestó en la guerra seguirá presente en adelante y, por tanto, la única alternativa para la humanidad seguirá siendo la revolución internacional del proletariado.

" Los veinte años anteriores a la guerra fueron una época de ascenso capitalista particularmente poderosa. Los periodos de prosperidad se distinguen por su duración y su intensidad; los periodos de depresión o de crisis, por el contrario, por su brevedad. ... Al dominar el mercado mundial con sus trusts, sus carteles y sus consorcios, los amos de los destinos del mundo se daban cuenta de que el desarrollo acelerado de la producción debía enfrentarse con los límites de la capacidad de compra del mercado capitalista mundial. Intentaron salir de esta situación por medio de la violencia. La crisis sangrienta de la guerra mundial daba paso a un largo periodo amenazador de depresión económica con idéntico resultado...: la destrucción de grandes fuerzas productivas...

Enseguida, el análisis se refiere a la aparente recuperación y vuelta a la prosperidad que siguió a la guerra y subraya que:
" De tal modo, la crisis del año 1920 … no es una etapa del ciclo "normal" industrial, sino una reacción más profunda contra la prosperidad ficticia de la época de guerra y de los años posteriores, prosperidad basada en la destrucción y el aniquilamiento. Los periodos de prosperidad sólo pueden tener… una corta duración y sobre todo un carácter especulativo. Las crisis serán largas y dolorosas... (Tercer Congreso de la IC.- Tesis sobre la situación mundial. Cap. II. La guerra, la prosperidad especulativa y la crisis.- PyP p.8-11)

Encontramos aquí, no solamente la distinción entre el periodo de ascenso del capitalismo (anterior a la guerra) y el de su declive, sino además una apreciación del cambio en los ciclos económicos del capitalismo. En la época ascendente estos se caracterizan por largos periodos de prosperidad en relación a los breves de crisis; en la nueva época esta tendencia se revierte: los periodos de prosperidad sólo pueden tener una corta duración, mientras las crisis se vuelven largas.
Esta postura formaba parte del debate de la época sobre la crisis. En ese momento, comenzaban a surgir críticas contra las orientaciones de la Internacional, en las que se veía una tendencia al abandono de la lucha revolucionaria. Algunas de esas críticas, a las cuales trata de responder la tesis citada, partían precisamente de la idea de una crisis permanente y definitiva del capitalismo, idea que, por lo demás, no hacía sino llevar hasta el extremo la línea de pensamiento desarrollada en el primer congreso de la Internacional. Hemos aclarado ya, que no tenemos la intención en esta serie de abordar el problema paralelo de la crisis del capitalismo, sino solamente seguir el hilo de la concepción de la decadencia en el movimiento revolucionario. Sin embargo, es interesante recordar cómo defendía Trotsky esa tesis de la Internacional:

" Este solo mecanismo del desarrollo capitalista que pasa sin cesar de periodos de crisis a periodos de prosperidad y así sucesivamente, muestra cómo la opinión según la cual la crisis actual solamente puede agravarse hasta el momento de la dictadura del proletariado –ya sea que surja en uno, dos, tres años o más- es falsa, superficial, anticientífica.

Las osciliaciones cíclicas –decíamos en nuestro informe para el tercer Congreso- acompañan al desarrollo del capitalismo en su juventud, su madurez y su decadencia, como el tictac de un corazón se mantiene en un hombre incluso en su agonía… En cuanto al ritmo, la constancia, la duración de esta animación, éstas dependen del conjunto de condiciones que caracterizan la viabilidad del capitalismo. " (Trotsky, La marea sube, 1922).

El punto de debate en ese documento de Trotsky es, como se ve, la cuestión de si la crisis es cíclica o se ha vuelto permanente. Pero lo que nos interesa por el momento señalar es cómo se refiere, explícitamente, a las fases de desarrollo del capitalismo: “juventud, madurez y decadencia” como un dato dado, que prácticamente no está a discusión.
Esta postura resulta todavía más evidente en el cuarto congreso, donde una teoría de la decadencia se enuncia explícitamente en la Resolución sobre la táctica de la IC. Así, el apartado II de esa resolución, titulado precisamente El periodo de decadencia del capitalismo, parte del cambio de época determinado por las contradicciones del capitalismo que están en la base de su desarrollo, las que al agudizarse al extremo, se convierten en fuente de destrucción:

"... el capitalismo, después de haber realizado su misión de desarrollar las fuerzas productivas, cayó en la contradicción más irreductible con las necesidades no solamente de la evolución histórica actual sino también con las condiciones más elementales de existencia humana. Esta contradicción fundamental se reflejó particularmente en la última guerra imperialista y fue agravada por esa guerra que conmovió, del modo más profundo, el régimen de la producción y de la circulación. El capitalismo, que de ese modo sobrevivió a sí mismo, entró en una fase donde la acción destructora de sus fuerzas desencadenadas arruina y paraliza las conquistas económicas creadoras ya realizadas por el proletariado en medio de las cadenas de la esclavitud capitalista....
El cuadro general de la ruina de la economía capitalista no es atenuado en absoluto por las fluctuaciones inevitables propias del sistema capitalista, tanto en su decadencia como en su ascenso... Ya es posible prever claramente que si la expansión actual de la industria no es susceptible, aún en un futuro lejano, de restablecer el equilibrio capitalista y de restañar las heridas abiertas provocadas por la guerra, la próxima crisis cíclica, cuya acción coincidirá con la línea principal de la destrucción capitalista no hará sino agudizar todas las manifestaciones de esta última y, en consecuencia, en gran medida la situación revolucionaria.
Hasta su muerte, el capitalismo será presa de esas fluctuaciones cíclicas. Sólo la toma del poder por el proletariado y la revolución mundial socialista podrán salvar a la humanidad de esta catástrofe permanente provocada por la persistencia del capitalismo moderno. Actualmente, el capitalismo está viviendo su agonía. Su destrucción es inevitable.
(Cuarto Congreso de la IC, noviembre 1922 - Resolución sobre la táctica de la IC – PyP 47, p177).
Se expresan aquí los aspectos más generales que marcan la época de la decadencia del capitalismo:

Ante este cuadro, la pregunta que surge no es ¿cómo y por qué actualmente algunas organizaciones revolucionarias tienen como base de sus principios una teoría de la decadencia?, sino más bien ¿cómo se llegó a la situación actual, en que esta teoría se convirtió, si no en una "rareza", si al menos en un rasgo peculiar de solamente algunas organizaciones, y dejó de ser una noción reconocida en general en el campo proletario? La respuesta está en el reflujo de la revolución y el proceso de degeneración del Estado soviético y la propia Internacional.

3.- La bolchevización de la Internacional y la liquidación de su papel revolucionario

No es el propósito de este artículo trazar todo el proceso de retroceso del movimiento revolucionario de los años 20. Baste mencionar que la serie de derrotas de las sublevaciones proletarias de los primeros años 20, en particular la derrota de la revolución en Alemania, condujeron al aislamiento de la Rusia soviética. El reflujo revolucionario trajo consigo, al mismo tiempo, un viraje político en el partido bolchevique y la Internacional hacia posturas cada vez más conservadoras y vacilantes: "frente único", intento de alianza con los socialtraidores, alianzas con las burguesías de los países "coloniales", combate cada vez más frontal contra las corrientes de izquierda dentro de la propia Internacional; en medio de concesiones a las grandes potencias e instauración de medidas de capitalismo de Estado para intentar dar un respiro al Estado soviético, aislado y asfixiado, los consejos obreros languidecían, mientras el partido bolchevique se erigía cada vez más como un partido al frente de un nuevo capitalismo de Estado, y la Internacional se convertía en un mero instrumento de defensa de su política nacional... Por supuesto, este proceso de paulatina degeneración de la revolución y sus órganos políticos no tuvo lugar sin una resistencia encarnizada, cuya expresión más notable fueron las organizaciones de la izquierda comunista, las que, una a una, eran expulsadas de la Internacional.
La adopción por parte del partido bolchevique de la teoría del "socialismo en un solo país", fórmula que condensaba el abandono definitivo, la traición a la revolución mundial, y la adopción de una política nacional imperialista por parte del Estado soviético y el propio partido bolchevique, marca, en el año 1926, el inicio de la era de la contrarrevolución estalinista. Sin embargo este punto era tan sólo el remate de un proceso iniciado años antes, el cual tuvo un impulso particularmente decisivo con la política de la "bolchevización" de los partidos de la Internacional adoptada a partir del 5º Congreso en 1924.

De manera breve, podemos describir la bolchevización como la política de los dirigentes del Partido Comunista Ruso degenerante con miras a "disciplinar", tanto a la oposición que actuaba en su interior, como al resto de las organizaciones agrupadas en la Internacional, tras la política de defensa nacional que cada vez más adoptaba el primero en abandono de los objetivos revolucionarios. Claro que esta disciplina recaía en primer lugar sobre los opositores que seguían manteniendo en alto el estandarte del internacionalismo y la revolución proletaria mundial (principalmente las fracciones de izquierda comunista y los grupos de oposición agrupados alrededor de las posturas de Trotsky). La bolchevización significaba el principio del fin de la vida proletaria en la Internacional, el fin de los debates, de la posibilidad de criticar a los órganos centrales, de la discusión teórica, a cambio de una sumisión incondicional a los dirigentes en turno, en nombre de la ... "disciplina". 3
En el plano teórico-político la bolchevización dio a luz el "leninismo", la nefasta base ideológica de los futuros partidos estalinistas. Según la plataforma ideológica de los bolchevizadores :
" Lenin fue el más grande de los discípulos de Marx ... pero el leninismo enriqueció al marxismo... Sin el leninismo no hubiese podido existir actualmente el marxismo revolucionario. El leninismo es el marxismo de la época monopolista (imperialista)... Es imposible asimilar el leninismo ... sin tener en cuenta los errores de muchos marxistas eminentes que intentaron aplicar el marxismo a las condiciones de la época actual, pero que en esta tarea no tuvieron un acierto total. Se trata de los errores de los comunistas de "izquierda" en Rusia, del grupo de marxistas holandeses (Gorter, Pannekoek) y también de Rosa Luxemburg...
Una verdadera bolchevización es imposible sin vencer los errores del luxemburguismo. El leninismo debe ser la única brújula de los partidos comunistas... Una desviación particularmente peligrosa... es el trotskismo, una variedad de menchevismo, que liga el oportunismo occidental y la frase "radical e izquierdista"... hacerlo desaparecer como tendencia, es aplicar el leninismo en la IC”
4. (Tesis sobre la bolchevización – V Plenario del Ejecutivo de la IC – Grigori Zinóviev – PyP 56, pp 188-193)
Enarbolando la nueva bandera del "leninismo", los bolchevizadores, no solamente convirtieron a Lenin en un ícono nacional-imperialista, sino que iniciaron una obra de destrucción, de enterramiento del marxismo, en toda la línea, en todos sus aspectos, obra que coronaría poco después el estalinismo. En adelante, cualquier fracción de izquierda sería considerada como una aberración y una desviación pequeñoburguesa, solamente la política oficial del partido ruso degenerante podría ser considerada como "verdaderamente" "marxista-leninista". Y aquí entroncamos nuevamente, por fin, con nuestro objeto de estudio, la teoría de la decadencia del capitalismo.

Para los bolchevizadores era crucial mellar el filo revolucionario del marxismo, en la medida en que sus objetivos y posturas políticas viraban en sentido contrario. Si bien la teoría del "socialismo en un solo país" obtuvo el triunfo final en 1926, ya en 1924 los bolchevizadores formulaban claramente que el objetivo del PC Ruso (y enseguida de toda la Internacional) era la "creación" del socialismo en un solo país, fórmula que en realidad ocultaba el abandono de la lucha por la revolución mundial, a cambio de la consolidación de una nueva forma de capitalismo de Estado al frente de la cual se hallaría la burocracia del partido, la nueva clase capitalista. Es así que el quinto congreso de la Internacional enunciaba ya explícitamente que “El Partido Comunista Ruso apunta a crear una sociedad socialista en un Estado (la URSS) rodeado por todas partes de Estados capitalistas..." (Sobre el problema ruso. V Congreso de la IC – PyP p.158).
De allí el ataque furibundo de los bolchevizadores contra el marxismo revolucionario, contra las izquierdas comunistas aún actuantes y, de manera especialmente señalada, incluso contra las teorías de... Rosa Luxemburg, ataque encubierto de lucha entre "leninismo" y "luxemburguismo", que no era sino una mistificación creada por los propios bolchevizadores para hacer pasar sus posturas contrarrevolucionarias.
En este marco, la noción de la decadencia del capitalismo, tal como la Internacional la venía formulando hasta entonces, como límite histórico del capitalismo y como alternativa entre revolución y barbarie, resultaba igualmente incómoda para los bolchevizadores, por lo que poco a poco también había que echarle tierra.
Los documentos del quinto congreso aún están salpicados de referencias a la noción de decadencia del capitalismo, lo que muestra nuevamente, hasta qué punto se había extendido ésta, sin embargo, aparece ya un "matiz" que en realidad constituye un viraje en la comprensión de ésta, el cual queda formulado al final del análisis sobre la situación mundial:

"¿Rematará el actual momento del periodo de declinación del capitalismo en la caída de la burguesía o en una nueva consolidación, relativamente duradera, de su dominio? (Sobre la situación económica mundial – Perspectivas. V Congreso de la IC, junio 1924 – PyP p.79)

La alternativa histórica de "barbarie o socialismo" se trastoca inopinadamente en la posibilidad de una "consolidación, relativamente duradera, del dominio del capital". En esta fórmula se expresaba, no tanto la derrota de la revolución proletaria internacional, sino la decisión de abandonar la lucha revolucionaria, a cambio de la "convivencia" del "socialismo" con el capitalismo. La URSS tomaba proa hacia al capitalismo de Estado y la contrarrevolución.

4. El estalinismo arroja por la borda la teoría de la decadencia del capitalismo

El Sexto Congreso de la Internacional no tendría lugar sino hasta 1928, cuando ya el estalinismo había triunfado en toda la línea. Ideológicamente, el "leninismo" es ya la teoría oficial, y en consonancia todos los análisis están basados en éste. Los documentos de este congreso expresan ya, más que un análisis objetivo de las condiciones del capitalismo y la lucha de clases, un sentido ideológico, "doctrinario", de compromiso. Señalemos tres aspectos que, a nuestro ver, marcan el enterramiento de la noción de la decadencia del capitalismo en la Internacional ya estalinizada.
El primero, es la noción de “crisis general del capitalismo”:

"Después de la primera guerra mundial, el movimiento obrero ha atravesado diversas fases históricas de desenvolvimiento, expresión de las diferentes etapas de la crisis general del sistema capitalista..." (Tesis sobre la situación y las tareas de la IC – Sexto Congreso – PyP 66, p 96)

En realidad aquí ya no se habla de “crisis” del capitalismo en el sentido tradicional, como crisis económica, ni mucho menos en el sentido de su descomposición o hundimiento, sino más bien como un estado difuso, “general”, el cual incluso puede, en contrasentido, conocer periodos relativamente largos de “estabilidad”. Pero como el capitalismo supuestamente vive en “crisis general”, esto evita el análisis del próximo periodo, de agudización de las contradicciones económicas y sociales, con lo que el próximo periodo revolucionario queda también en una niebla difusa. Este concepto de “crisis general del capitalismo” tiene meramente como objetivo, además, presentar la situación del capitalismo en forma contrastada con relación al supuesto “progreso” de la “construcción del socialismo en la URSS”. Se trata de un mecanismo ideológico para mantener a los trabajadores apegados a la “patria socialista”, es decir para arrastrarlos a la defensa del imperialismo ruso, contra los demás.
El segundo aspecto, es la utilización grosera y dogmática de la obra de Lenin. Todo debe ser barnizado de "leninismo", así que no puede hablarse ya de la situación mundial sin tomar como único marco la obra de Lenin de "El Imperialismo, fase superior del capitalismo". De allí los malabares teóricos para mezclar la noción del imperialismo y los monopolios con la tasa decreciente de ganancia.

El periodo del capitalismo industrial fue fundamentalmente el periodo de la "libre competencia", de la evolución y del avance relativamente fáciles del capitalismo por todo el globo terráqueo... Este periodo fue reemplazado, a principios del siglo XX, por el imperialismo, periodo de desarrollo del capitalismo en forma de saltos y de conflictos durante el cual la concurrencia cede rápidamente la plaza al monopolio.... Las contradicciones capitalistas han adquirido, pues, una amplitud internacional y su más viva expresión en la época del imperialismo (capitalismo financiero), el cual constituye, históricamente, una nueva forma del mismo capitalismo … El empleo creciente de máquinas complicadas, de procedimientos químicos, de la energía eléctrica; la elevación, sobre esta base, de la composición orgánica del capital y, como consecuencia de ello, la disminución de la norma de beneficio5, ... todo ello impulsa al capitalismo financiero a una carrera desenfrenada hacia los extrabeneficios en las colonias y a la lucha por un nuevo reparto del mundo...

Aquí se abandona definitivamente la noción de que el capitalismo ha alcanzado un límite histórico, y se sustituye por la grotesca definición de que el imperialismo es el cambio de un “periodo fácil (¿?) de desarrollo, a otro, en forma de saltos (¿?)”. El fondo es nuevamente el reconocimiento de la subsistencia indefinida del capitalismo.
Finalmente, parafraseando nuevamente de manera grosera a Lenin, se borra la noción de decadencia del capitalismo:

El imperialismo, que es la fase más elevada del desarrollo del capitalismo, desenvuelve en proporciones formidables las fuerzas productivas.. Pero la forma monopolista del capital desarrolla al mismo tiempo... elementos de degeneración parasitaria, de decadencia del capitalismo ... crea un tipo de estados rentistas, parasitarios, con signos de descomposición, y toda una clase de parásitos, que vive del cupón...” (Programa de la IC – VI Congreso, julio 1928 – PyP)

Aquí, la decadencia del capitalismo desaparece, y en cambio, en adelante se habla de que el capitalismo está en su “fase más elevada de desarrollo”. Mientras que el concepto de “decadencia” se conserva solamente como un rasgo secundario del capitalismo que, además, no es nada particularmente nuevo: la existencia de una fracción de rentistas dentro de la clase capitalista. Voila! Los estalinistas fueron, además de verdugos de la revolución, verdaderos maestros de la prestidigitación.

En el campo proletario actualmente, se piensa en ocasiones que la teoría de la decadencia solamente fue desarrollada por algunos grupos de la izquierda comunista, en particular de la germano-holandesa, e incluso en ocasiones se considera completamente ajena al marxismo. Los partidarios de esta teoría, como la CCI antes de que comenzara a degenerar, son fácilmente etiquetados con desprecio como “decadentistas”, como si defenderla constituyera una mera desviación. Pero al volver sobre los debates en la Internacional Comunista, y darnos cuenta que el concepto de decadencia del capitalismo estaba generalizado en el movimiento revolucionario de la época, al grado de llegar a ser, por decirlo así, una posición "oficial", podemos ver la importancia crucial de que hasta la fecha existan organizaciones que mantengan y desarrollen esta teoría, pues ésta es determinante para la organización y táctica de lucha del proletariado.
Es claro que no se trata de mantener una teoría en forma dogmática, sino que aún se requiere un trabajo de esclarecimiento de los problemas que solamente quedaron planteados al sobrevenir la contrarrevolución estalinista, así como de los posibles límites que pudiera conocer actualmente; asimismo hay que responder a las críticas de idealismo y desviación a que es sometida actualmente por diferentes grupos, particularmente por la CCI misma.
Este trabajo de defensa, crítica y profundización de la teoría de la decadencia es indispensable; más aún a la vista de que, actualmente, la principal organización que la ha sostenido, la CCI, tiende a abandonarla,(
6), y en particular la noción de la alternativa histórica guerra imperialista o revolución proletaria, sustituyéndola con la invención teórica de una “tercera vía” histórica posible (el fin de la sociedad humana en una descomposición general), en la que las clases antagónicas se irían disgregando, dejando simplemente de presentar su solución a la crisis capitalista, a cambio de un gradual hundimiento del capitalismo en medio de su propia descomposición.7. Es verdaderamente sorprendente, cómo, a cada paso que damos tratando de buscar las raíces de la crisis actual de la CCI, nos topamos una y otra vez con analogías –guardando toda proporción histórica, evidentemente- entre nuestros actuales “liquidacionistas” y los “bolchevizadotes” de la Tercera Internacional. En este caso, también en el plano de la defensa de la noción de la decadencia del capitalismo, a nuestros liquidacionistas parece incomodarles cada vez más ésta, pues el análisis de la situación mundial llama una y otra vez al reconocimiento de que la alternativa histórica se está poniendo nuevamente al frente del escenario social, alternativa sobre la cual nuestros liquidacionistas, por lo visto, cada vez quieren saber menos.
En el próximo artículo abordaremos el desarrollo de la teoría de la decadencia entre la izquierda comunista que se desprendió de la Tercera Internacional.



1 Todas las citas de los congresos de la Internacional Comunista han sido tomadas de la serie "Cuadernos de Pasado y Presente PyP", Siglo XXI Editores.

2 Hay que notar que la tendencia hacia una nueva guerra imperialista, no se desprende tan sólo, ni en primer lugar, de las alianzas imperialistas ya formadas; sino que por el contrario estas alianzas pueden ser flexibles y cambiantes hasta el último momento (incluso en el curso ya de la guerra). Ello esta en la naturaleza imperialista de dichas alianzas, en los intereses de cada burguesía nacional, que pueden virar si así les conviene.

3 Como ejemplo del espíritu de la bolchevización tomemos unos extractos de la resolución del 5º Congreso sobre Souvarine: "La comisión hace constar, por unanimidad: Que el camarada Souvarine ha cometido actos de indisciplina de la más grave índole; a) Declaración en el Boletín comunista; b) Carta a los suscriptores... conteniendo ataques contra el Comité Director del Partido; c) Publicación al margen de las instancias regulares... del folleto de Trotsky titulado El Nuevo Curso...” Como se ve los graves actos de indisciplina consisten en la difusión de sus ideas políticas. Después de acusarle de pequeñoburgués, de haber puesto en peligro la disciplina del partido, etc. la Comisión propone

Dar satisfacción al pedido de expulsión de Souvarine... y ... dejar a la sección francesa el derecho de proponer al VI Congreso ... la readmisión de Souvarine ... siempre que éste muestre en el ínterin una conducta leal para con el Partido y la Internacional...” Finalmente, la lección se hace valer para todos: “La comisión ... Estima necesaria una enérgica intervención del Comité Ejecutivo ampliado, en forma de una carta abierta a los miembros del Partido para recordarles el verdadero sentido de la disciplina e invitarlos a hacerla respetar estrictamente...”(Resolución sobre Souvarine, 5° Congreso, Ediciones PyP).

4 A los camaradas de la actual CCI les podrá parecer familiar la política de la bolchevización: resolución de divergencias mediante medidas disciplinarias y exclusiones; sacralización del "discípulo elegido", en oposición a los que tienen constantes "desviaciones pequeñoburguesas". El que aún tenga ojos para ver, ¡que vea!

5 También conocida en español como “tasa de ganancia”.

6. Tendremos la ocasión de volver sobre esta cuestión –esperamos que en el próximo boletín- y de mostrar cómo la CCI tiende cada vez más a abandonarla a cambio de su nueva teoría de la descomposición, ésta última tal como se desarrolla y defiende actualmente se opone y contradice todo el fundamento teórico y político de la decadencia.

7 Este concepto de la “tercera vía posible” aparece explícitamente enunciado en la resolución sobre la situación internacional del 15° Congreso de la CCI.

Fracción interna de la CCI - Boletín 20