DESMENTIDO A LAS ÚLTIMAS CALUMNIAS CONTRA LA FRACCIÓN APARECIDAS EN REVOLUTION INTERNATIONALE 326

Desafortunadamente, nos encontramos hoy todavía en la obligación de responder a un nuevo artículo de la CCI "Un nuevo grupo parasitario que sirve admirablemente a la burguesía" (número 326 de Revolution Internationale) que nos revuelca, una vez más, en el lodo. Debe quedar claro que no podemos dejarlo pasar, y que no dejaremos sin respuesta, las mentiras y los insultos que se nos hacen, porque la facción liquidacionista que "dirige" actualmente a la CCI, es adepta del método calumniador de "el que calla, otorga". No refutar significa para ella avalar sus ignominias. No tenemos elección.

En el artículo, se dice de entrada que nosotros proferimos calumnias. Requerimos a la CCI que cite una sola. Mientras que nosotros somos calumniados a lo largo de columnas: Nosotros somos "una secta con métodos nazis y stalinistas, gamberros, ladrones, mentirosos, llenos de odio, hay entre nosotros un agente provocador, etc..." (1) . En cambio, no hay más que leer nuestros boletínes para constatar que la fracción defiende la reputación de la CCI ante el conjunto del medio político proletario que no comprende la actitud actual de la CCI y la condena un poco demasido rápidamente arrojando "al bebé con el agua sucia". En cambio, si se habla de términos como "liquidacionistas", "degeneración", "actitudes administrativas", "disciplina por la disciplina", sí, nosotros hemos utilizado estos términos. Son términos políticos del movimiento obrero que quieren decir lo que quieren decir. No se trata de calumnias sino de apreciaciones y de un combate políticos y seguiremos utilizándolos en tanto que correspondan a la realidad política.

¿Nuestras mentiras? Se dice que hemos dicho mentiras. Demandamos hechos; pero es verdad que en este juego sórdido de "regateos" nadie comprende nada. Es ésta desgraciadamente la única discusión política que le interesa a la Dirección actual de la CCI. Es más fácil condenar a camaradas sobre este tema que llevar a cabo un verdadero combate y verdadero debate políticos. Se queda en la lógica de "¡tú lo dices, tú lo eres!" Y esto no hace avanzar nada desde el punto de vista político.
Sin embargo, y por nuestra parte, podemos probar todas nuestras afirmaciones que se basan en hechos precisos y verificables mediante las notas de reunión que hemos conservado. En particular, hemos escrito un documento difundido hasta ahora solamente entre los miembros de la CCI, Histórico del Secretariado Internacional, que se basa únicamente en notas de sus reuniones. Todos los hechos y todas nuestras afirmaciones son pues verificables. Este documento y sus notas fundan y verifican sin contestación posible nuestras afirmaciones.

¿Las acusaciones contra nosotros? Han sido repetidas mil veces, con el fin, como se ve en el aire de la calumnia en el Barbero de Sevilla, que el pobre diablo a fuerza de calumnias "cae abatido". Pero es interesante ver ahora que la letanía de acusaciones se reduce a dos o tres. No es una casualidad. No hemos "caído abatidos". El mantenimiento de nuestra existencia como fracción y como militantes por un lado, y la difusión de nuestro Histórico por el otro a los militantes de la CCI, han obligado a la facción liquidacionista de la Corriente a reducir y "olvidar" sus acusaciones más groseras. Pues tiene el riesgo de desconsiderarse todavía más.
¿Qué queda actualmente, en este artículo, de las acusaciones que nos han valido nuestra exclusión y ahora la censura? Solamente tres "acusaciones".

No nos habríamos pronunciado sobre el caso del camarada Jonás.
Es falso. Nos hemos pronunciado. Rechazamos la acusación y ello lo fundamos en hechos verificados y verificables por el conjunto de documentos, entre otros las notas de reunión, que se nos ha querido quitar y que hemos conservado. No solamente nos solidarizamos con el camarada Jonás, ya lo hemos dicho y escrito, sino que además estamos orgullosos y honrados por haber militado 30 años con él en la CCI y de contarlo ahora entre nosotros en la fracción.
Rechazamos la acusación que se le hace ¿por qué? Porque, contrariamente a lo que avanza perentoriamente la Dirección actual de la CCI, este camarada ha dado su opinión ante los representantes de la comisión ad hoc, la "comisión de investigación", el 26 de junio de 2001 (tenemos el acta de esta reunión, si hay camaradas que la quieren consultar se las podemos mostrar). Así que, contrariamente a la acusación de la CCI, Jonás ha planteado formalmente, en el marco organizativo adecuado sus dudas y cuestionamientos sobre cierto comportamiento militante por parte de una miembro. Lo que era su derecho y sobre todo su deber. Las cuestiones y las dudas compartidas entonces por muchos militantes de la CCI sobre ese comportamiento quedan todavía por completo, si no es que se han redoblado, con la simple lectura de neustro Histórico del SI, y numerosas notas de otras reuniones. Son cuestiones políticas de comportamiento militante que han sido planteadas en el marco formal de la organización y de respeto a sus estatutos, que la facción liquidacionista ha enmascarado y ocultado deliberadamente al conjunto de los militantes durante meses. Después, seis meses más tarde, luego del éxito de su "golpe de Estado", ha "dado la vuelta" a la acusación y ha lanzado su campaña contra Jonás, después de haber tratado sin éxito de cargarla primero contra otro miembro de la fracción, Juan. Sus acusaciones contra Jonás y los motivos oficiales de su exclusión no tienen ninguna razón, ninguna validez.

Habríamos robado dinero
Sobre el robo de dinero y las cotizaciones, basta con leer el artículo de la CCI que es lo suficientemente alambicado para no comprender de qué se trata. Al parecer ya no se nos reprocha el "no pago" de nuestras cotizaciones cuando estábamos en la CCI. Tampoco el rechzo de mantener una parte de ese pago una vez excluidos como se nos exigía, a imagen de las sectas más caricaturales. Es verdad que nuestra denuncia de la medida tomada y nostro recordatorio de la actitud de la Izquierda italiana, de Bilan en 36, ante su minoría en nuestros boletines lograron desmontar, aniquiliar y ridiculizar, toda la argumentación de la CCI actual (véase nuestro boletín 9, y también 2 y 8). Los liquidacionistas se han visto pues piadosamente obligados a abandonar esta acusación. Una más.

Ahora solamente queda la acusación de robo del dinero de los boletos de avión de los camaradas mexicanos que vinieron para la conferencia de la CCI. En primer lugar, los boletos les fueron dados por la organización. ¿dónde está el robo? Enseguida, ellos debían asistir a la conferencia con la fracción. Pero la fracción no pudo asistir porque no estaba reconocida como fracción. ¡Es como la serpiente que se muerde la cola! Efectivamente, los camaradas podían asistir después de haber pasado ante una comisión (véase nuestro boletín 9) que juzgaría quiénes podían asistir y quiénes no podían asistir. Todavía más extraño, dirán ustedes. Pero sí, todo esto es cierto. El sábado por la tarde llamamos a los camaradas en el seno de la conferencia para saber si la CCI había cambiado de actitud –tenemos la grabación de esta conversación, puede ser consultada. Como la respuesta que se nos dio el domingo por la mañana no había cambiado, no hemos podido asistir a la conferencia pues ello habría significado aceptar y avalar el no reconocimiento de nuestra fracción. Es decir, capitular políticamente sobre un punto esencial, de principio. No hemos querido plegarnos a sus mascaradas ¡dignas de no se sabe qué secta! ¿En dónde está el robo de los boletos, entonces?
Pero, muy significativo del objetivo de todas estas acusaciones que no se mantienen y se hunden una tras otra, es la prohibición que se hace solamente a los miembros parisinos de la fracción de intervenir en las reuniones públicas de la CCI. Los miembros mexicanos todavía tienen el derecho. En breve, sufrimos la censura no porque hubiéramos robado, ¡sino porque dos parisinos habrían "secuestrado" a dos mexicanos en presencia de otros tres miembros de la CCI en desacuerdo con la fracción, enmedio de cientos de gentes y de la policía en el aeropuerto de Roissy! ¿Cuál es el objetivo de estas acusaciones fantásticas y ridículas? Hacernos callar por todos los medios.

Habríamos robado material.
¿Cuál robo de material? Hemos devuelto todo para que la organización funcione (material y dinero que estaba en nuestra posesión). En cambio, hemos conservado nuestros documentos políticos personales. Es la tradición del movimiento obrero. Para continuar nuestro combate. Ni siquiera Stalin birló los archivos políticos de Trotsky cuando fue expulsado de la URSS. Recordemos todas las dificultades que tuvo éste para transportar sus archivos a través de Europa en los años 20. Esto ha sido esencial para su combate contra Stalin. ¿Y la CCI quiere que le entreguemos nuestros archivos? ¿Que le entreguemos las notas y correos del SI, del Buró Internacional, del órgano central en Francia, de las reuniones de sección, etc... para que no podamos verificar nuestras afirmaciones, para que no podamos probar nuestras acusaciones, para que pueda así desacreditarnos y lanzarnos todo tipo de acusaciones aún más violentas e infamantes que no podríamos ni desmentir realmente, ni combatir realmente? ¿Entregar esas notas y documentos qu condenan y confunde a la facción liquidacionista? Es la posesión de esas notas y de nuestro Histórico del SI –el cual ha sido objeto de todas las presiones y escándalos antes de su difusión, ¿no hemos sido amenazados de intervenciones forzadas en nuestros domicilios para recuperar este documento?- lo que obliga a la CCI a retirar una tras otra sus calumnias y acusaciones contra nosotros. Nuestros escritos le ocasionan temor.
Entonces, como no puede impedirnos escribir y fundar nuestros escritos, busca hacernos callar. Y para ello, liquida un principio adicional de la CCI. ¡Qué vergüenza de sus prácicas actuales! Decide impedirnos hablar en sus reuniones públicas. ¿Nuestras palabras también le dan miedo? Stalin pagaba un ejército de "chifladores" para impedir a los oposicionistas hablar en las asambleas obreras en Rusia. ¿Cuándo hará lo mismo la CCI, que el 4 de mayo en París, nos amenazó públicamento con un servicio de orden si veníamos a sus reuniones públicas para intervenir oralmente?

Entre tanto, ¿qué queda de las acusaciones de la CCI contra nosotros, que justifique a sus propios ojos nuestra exclusión y nuestra censura? ¿Qué justifica en su propia lógica actual –contraria a la tradición y los principios proletarios- la orden dada a todos sus militantes de cortar toda relación, incluso personal, con los miembros de la fracción? ¿Qué queda? Nada. Solamente la imagen de una deriva sectaria abrumadora y de enorme estropicio organizativo, militante y político. Una verdadera "liquidación".

La Fracción interna excluida de la CCI. 21/09/02.


NOTAS:
(1) Remitimos al lector al informe sobre la Reunión Pública de la CCI del 4 de agosto de 2002, publicado en este boletín, para que vea que no se trata de deslices, sino de una política sistemática y conciente.