I - EL COMBATE DE NUESTRA FRACCIÓN CONTINÚA EN EL INTERIOR DE LA CCI
Publicamos a continuación:
- El comunicado que elaboramos después de las calumnias emitidas por la CCI en su prensa contra nuestra fracción y la carta que anexamos solicitando su publicación como derecho de respuesta en la prensa de los grupos del MPP.
- Nuestra toma de posición acerca de la nueva política de la CCI consistente, en ruptura total con la política de las organizaciones del pasado, en prohibir a los oponentes toda toma de palabra en las reuniones "públicas" de la CCI y recomendar a los militantes de la CCI actual el romper toda relación con los miembros de nuestra fracción.
- Una toma de posición sobre una nueva práctica, en relación directa con la precedente, que consiste no solamente en rechazar sino en devolver los Boletines que enviamos a los militantes de la CCI.
Seguimos condenando firmemente las nuevas orientaciones de la actual CCI y la sumisión de sus militantes ante tales orientaciones, como manifestaciones de una deriva sectaria gravísima que conlleva el estallido y la autodestrucción de la CCI como un todo.
Comunicado
Ante los artículos aparecidos en la prensa de la CCI, desmentimos todas las acusaciones levantadas por la CCI contra nuestra fracción y sus miembros:
- En contra de Jonás en particular ; este camarada milita desde hace casi 30 años en la organización, e incluso formó parte del pequeño núcleo que, en mayo de 1968 en Toulouse, estuvo en el origen de la CCI; ha consagrado su vida a la lucha de nuestra clase. Todas las acusaciones que levanta ahora la dirección actual de la CCI contra su honestidad y su lealtad a la causa comunista son solamente infamias. Éstas sólo manchan a quienes las profieren. Son ante todo una manifestación escandalosa de los métodos que cada vez se imponen más en la CCI estos últimos años, es decir especialmente los de nutrirse de acusaciones mentirosas y calumniosas contra sus propios militantes (recordemos que además de los miembros de nuestra fracción, el camarada Michel, otro elemento "fundador" de la CCI también ha sufrido últimamente un tratamiento de este tipo).
- En contra de la fracción como un todo (fracción que no existe para la CCI, como todo el mundo lo habrá constatado, más que cuando es denunciada cuando así le parece) :
- Jamás nos rehusamos a pagar nuestras cotizaciones y, menos aún, no hemos robado dinero a la CCI, como ésta lo deja entender constantemente. La realidad es que la dirección actual de la CCI se rehusaba a publicar nuestras contribuciones en los boletines internos de la organización, obligándonos a hacerlo a través de nuestros propios boletines y a nuestras propias expensas, salvo que aceptáramos la censura y renunciáramos a la defensa de nuestras convicciones políticas. Así, durante los últimos meses de nuestra presencias en el interior de la CCI, hemos puesto a la disposición de la organización una parte de nuestras cotizaciones militantes y conservado el resto para el funcionamiento de nuestra fracción como es tradición en el movimiento revolucionario. Es la CCI la que ha rehusado reconocer a nuestra fracción, la que ha buscado ahogar el debate político y la que ha rehusado percibir las cotizaciones que poníamos a su disposición.
- Jamás hemos robado el archivo de los suscriptores de la CCI. Este ha sido remitido a la organización, del cual dispone actualmente y ésta, por lo demás, sigue haciendo sus envíos normalmente a sus suscriptores. Como es también tradición en el movimiento comunista, hemos conservado una copia para nuestras propias necesidades políticas (así es como actuó especialmente Souvarine en 1924) y esto es lo que nos ha permitido informar al mayor número de lectores sobre la situación que nos acontecía en el interior de la CCI, el denunciar nuestra exclusión (que continuamos rechazando) y llamar al medio político proletario a hacerse cargo de sus responsabilidades ante el drama que golpea a esta organización así como a sus militantes.
Demandamos la publicación de este comunicado en todos los órganos de prensa del medio político proletario, incluido en las publicaciones y el sitio Internet de la CCI, como derecho de respuesta.
Para todo contacto o información adicional, escriba a la dirección e-mail de la fracción:
inter1925@yahoo.fr
Carta de acompañamiento
La Fracción Interna de la CCI
París, 22 de junio, 2002
Camaradas,
Nos dirigimos a ustedes, así como al conjunto de los grupos políticos que se reivindican de las Izquierdas Comunistas, para solicitarles insertar en su publicación el comunicado adjunto.
Como deben saber, a partir de una crisis en el interior de la CCI, hemos sido llevados a constituirnos como Fracción Interna de nuestra organización. Nuestra Fracción existe formalmente desde hace 9 meses y ha publicada hasta ahora 11 números de su Boletín. Este boletín ha sido enviado a los grupos del Medio Político Proletario y a TODOS los militantes de la CCI con el objetivo de llevar a cabo el debate sobre esta crisis, debate que les Órganos centrales de la CCI rehúsan llevar a cabo (llegando hasta prohibirnos formalmente el acceso a los boletines internos de nuestra organización, a pesar de que están previstos para ello).
Si hemos decidido comunicar nuestros boletines al conjunto del MPP, es porque tenemos la convicción de que los problemas y dificultades que encuentra una de las organizaciones de este MPP (para el caso la más importante en número de secciones territoriales militantes) conciernen directamente al conjunto de las organizaciones y sus militantes. Nos parecía, nos parece aún, que corresponde al conjunto del medio político el discutir sobre estas dificultades y buscar los medios para superarlas.
Desdichadamente, la deriva actual de la CCI y de sus órganos dirigentes es tal que la única manera que han encontrado para responder ante los problemas que planteamos ha consistido, primero en medidas disciplinarias tan delirantes como sistemáticas, y después, en la exclusión disfrazada de los miembros de nuestra Fracción. En suma, para curar la fiebre, la CCI ha decidido romper el termómetro.
Impugnamos categóricamente las acusaciones levantadas contra nosotros y, como es tradición en el movimiento obrero, solicitamos publicar nuestra protesta contra esas calumnias.
Es evidente para nosotros que:
- La publicación de nuestro comunicado en su revista no implica su acuerdo con nuestra postura o nuestras orientaciones sino que únicamente significa que ustedes rechazan el método de las calumnias y denigraciones para arreglar los desacuerdos políticos en el interior de la clase obrera.
- Estamos dispuestos, si es necesario, a proporcionar todas las explicaciones referentes a nuestra actitud de ayer en la CCI, así como Fracción ahora. Además de los elementos que hemos dado ya en nuestros boletines, disponemos de ciertos documentos ya sean de nuestra pluma o ya sean textos 'oficiales' de la CCI- que demuestran que nuestra conducta ha estado siempre exenta de deshonestidad política o intelectual y que lo que nos ha animado y nos anima no es otra cosa que la defensa de los intereses de nuestra clase.
Para termina, les señalamos (o recordamos) que continuamos demandando nuestra reintegración a la CCI para poder llevar a cabo el debate de manera políticamente clara sobre los desacuerdos que tenemos con nuestra organización. Es por ello que nos llamamos Fracción INTERNA de la CCI.
Con nuestros saludos comunistas, La Fracción.
PS : nuestro comunicado es prioritariamente enviado a la CCI para publicación en la prensa donde nos calumnia. Pero al dudar de su recepción y aceptación de publicarlo, y pensando que en todo caso esta rectificación concierne al conjunto del MPP, también es dirigido particularmente a:
BIPR, Le ProlétaireEditions Programme, Il Partito comunista (Florencia-Italia)
, Il Programma comunista (Milán-Italia),
N+1 (Francia)
, Alarme (Francia),
IPC (Francia),
Le Prolétaire universel, Présence marxista, Balance (España), etc
¿HASTA DÓNDE IRÁ LA "NUEVA" CCI EN EL ABANDONO DE SUS PRINCIPIOS?
La última reunión pública de la CCI en París el 29 de junio de 2002 marca una nueva etapa en el cuestionamiento de la experiencia, la tradición, la práctica y los principios mismos que esta organización había defendido y puesto en práctica desde su origen. Y sobre todo en la deriva organizativa y en la destrucción de la conciencia de sus militantes.
En efecto, en esta reunión se anunció que nuestra fracción tendría prohibido en adelante toda intervención oral en las reuniones públicas de la CCI. Se anunció en esta reunión que la dirección actual de la CCI había hecho adoptar una directiva
(1), una orden de hecho, que prohíbe todo debate, toda discusión con la fracción, y ¡que todos los militantes de la CCI deben romper toda relación personal, fraternal, amistosa con los miembros de nuestra fracción! Todo ello porque seríamos ladrones, calumniadores, que tendríamos
"comportamientos" inaceptables, y que rechazamos romper toda relación con el camarada Jonás presentado como agente provocador.
¡Increíble! La organización que, desde su fundación, criticaba y no había dejado de luchar porque todos los grupos del "medio político proletario", todos los grupos internacionalistas, y todos los elementos, incluidos los que habían dejado la CCI, incluidos los que la CCI denunciaba como "parásitos", vinieran a discutir y debatir en sus reuniones, llega ahora a ejercer una censura pública contra sus oponentes políticos. E incluso mientras estos últimos defienden la misma plataforma política y las mismas posiciones y análisis políticos. La organización que no ha dejado de denunciar las prácticas de
Lucha Obrera, el grupo trotskista francés que prohíbe a la CCI el acceso a su evento anual, retoma los mismos métodos y el mismo tipo de acusaciones tal como LO acusaba a la CCI, ésta nos acusa de
"comportamientos incorrectos". La organización que se presentaba e intervenía en todas las reuniones públicas de los grupos políticos, proletarios, consejistas o izquierdistas, y que se rehusaba a aceptar ser excluida de éstas llegando a imponer a los grupos asumir prácticamente, en los hechos, su posición política mediante la exclusión física- se reduce ahora a las mismas prácticas que denunciaba ayer. Es una tragedia para la CCI. Una vergüenza para sus militantes. Un golpe contra el crédito y el honor del movimiento revolucionario y sus representantes actuales.
Es una confirmación de lo que habíamos anunciado desde el 9 de mayo de 2001 después del 14º congreso de la CCI y que no hemos dejado de denunciar desde entonces.
Esta censura política es continuación de la censura de que hemos sido víctimas en la CCI mediante la prohibición de publicar nuestros textos en los boletines internos. Sobre este plano, es un paso suplementario el que la dirección "liquidadora" hace franquear a la CCI, un paso que precipita ineluctablemente a esta organización en el sectarismo. Confirma que hemos sido excluidos, luego de haber sido reducidos al silencio y aislados de nuestros camaradas en el interior mismo de la CCI.
Es un verdadero espíritu de fortaleza asediada, de "paranoia" política, de repliegue sobre sí misma, en breve de secta, el que actualmente, y desgraciadamente sin duda para siempre, está en vías de imponerse en la CCI. Lo que es (internamente), o va a ser (externamente) teorizado y justificado respecto a nosotros será inevitablemente vuelto a utilizar frente a toda oposición política consecuente tanto en el plano interno como externo. Se trata de la primera expresión pública, luego de cierto número de expresiones internas en particular el no reconocimiento y la exclusión de nuestra fracción- de la deriva oportunista de la CCI. Los camaradas y lectores que podían aún interrogarse sobre las razones de nuestra constitución como fracción y sobre nuestra denuncia de la política de la dirección actual, particularmente manifiesta en términos de práctica organizativa, tienen ahora ante los ojos manifestaciones no disimuladas de crisis comunista y de ruptura clara con toda la tradición de la CCI.
Pero las decisiones actuales tomadas por la CCI contra nuestra fracción no representan solamente un paso suplementario en su voluntad de ahogar toda expresión de desacuerdo político, sino que tienen un significad mucho más grave:
- primero por la prohibición, que se hace a todos los militantes, de tener la menor relación (sea política o personal) con nosotros. Como en las peores sectas, la actual "dirección" de la Corriente exige explícitamente a los militantes cortar toda relación personal y sin duda familiar o de pareja también si el caso se presentara- con camaradas de combate actualmente en desacuerdo con la mayoría de la CCI. Esta deriva sectaria en el sentido político del término y también en sentido propio- toma una amplitud manifiesta, pública, y arrastra a los militantes a renegar de sus sentimientos y, sin duda para muchos de ellos, de sus más profundas convicciones;
- enseguida y sobre todo por la intención manifiesta, públicamente expresada, de ejercer una violencia física contra nuestros miembros y buscar con ello prohibir toda expresión de nuestra fracción. Esta política pisotea una de las posiciones de principio de la CCI, uno de sus fundamentos políticos: jamás violencia en el seno de la clase, ninguna razón, cualquiera que sea, puede justificar la menor excepción a este principio(2). Pero aquí no estamos ante un simple desliz. Se trata, por lo menos, de métodos de secta pero también y sobre todo son los que ha utilizado el peor enemigo de la clase obrera: la contrarrevolución stalinista. ¿Se debe pensar que son Stalines en ciernes los que dirigen a la CCI actualmente? Y, en este caso ¿hasta cuándo los militantes sinceros de esta organización los dejarán continuar? (3).
Resumamos el trabajo efectuado por la nueva dirección de la CCI desde hace un año para ahogar el debate político:
- censura de textos y puesta en cuarentena a golpe de suspensión de militantes que se oponen a la nueva "orientación";
- insultos, provocaciones de todo tipo (incluso físicas), y calumnias sistemáticas contra los miembros de nuestra fracción:
- presiones sobre las familias (madre, compañera, hijos incluso en la ocasión) para que intervengan y hagan "razonar" al militante que se rehúsa a la capitulación política;
- expulsión cuando se rehúsan a someterse y auto criticarse;
- orden a todos los militantes de romper toda relación personal, fraternal, amistosa, familiar con los expulsados;
- amenazas e intimidaciones físicas para que los expulsados continúen pagando sus cotizaciones una vez excluidos, lo que al parecer hace de nosotros ladrones;
- política violenta de censura y de aislamiento lo más completo posible hacia los oponentes que somos.
¿De qué tiene miedo la "facción liquidacionista" a la cabeza de la CCI para tomar tales medidas? ¿Por qué le aterroriza la idea misma de todo debate político? ¿Está tan poco segura de sus argumentos? ¿Por qué está obligada a imponer a los militantes de la CCI el romper toda relación personal con nosotros? ¿Tiene desconfianza de sus propios militantes? ¿De la profundidad de sus convicciones políticas?
Es la tradición de una organización viva que favorece los debates internos y externos, contradictorios, la vida política incluso si podían existir debilidades y dificultades para hacer vivir esta tradición- que defendía desde siempre la CCI, y
que incluso estaba en la base de su fundación, la que ahora es desacreditada y liquidada.
Esta política hace de la CCI una caricatura de secta que solamente puede desacreditar la idea misma de organización política de una parte, y de otra ocasionar un grave daño a todos los grupos comunistas actuales en la medida en que la CCI se reivindica de la tradición de la Izquierda Comunista.
Lanzamos este llamado a todos los grupos, a todos los militantes (incluidos y sobre todo a los de la CCI) y a todos los simpatizantes de la Izquierda Comunista: ¡No ignoren lo que pasa con la CCI actualmente! Intervengan en sus publicaciones, en los encuentros que puedan tener, con los contactos, etc.
Un número importante a la escala de las débiles fuerzas revolucionarias actuales- de militantes es arrastrado a un estancamiento político y, a plazo, a la desesperanza y abandono del combate de clase. La deriva actual de la CCI cualesquiera que sean nuestros desacuerdos políticos- solo puede ocasionar perjuicios y descrédito al conjunto de la tradición de la Izquierda Comunista. De polo de reagrupamiento y referencia política, la CCI está en vías de convertirse es ineluctable si el proceso actual llega a su término- en un obstáculo para el reagrupamiento, reagrupamiento incluido en el sentido de discusión y clarificación políticas, de las fuerzas revolucionarias. Se vuelve el parásito de la Izquierda Comunista. Su repelente.
La fracción de la CCI, 1º de julio de 2002.
¿NO LES DA VERGÜENZA?
Si tiene una característica la dirección de la CCI, desde hace ya más de un año, es el rechazo al debate político, una especie de alergia a la confrontación de ideas.
En tanto que la CCI se constituyó y ha vivido durante casi tres décadas- sobre la base de la discusión política más franca y abierta, he aquí que actualmente, y en nombre de la llamada "defensa de la organización" la camarilla liquidacionista que se ha apoderado de la organización reemplaza este oxígeno por la calumnia, la mentira y el ahogamiento de todo debate.
Después de haber prohibido a los militantes que se constituirían más tarde en Fracción el expresar su punto de vista en los boletines internos previstos para este efecto, después de haber respondido a sus críticas y propuestas de orientación diferentes mediante las medidas disciplinarias más dementes, después de haberlos excluido y denunciado como agentes provocadores (o cómplices de agente provocador), vemos cómo ahora prohíben a sus militantes y simpatizantes leer nuestros boletines
(4).
A decir verdad, hace ya rato que esta prohibición ha sido pronunciada y sabemos incluso que algunos militantes han hecho caso omiso de ella.
Pero constatamos que varios militantes y simpatizantes de la CCI, no contentos con obedecer ciegamente las "consignas", tienen el astuto placer de ¡regresarnos nuestros boletines pagando los gastos de envío!
Así, algunos, a los que continuamos llamando nuestros camaradas, se conducen de la manera exactamente opuesta a todo lo que la CCI les ha, nos ha enseñado. Porque, no hace mucho tiempo, la CCI animaba a los militantes a seguir la prensa del medio político; a los simpatizantes que se acercaban a las posiciones comunistas les aconsejábamos vivamente tomar conocimiento de las posiciones de los otros grupos de este mismo medio. Era entonces con curiosidad y apertura de espíritu realmente proletarios que tomábamos conocimiento de las publicaciones nuevas y que las poníamos a discusión en el interior de las reuniones de la organización.
¡Pero esto ya no es la regla y todo el mundo lo sabe!
Este encerramiento es ya un drama, pero hay algo peor: que los militantes y simpatizantes lo encuentren normal y lo consideren como la regla a aplicar. Esta "fobia" ante unas posiciones diferentes sería cómica si no fuera el signo de que la gangrena está ampliamente instalada en la organización.
Cuando uno nos escribe comenzando con un "Señor, Señora" ¡un camarada que conocemos y al lado del cual hemos combatido durante más de veinte años!-, otro nos acusa de utilizar el archivo de direcciones que no nos pertenece
(5). Se nos reprocha una "reunión afinitaria" sin tratar siquiera de leer y comprender el punto de vista que defendemos. A esto se han reducido los que han comenzado, por comodidad o conformismo, aceptando que se nos hiciera callar al interior, ahora deben hacer acto de sumisión devolviendo nuestros boletines sin leerlos.
Estamos realmente apenados al constatar este abandono de lo que era el espíritu mismo de la CCI: incluso si, desafortunadamente, es precisamente lo que habíamos previsto y anunciado en nuestros boletines,
Nos queda la esperanza que estos camaradas, sometidos a presiones enormes, puedan aún consultar nuestro sitio Internet para tomar conocimiento de nuestras posiciones sin hacerse llamar la atención.
¡Porque están allí!
La Fracción, el 18/08/02