A PROPÓSITO DE LA CRISIS DE LA CCI Le Prolétaire 463
Los lectores de Revolutión International y de otros órganos de prensa internacionales de la CCI han leído desde hace varios meses que esta organización conoce una crisis cuya gravedad puede medirse por el número y lugar de los artículos que se le han consagrado. Un grupo de militantes, entre los cuales algunos parece que han ejercido funciones de responsabilidad, formó una Fracción interna, que es acusada de diversas faltas a las reglas de funcionamiento (ésta ha desmentido tales acusaciones en un comunicado que hemos recibido), ¡incluso uno de ellos ha sido denunciado en RI como un probable... agente provocador!
A la lectura del material publicado por las dos partes, no aparece ninguna divergencia política esencial, las dos partes reivindican ser los mejores continuadores de la orientación auténtica de la Corriente Comunista Internacional ; la Fracción demanda su reintegración en la organización de la que solamente denuncia una supuesta degeneración, sin indicar las causas. La CCI hace muchas referencias a las luchas encarnizadas libradas por Lenin en el POSDR o por Marx en la AIT sin demostrar en qué estas comparaciones tienen algo que ver con sus problemas actuales. Queda excluido evidentemente que, como se nos ha demandado, tomemos posición por uno u otro campo ya sea por los disidentes en nombre de la democracia, o por la mayoría en nombre de la defensa de las organizaciones del medio proletario- en esta crisis interna de una organización, de la que combatimos las orientaciones generales , teóricas, políticas y organizativas, comunes a los unos como a los otros. Ello no nos impide sin embargo revelar que los métodos empleados por la CCI frente a sus disidentes actuales, y que sin duda no datan de ayer, son desgraciadamente bien conocidos: criminalizar a los oponentes mediante acusaciones infamantes con el fin de aislarlos completamente; resolver toda duda eventual o toda demanda de explicación política por parte de los militantes mediante la creación de un clima de fortaleza asediada que permite movilizarlos en defensa de la organización contra los oponentes que terminan por ser descritos como si estuvieran al servicio de la burguesía. Estos procedimientos de siniestra memoria no han sido nunca empleados ni por Marx ni por Lenin; son de hecho característicos de las organizaciones gangrenadas por el oportunismo y/o desgastadas por las graves contradicciones que existen entres sus análisis y la realidad. Serían mortales en un partido revolucionario porque destruyen inevitablemente la homogeneidad política que constituye el cimiento, creyendo asegurarla mediante un caporalismo burocráticamente reglamentado que ahoga la vida política interna; este ultimo tiende a impedir enfrentar y resolver los problemas políticos que no pueden dejar de plantearse los militantes revolucionarios, y a transformarlos en simples pericos. Las interrogaciones políticas inhibidas continúa sin embargo inevitablemente actuando soterradamente y terminan tarde o temprano por reaparecer con mayor virulencia, bajo la forma de crisis organizativas destructivas. Es inevitable que el clima que se ha creado en la CCI repercuta al exterior. Es así como uno de nuestros camaradas que había tenido la desgracia de criticar en una reunión pública de esta organización tales métodos (si bien reafirmando que no defendía de ninguna manera a la Fracción) ha visto como consecuencia que se le notificara la ruptura de todo lazo político con él. El significado de esta curiosa declaración apareció unos días más tarde, cuando se hizo insultar y empujar durante una venta por un militante de la CCI. No queremos darle una importancia desmedida a este incidente, que pudo haberse debido a la sobreexcitación de los militantes locales. Pero debe quedar claro que no vamos a permitir que nadie nos dicte los límites de nuestra crítica, ni mediante ninguna medida de intimidación, ni siquiera física. Al buen entendedor, pocas palabras bastan. Le Prolétaire n°463, septiembre 2002. |