Correspondencia interna

Continuamos en este número publicando nuestros intercambios de correspondencia con el SI (Secretariado Internacional) y el conjunto de la CCI. ¿Por qué perdemos el tiempo publicando en nuestros boletines todo este correo que puede parecer sin interés y particularmente fastidioso? Es verdad que es fastidioso y nos pone en un terreno nauseabundo. “Al responder a Vogt, he tenido que descubrir una “parte vergonzosa” de la historia de la emigración. Al hacerlo, utilizo simplemente el derecho de legítima defensa” escribe Karl Marx en el prólogo a su folleto Herr Vogt (1860) que responde a las calumnias que Vogt lanzó contra él. Para nosotros también, es a la vez para asegurar nuestra defensa y apelar a la responsabilidad de los militantes de la CCI comprometidos en esta deriva, pero también y sobre todoo para dejar una traza en la historia del movimiento obrero. Puede ser deplorable, pero sobre este terreno también hay combates que llevar a cabo y lecciones por sacar. La mejor manera de armar a los revolucionarios frente a este tipo de situaciones a las cuales serán de una u otra manera confrontados nuevamente, y sobre todo para anticiparlas y poder combatirlas desde su nacimiento, es dar cuenta de las experiencias organizativas, incluso las más lamentables, y tratar de sacar el máximo de lecciones políticas. Y por nuestra parte, estamos obligados a llevar a cabo este proceso hasta el final.
Por tanto, reproducimos aquí el último correo que enviamos al SI, el 29 de marzo del 2002, en vísperas del Congreso de RI y de la Conferencia extraordinaria. Responde lo más rápidamente posible a la carta del SI fechada el 26, enviada por correo el 27, y recibido solamente por la camarada Sarah el 28 cuando todos los otros miembros de la fracción no la habían recibido todavía. El actual Secretariado internacional de la CCI habría querido que su carta llegara retrasada, a la vez dando la ilusión contraria ante los militantes, de que habría hecho lo mejor –una pequeña maniobra más. Nuestra carta de respuesta es continuación de las dos precedentes que hemos publicado en nuestro boletín nº 8. Todas luchan por nuestra participación en la Conferencia y contra la exclusión de la fracción y de sus 9 militantes –consideramos al camarada Jonás como de los nuestros- que estaba programada. Es por tanto hasta el último momento que tratamos de impedir la pesada falta que comete la CCI y que compromete a sus militantes. Pero todavía hemos continuado luchando durante el curso mismo de la Conferencia como lo muestra el contenido exacto de nuestra comunicación telefónica con un delegado del BI el domingo 31. Esta comunicación responde a la “invitación” hecha la víspera solamente a los miembros mexicanos de la fracción presentes en París, es decir como individuos, a participar en la Conferencia. Es decir, en contradicción formal con los compromisos tomados respecto a los camaradas –sobre su demanda explícita- en reunión de sección en México- otra pequeña maniobra suplementaria. Nuestra comunicación telefónica manifiesta claramente que estábamos aún prestos a participar en la Conferencia a pesar de que no conocíamos el orden del día ni habíamos recibido ningún documento –con excepción de los proyectos de resolución sobre la situación internacional y de actividades recibidos en el último momento en el correo del SI enviado el 27.
Todo esto desmiente una vez más y sin ambigüedad las aseveraciones de la dirección actual de la CCI que afirma que nosotros nos salimos de la organización; que nosotros queremos abandonar la CCI. Por el contrario, nuestras cartas muestran claramente que nosotros queríamos y que hemos intentado todo antes y durante la conferencia, antes de que fuera demasiado tarde, para participar y mantenernos en nuestra organización. Y el contenido de los correos del SI, verdaderos ultimata, y las condiciones de su envío muestran que el SI de la CCI ha hecho todo para retrasar y volver imposible nuestra participación a la vez por las condiciones “políticas” inaceptables que se nos exigían, así como por los plazos que había fijado, que nos imponía, esperando que no pudiéramos respetarlos. Este intercambio de correo muestra claramente la voluntad y la decisión del SI de excluir a los 9 miembros de la fracción.
En fin, ahora, estas exclusiones sin principio, quedan de manifiesto por el retiro, durante la conferencia misma, de todo el material de la organización que tenían a cargo los militantes de la fracción que se quedaron en México con el pretexto de ... la no participación de la fracción en la conferencia. Este tipo de “operación” se prepara de antemano y no puede improvisarse. Y esto mientras estos militantes no habían recibido ninguna sanción hasta ese día y eran por tanto considerados aún como militantes de la CCI. Es claro que este hecho, que nuestros camaradas de México relatan aquí, muestra por él mismo la premeditación de nuestra “no participación” en la conferencia y de nuestra exclusión. Es decir, que el SI sabía muy bien que las condiciones que imponía a la fracción y a sus miembros eran inaceptables. Es decir, que más allá del “revestimiento” que se le dé, nuestra exclusión, o en el “mejor de los casos” nuestra capitulación política, eran el objetivo buscado. Sabemos ahora claramente que éste data al menos del día siguiente del 14º congreso de mayo de 2001. Al igual que para ciertos militantes, tales como el camarada Michel que fue empujado a la dimisión en octubre pasado, luego de haber sufrido una campaña asquerosa de descrécdito “en los pasillos”, luego “abierta” después del congreso.
Exclusiones organizadas y preparadas desde hacía mucho tiempo hemos dicho. Exclusiones sin principio también: porque los motivos que valen la exclusión de los militantes parisinos de la fracción, es decir el rechazo a aceptar las cuatro condiciones de capitulación política que son mencionadas nuevamente en la resolución de la conferencia, se aplican también para los cuatro militantes de la fracción en México que también –no hay ninguna “táctica” o “trampa” por nuestra parte- rechazan explícitamente esas condiciones. Otra pqueña maniobra sutil para tratar de enmascarar el hecho de que se excluye a una fracción y sus 9 miembros sin razón valedera y contra el espíritu y la letra de los estatutos de la CCI, contra la tradición del movimiento obrero, sus lecciones en la materia, y en particular contra la tradición y las adquisiciones de la Izquierda comunista y de la fracción italiana que nos ha transmitido
Bilan. Que nadie en el medio político proletario sea engañado. Ni en la CCI quienes “aprueban” la decisión... En todo caso, nosotros no permitiremos que esto haga jurisprudencia en las organizaciones comunistas.
La fracción de la CCI.

I. ANTES Y DURANTE LA CONFERENCIA

El SI a [Juan, Aglae, Olivier, Sarah]
París, 26 de marzo de 2002

Hemos recibido tu carta anunciando tu decisión de apelar a la conferencia respecto a la constatación que hemos informado en nuestro correo del 3 de marzo: “Al rechazar el respeto a los estatutos de la organización, al rechazar respetar las decisiones de la mayoría de la organización expresadas en varias ocasiones por su órgano central internacional (y últimamente por el BI Plenario de enero de 2002) tú mismo te sales de la CCI”.
Aunque no lo expresas explícitamente, tu carta solo puede significar que rechazas las condiciones que habíamos fijado (en ese correo del SI mensual con fecha 3 de marzo) para tu reintegración y que deberían ser satisfechas a más tardar el viernes 22 de marzo. Las recordamos:
1. Estar al día con la integridad de tus cotizaciones;
2. Comprometerte explícitamente, y por escrito, a no publicar documentos internos de la organización durante un periodo de cinco años:
3. Rechazar explícitamente, y por escrito, la declaración de la “Fracción” (de su boletín nº6) donde se deslindan de toda lealtad hacia la CCI;
4. Rechazar explícitamente, y por escrito, todo trabajo político con el exmilitante Jonás excluido de nuestras filas;
[apartado específico en la versión destinada a Juan:] 5. Demostrar que a través de una reflexión honesta, has hecho la crítica de tus comportamientos, algunos de los cuales te valen estar suspendido todavía actualmente (correspondencia secreta con las secciones de EUA y México; discusiones con la sección en México y miembros de ésta, durante tus vacaciones del verano de 2001 sobre temas delicados de manera tendenciosa y sin haber dado cuenta al OC; y especialmente, en esta ocasión, haber dejado pensar que una camarada de la organización haría parte de la “casa de enfrente”) [fin punto específico Juan]
Esta carta te es enviada a título individual porque lo que está en cuestión no es la bien fundada o no existencia de la “fracción”, es la manera en que te has comportado en tanto que militante de la organización.
Te recordamos por tanto que, para apelar, debe estar disponible la tarde del viernes 29 de marzo con el fin de presentar la argumentación de tu recurso. El conjunto de esta argumentación será escuchada por una Comisión de apelación constituida por miembros de la CCI que participen en la conferencia, en una reunión que tendrá lugar a las 21:30 horas en el sitio de la conferencia, que es el mismo del congreso del año pasado.
Al día siguiente, inmediatamente después de la apertura de la conferencia (alrededor de las 10:30), esta comisión expondrá ante la conferencia, en tu presencia, los elementos esenciales de tu argumentación. Te será dado un tiempo de palabra (limitado para respetar el orden del día de la conferencia) para comentar este informe. Corresponderá enseguida a la conferencia validar o invalidar:
- la devolución de mandato de la comisión de apelación que te entrevistó la víspera;
- la decisión del SI mensual respecto al hecho de que tú te has puesto fuera de la CCI.

Además de los elementos ya citados a tu cargo, demandaremos que la conferencia, para pronunciarse sobre tu demanda de recurso, tome en cuenta los elementos agravantes siguientes:
- denigración de la CCI ante el MPP por tu responsabilidad en la escritura de una primera carta de la “fracción” dirigida a los grupos de la Izquierda comunista y de una segunda, peor que la primera, dirigida específicamente al BIPR;
- denigración pública de la CCI por tu responsabilidad en la escritura de una carta de la “fracción” dirigida a nuestros suscriptores y la difusión de dos volantes durante la reunión pública en París del 16 de marzo;
- tu corresponsabilidad en la publicación, en el boletín nº7 de la “fracción”, de un texto (“Pesos y medidas”) inaceptable, digno de los métodos de provocación policíaca o de la GPU en el movimiento trotskista.
[Dos apartados específicos en la versión destinada a Aglae:] -rechazo a presentarte ante la CI con el fin de exponerle las razones por las cuales piensas que “Louise pertenece a la casa de enfrente” como lo declaraste públicamente en el sitio de la CE plenaria del 2 de febrero, como te hemos informado en nuestro correo del 15 de febrero y como te lo hemos recordado en nuestro correo del 3 de marzo, tú estás suspendida ya que esta entrevista no tuvo lugar;
- robo del archivo de direcciones de los suscriptores que estaba bajo tu responsabilidad hasta que la organización de demandó devolverlo el verano pasado, como lo ilustra su utilización por la “fracción” para enviar, a espaldas de la organización, cartas a nuestros suscriptores. [fin apartado Aglae]
Apostamos una última vez sobre tu capacidad de tomar conciencia de la gravedad de lo que se va a decidir respecto a tu militancia. Te queda una última oportunidad debido a que la conferencia está en capacidad de aceptar tu reintegración si tú mismo eres capaz de reconocer el carácter, inaceptable para la organización, de los diferentes comportamientos mencionados más arriba y de dejar de ocultarte detrás de una supuesta persecución de la “fracción”
Si la conferencia concluye que tú ya no perteneces a la CCI, resulta claramente que:
- no podrás participar en la conferencia a ningún título;
- deberás pagar la suma todavía no cubierta de tu CSJ (cotización particular, nota de la fracción), según las modalidades que te serán indicadas;
- deberás devolver lo más pronto posible los archivos de la organización que aún posees, según las modalidades que te serán igualmente indicadas;
Para evitar todo error de interpretación, lo repetimos, no tienes que estar de acuerdo con las decisiones de la organización. En cambio, al igual que cualquier otro militante, debes respetarlas. Ello vale en particular para las modalidades, no negociables, de tu apelación ante la conferencia.
Saludos comunistas
El SI.




La respuesta de la fracción

París, 29 de marzo de 2002
La fracción interna al SI,
Muy estimados camaradas,
Respondemos a la carta que nos han enviado –que solamente la camarada Sarah ha recibido hasta hoy -fechada 26 de marzo, pero enviada el 27 y recibida el 28 para una convocatoria el 29. Afortunadamente el correo funciona bien, porque si no habríamos corrido el riesgo de recibir este correo demasiado tarde. Ustedes lo habrían lamentado tanto como nosotros, no lo dudamos.
Su carta pretende ser una respuesta a nuestro correo del 20 de marzo. Pero de hecho, una vez más, se trata de esquivar y de una falsa respuesta al problema político planteado porque se dirige a un individuo y no a la fracción como tal. ¡Decididamente que hay malentendidos entre nosotros! Sin embargo, este correo tiene una importancia histórica cuyo significado sin duda se les ha escapado. Antes de esclarecerles sobre este punto, permítannos un pequeño comentario sobre la admirable constancia de que dan prueba en su política y que los pone cada vez más en un atolladero desde el punto de vista comunista.
1) Les hemos escrito en tanto que fracción y exigiendo el respeto de los estatutos y de nuestros derechos como fracción en el interior de la CCI. Y ustedes responden a un militante individual sobre sus supuestas faltas: “esta carta te es enviada a título individual porque lo que está en cuestión no es la bien fundada o no existencia de la “fracción”, es la manera en que te has comportado en tanto que militante de la organización”. (carta del SI).
Su política se inscribe y trata de imponérsenos en el terreno de los casos individuales, particulares. Rechazamos este terreno que solamente puede conducir –y tal es su objetivo- al proceso de los militantes tomados aisladamente, uno tras otro, sobre supuestas faltas organizativas inventadas o fabricadas. Este proceso está ya largamente en curso. Y lo rechazamos tanto más por cuanto se opone y niega el terreno del debate y de la confrontación de las posiciones políticas, debate y confrontación que no pueden existir en las condiciones actuales más que mediante el reconocimiento formal de la fracción. Por tanto mediante el retiro de todas las sanciones y por la reintegración completa de todos los miembros de la fracción en todas las actividades de la organización. Es esto lo que, de acuerdo con los estatutos de la CCI y la experiencia del movimiento obrero, no es negociable –y no sus pequeñas maniobras, perdón sus
“modalidades de apelación”. Ustedes no tienen que interpretar los estatutos. Ustedes deben, y particularmente los órganos centrales, aplicar los estatutos que, ante todo, reconocen y “protegen” la existencia de fracciones. Y es esto lo que no es negociable.

Sus diferentes correos –únicos documentos “internos” que hemos recibido desde hace dos meses- muestran claramente que ustedes transforman a la CCI de organización comunista rica en debates y vida políticas, en un tribunal donde son juzgados los individuos. Y su última carta es una manifestación clara. En esta lógica, ustedes están en vías de imponer una comisión de control, perdón “de investigación”, permanente y autónoma con el fin de detectar y cazar permanentemente el clanismo y otras “desviaciones”, es decir todas las divergencias.

2) Pero el verdadero interés político de su correo es otro. Ustedes reconocen al fin abiertamente, en su carta, que excluyen a la fracción y sus militantes de la organización. Esto estaba ya claro para nosotros, para los grupos y elementos del medio político proletario que han conocido sus correos y textos precedentes, y era claro por supuesto para los liquidacionistas desde hace mucho tiempo. Pero ahora ya nadie podrá simular que no conoce la exclusión de nuestra fracción y de sus miembros. He aquí lo que ustedes nos escriben:
Hemos recibido tu carta anunciando tu decisión de apelar a la conferencia respecto a la constatación que hemos informado en nuestro correo del 3 de marzo (...) Te recordamos por tanto que, para apelar, debe estar disponible la tarde del viernes 29 de marzo con el fin de presentar la argumentación de tu recurso. El conjunto de esta argumentación será escuchada por una Comisión de apelación (...) (subrayado por nosotros, carta del SI del 26 de marzo).
Efectivamente, reconocemos, confesamos, en breve confirmamos que hemos evocado el hecho de apelar sobre nuestra exclusión:
“Y si mantienen su política ignominiosa y liquidacionista de exclusión, haremos una apelación ante el Congreso y la Conferencia” (nuestra carta del 20 de marzo 2002, a la cual responden). Su respuesta levanta definitivamente el velo sobre sus mentiras –y su hipocresía- sobre el tema tanto en el interior de la organización como ante el medio político proletario en sus correos y tomas de posición públicas: ustedes no pueden ya hacer creer que “nosotros nos salimos de la organización”. El hecho de que reconozcan la posibilidad de “apelar” es el reconocimiento implícito, para no decir explícito, de que ustedes nos han excluido.
Ustedes confirman esta realidad cuando, en otro momento de su carta, destacan claramente la hipótesis de una
“reintegración” de los militantes.
Y en el caso en que algunos militantes quisieran todavía meter la cabeza en la arena, el resto de su correo y sus
“modalidades no negociables”, pero antiestatutarias, son particularmente claras:
-
El conjunto de [tu] argumentación será escuchada por una Comisión de apelación [reconocimiento de que la decisión de exclusión ha sido ya tomada, porque hay una apelación].
- “esta comisión expondrá ante la conferencia, en tu presencia, los elementos esenciales de tu argumentación. Te será dado un tiempo de palabra (limitado para respetar el orden del día de la conferencia) para comentar este informe. Corresponderá enseguida a la conferencia validar o invalidar: la devolución de mandato [y] la decisión del SI mensual respecto al hecho de que tú te has puesto fuera de la CCI”. [reconocimiento de que no habrá debate contradictorio sobre una decisión particularmente grave tanto más por cuanto la presentación de la “defensa”, de la argumentación, será hecha por los acusadores, perdón por la comisión de apelación].
- En efecto “además de los elementos ya citados a tu cargo [los elementos de acusación], demandaremos que la conferencia, para pronunciarse sobre tu demanda de recurso [reafirmación de que la decisión de exclusión está ya tomada], tome en cuenta los elementos agravantes siguientes (...)”. Resumamos: la condena y la exclusión están ya decididas; la acusación corre a cargo; la defensa corre también a cargo; y finalmente la apelación corre ... a cargo. Ustedes utilizan el mismo método escandaloso y ubuesco que el utilizado para la exclusión del camarada Jonás, para las suspensiones “renovables automáticamente a plazo”, del camarada Juan, para las suspensiones y sanciones contra los camaradas Olivier, Aglae y Sarah. Y la invitación a venir a expresarse ante la organización no es más que para legitimar a posteriori la exclusión ya adoptada, así como para hacer creer que ustedes aplican las reglas y principios de la CCI en tanto que los traicionan totalmente.
Esto es lo particularmente claro y sin equívoco. Tomamos acta. Pero, incorregibles optimistas, armados de nuestra confianza en el proletariado, en las posiciones de la CCI y del movimiento obrero, y en nuestras convicciones militantes, no desesperamos de que la CCI y sus militantes puedan rectificar en el último momento. La deriva en la cual arrastran a la organización es un proceso que todavía no llega a su final y “mientras haya vida habrá esperanza”. Es por lo demás, estén seguros, lo que defenderemos públicamente ante los que en el MPP tienen dudas.
Para retomar sus propios términos, podemos afirmar que el congreso y la conferencia “dejan una última oportunidad” a la organización y sus militantes para detener el engranaje y la vorágine en la cual se precipitan. Es cierto que no hemos podido preparar seriamente este congreso y esta conferencia por la carencia de documentos, de informes, de proyectos de resolución, del boletín interno internacional 289, etc... Sin embargo, en caso de que la decisión de exclusión no fuera avalada durante esta conferencia y este congreso, y en la medida en que nos hagan llegar todos los documentos adoptados y de discusión, así como las actas de las sesiones con el fin de que podamos inscribirnos en la dinámica misma de la discusión y los debates, nos comprometemos como fracción a tomar posición lo más rápidamente posible y lo más positivamente posible, no lo duden, sobre los trabajo y las orientaciones políticas que se desprendan en esta ocasión.
Inútil decirles que nuestro deseo más ardiente en las circunstancias actuales es el de participar en la vida de la CCI y de luchar por nuestras convicciones políticas como fracción interna. Es el objetivo y el sentido de nuestro combate inmediato.
La fracción interna de la CCI.




Luego de las presiones para que los camaradas mexicanos de la fracción participaran como individuos, y no como miembros de la fracción, en la conferencia, confirmamos las exigencias de la fracción para que sus militantes participaran en la conferencia, enteramente, en todos sus debates, y no sólo en una comparecencia ante un tribunal como lo presentaba, entre otros correos, al carta del SI del 26 de marzo reproducida más arriba.

Comunicación telefónica a la conferencia
(1:30 de la tarde el domingo 31 de marzo 2002)

“Queremos las garantías siguientes:
1) El congreso y la conferencia extraordinaria retiran por escrito las cartas del SI a los miembros de la fracción fechadas 3, 9 y 26 de marzo. El congreso y la conferencia extraordinaria retiran las condiciones impuestas en estas cartas para “la invitación” de los miembros de la fracción al congreso y la conferencia extraordinaria- condiciones que se asemejan a una comparecencia ante un tribunal.
2) El congreso y la conferencia extraordinaria retiran por escrito todas las sanciones tomadas contra los miembros de la fracción desde el 14ª congreso internacional.
3) El congreso y la conferencia extraordinaria se comprometen por escrito a reintegrar completamente a todos los miembros de la fracción en todas las actividades de la organización.
4) El congreso y la conferencia extraordinaria reconocen por escrito la existencia de la fracción, su derecho y su deber para intervenir y defender todas sus posiciones política en el interior de la CCI”.
[Siguen los medios concretos para contactarnos en el plazo más breve].
La fracción




II. DESPUÉS DE LA CONFERENCIA

Publicamos a continuación el único documento, según nuestro conocimiento, emanado de la Conferencia internacional de la CCI que se considera toma una decisión sobre el estatuto de nuestra fracción.
Esta “resolución” ha sido distribuida por la CCI a los simpatizantes próximos durante la permanencia del 6 de abril de 2002 en París así como a un miembro de la fracción en Francia presente en esta permanencia. Es solamente hasta el 11 de abril que los otros miembros de la fracción en Francia recibieron este documento... ¡juzgue el lector!

Resolución de la Conferencia extraordinaria internacional de la CCI de los 30 y 31 de abril de 2002 sobre la situación de S, O, J, A en relación a la CCI

La conferencia se pronunció sobre el caso de los militantes que han manifestado su intención de apelar sobre las conclusiones que les conciernen de una reunión del secretariado del órgano central de la CCI de las cuales impugnan su validez. Estas conclusiones eran las siguientes:
- la constatación de que cada uno de estos militantes, al rehusar respetar los estatutos de la organización, al rehusar respetar las decisiones de la mayoría de la organización expresadas en varias ocasiones por su órgano central internacional (y últimamente por el BI plenario de enero de 2002), se ponía por sí mismo fuera de la CCI;
- en consecuencia, la última posibilidad que le quedaba a cada uno de ellos para reintegrarse a la CCI era satisfacer un conjunto de condiciones.
Entre las condiciones que habían sido así fijadas a estos militantes, algunas eran las mismas para todos, otras específicas par algunos de ellos:
* Las condiciones que se aplicaban a cada uno de ellos:
- ponerse al corriente con la integridad del pago de sus cotizaciones;
- comprometerse explícitamente, y por escrito, a no publicar documentos internos de la organización durante un periodo de cinco años (esta condición era resultado de amenazas de su parte respecto a la publicación de tales documentos);
- rechazar explícitamente, y por escrito, la declaración de la “fracción” (de su boletín nª6) donde se deslindaban de toda lealtad hacia la CCI;
- rechazar explícitamente, y por escrito, todo trabajo político con el exmilitante Jonás, excluido de nuestras filas;
* Condiciones aplicadas específicamente a J:
- llevar a cabo una reflexión honesta que le permitiera la crítica de sus comportamientos (de los cuales algunos le valen estar suspendido todavía en el momento de la conferencia): correspondencia secreta con las secciones de los EUA y México; discusiones con la sección en México y miembros de ésta, durante sus vacaciones del verano de 2001 sobre temas delicados de manera tendenciosa y sin haber dado cuenta al OC; y sobre todo, en esta ocasión, haber dejado pensar que una camarada de la organización haría parte de la “casa de enfrente”.
*Condiciones aplicadas específicamente a A
- exponer a la CI las razones por las cuales piensa que la camarada Louise “pertenece a la casa de enfrente” como lo declaró públicamente en el lugar de la CE plenaria del 2 de febrero; en el momento en que esta exigencia había sido formulada por primera vez a Aglae, se había decidido que esta militante quedaría suspendida hasta que no satisfaciera ésta.

La CCI por tanto se había preparado para examinar la solicitud de apelación de estos militantes, y por esta razón les había expuesto las modalidades del procedimiento a seguir:
Audición, la víspera de la conferencia, de la totalidad de sus argumentos por una “comisión de recurso”;
Validación o invalidación, por la conferencia, de la composición de la comisión de recurso,
Devolución de mandato de esta comisión en sesión plenaria de la conferencia con la posibilidad, para los militantes que apelaban, de defender de nuevo pero más sintéticamente que la víspera, su punto de vista;
Discusión y decisión por el conjunto de las delegaciones de la conferencia.

En la carta que les ha dirigido para exponerles estas modalidades, la organización ha advertido igualmente a estos militantes que nuevos elementos agravantes serían dados a conocer a la conferencia para que los tomara en cuenta en su juicio. Entre estos elementos, algunos concernían a los cuatro militantes, mientras que otros eran específicos para unos:

* Los elementos agravantes concernientes a cada uno de los cuatro militantes
- denigración de la CCI ante el MPP mediante la escritura de una primera carta de la “fracción” dirigida a los grupos de la Izquierda comunista y de una segunda, peor que la primera, dirigida específicamente al BIPR;
- denigración pública de la CCI mediante la escritura de una carta de la “fracción” dirigida a nuestros suscriptores y la difusión de dos volantes durante la reunión pública en París del 16 de marzo;
- publicación, en el boletín nº 7 de la “fracción”, de un texto (“Pesos y medidas”) inaceptable, digno de los métodos de provocación policíaca o de la GPU en el movimiento trotskista.

*Los elementos agravantes concernientes a A específicamente:
- robo del archivo de direcciones de suscriptores (como lo ilustra su utilización por la “fracción” para enviar, a espaldas de la organización, cartas a los suscriptores), que estaba bajo su responsabilidad hasta que la organización le demandó devolverlo.

Ninguno de estos militantes se presentó para encontrar a la comisión de apelación ni para defender su caso ante la conferencia, ilustrando así el bluff de su voluntad de apelar. La conferencia, por unanimidad de los votos que se han expresado (2 aplazamientos de voto), ha tomado acta del hecho de que ellos se han puesto fuera de la organización.
Con ocasión de este voto, la conferencia ha puesto claramente en evidencia las diferencias que existen entre una exclusión y el hecho de que unos camaradas, por su comportamiento, se pongan ellos mismos fuera de la organización.
Una exclusión significa, para el que es afectado que no podrá jamás volver a la organización debido a la gravedad de sus acciones.
No es el caso respecto a algunos de los militantes que se ponen fuera de la organización. Pero, para que puedan volver, hará falta que sean capaces de demostrar que han comprendido y son capaces de criticar la actitud política que actualmente se les cuestiona. Ello supone a la vez que la dinámica antiorganizativa en la cual se han comprometido no haya alcanzado un punto de no retorno y que, por otra parte, su convicción de la necesidad y la posibilidad de la revolución proletaria esté lo suficientemente enraizada como para darles la voluntad y los medios de un cuestionamiento profundo. Si bien es manifiesto que queda tal perspectiva, no se debe sin embargo descartar a priori la posibilidad, como la experiencia misma de nuestra propia organización lo muestra, que suceda que un camarada que se ha comportado como un enemigo de la organización ha podido posteriormente comprender la naturaleza y ha criticado los resortes de su actitud.
Finalmente, para concluir, nuestros estatutos prevén la posibilidad de apelar las decisiones de esta conferencia internacional ante una instancia de la organización con prerrogativas más extensas aún, su próximo congreso internacional. Hasta esta ocasión, e incluso si desean utilizar esta posibilidad, estos militantes no son considerados ya como pertenecientes a la organización.





Impedidos de participar en la Conferencia, supimos por nuestros militantes que quedaron en México que unas “delegaciones” habían ido a sus casas por orden de París durante la conferencia misma con el fin de retirarles el “material” de la organización del cual estaban a cargo así como de tratar de retirarles sus propios documentos personales. Esto era una confirmación adicional para nosotros de que la facción liquidacionista había logrado hacer aceptar nuestra exclusión de la CCI. Sin esperar, enviamos el comunicado siguiente.

Comunicado a los grupos del medio político proletario y a los contactos de la CCI
NUEVAS PRÁCTICAS INCALIFICABLES

¿Pretende la CCI actual aceptar la discusión y admitir la existencia de divergencias en su seno?
¿Pretende la CCI actual admitir y reconocer concretamente la existencia de fracciones en su seno?
¿Pretende la CCI actual defender los intereses de la clase obrera, reivindicarse sus métodos y de su tradición comunista?
Cada uno podrá juzgar ante los hechos siguientes:
En el momento mismo en que tenía lugar en París, una Conferencia de la CCI (fin de semana de finales de marzo), multiplicándose en simulacros de insistencias destinadas a hacer creer que la CCI no deseaba excluir a sus militantes organizados en fracción, se daba la orden a los militantes obedientes de la sección mexicana de organizar una “incursión con pesquisa” al domicilio de dos miembros de la fracción que quedaban en México. Tenían como misión “recuperar” documentos internos, archivos y notas personales, llegando hasta “registrar” el contenido de los discos duros de las computadoras de los camaradas. Lo que se hizo con más o menos éxito. He aquí como trata la CCI a sus militantes actualmente: como peligrosos enemigos.
Y esto es tanto más escandaloso por cuanto estos 2 camaradas, contrariamente a la suerte que les fue reservada a los otros, no han sido hasta ahora ni sancionados, ni aún menos excluidos por la dirección de la CCI. Su única “falta” es la de ser miembros de la fracción interna. Sin embargo, como todos los miembros de la fracción, jamás han buscado “hacer el menor daño” a la CCI como también busca hacerlo creer la “facción liquidacionista”. Solamente tienen una voluntad: seguir siendo militantes de la CCI con el fin de llevar a cabo, en su seno, el combate contra su deriva política actual.
A lo largo de toda su historia, hasta estos últimos tiempos, la CCI jamás había conocido tal situación: militantes, miembros completamente de la organización, son tratados como indecentes y desposeídos de su indispensable material político. Estas prácticas miserables –más dignas de sectas místicas, incluso de las oficinas del Estado burgués, que de organizaciones comunistas- son totalmente nuevas para la CCI.
Denunciamos a los responsables de esta grave deriva y que, por su política despreciable, arrojan descrédito sobre todas las organizaciones comunistas dignas de este nombre así como sobre todos los militantes que actúan sinceramente por la causa del proletariado revolucionario.
La fracción interna de la CCI, 3 de abril 2002.





Por su parte, nuestros militantes en México han distribuido esta denuncia al conjunto de los camaradas de la sección territorial así como a los contactos próximos.

Una torpe acción de “comando” de la CCI ... contra sus propios militantes

[Las partes entre corchetes [] han sido añadidas con la intención de que a los lectores no miembros de la CCI se les facilite la lectura y comprensión de lo que se relata aquí].

La deriva organizativa de la CCI empujada por la facción liquidacionista [que predomina actualmente en los órganos centrales de la CCI] se acentúa de manera cada vez más evidente y aceleradamente.
Simultáneamente a la celebración de la Conferencia Extraordinaria [finales de marzo 2002], unos militantes de la CCI en México recibieron la orden de “recuperar” de las casas de otros dos militantes –miembros de la fracción interna- los archivos que estos últimos tenían en custodia.
Esta acción se llevó a cabo de manera planificada, sorpresiva y coordinada. Ahora, queda sentado el precedente de que, dentro de la CCI, unos militantes pueden planear una acción de “defensa de la organización” a espaldas y contra otros militantes de la CCI si el “órgano central” lo juzga conveniente. Ahora, queda sentado el precedente que, dentro de la CCI, unos militantes pueden ejercer una acción de presión o punitiva contra otros militantes cayendo sorpresivamente a sus casas para “exigirles” lo que los primeros creen conveniente.
A esto esta llevando la destrucción de todos los principios organizativos de la CCI heredados del movimiento revolucionario:
La confianza verificada [para retomar el término y la posición de Lenin en 'Un paso adelante, dos pasos atrás'] es sustituida por la fe y la obediencia ciegas hacia el “órgano central” y la “comisión de información”. La discusión colectiva es sustituida por el silenciamiento de las divergencias. La vida colectiva es sustituida por el dictado de las “autoridades políticas”. La disciplina y el espíritu de partido son sustituidos por el “patriotismo de partido” [como Bordiga, Trotsky, Victor Serge para no citar más que a los más conocidos de los oposicionistas de entonces, lo habían ya denunciado frente al proceso de degeneración del régimen interno de los PC en los años 1920-30].
La acción que hemos vivido en Revolución Mundial [la sección de la CCI en México] es el fruto maduro de la política de la facción liquidacionista. Después de haber “convencido” a la organización de que existen dos categorías de militantes: los que representan la continuidad del hilo rojo que viene de Marx, Lenin, Rosa y MC; y los que inevitablemente caerán en todo tipo de desviaciones. Después de haber “convencido” a la organización de que las divergencias de los militantes de la fracción no son sino rencores y envidias contra esos mismos representantes del hilo rojo. Después de haber “convencido” a la organización de que el “derecho a la indignación” justifica que se puede ejercer presión sobre un compañero para hacerlo votar contra sus convicciones. Después de haber “convencido” a la organización de que la fracción interna es el “clan más peligroso de la historia de la CCI”, una “secta estalinista y nazi” y sus miembros poco menos que agentes del Estado. Y después de haber hecho la advertencia de que “el combate proseguirá después del clan contra los oportunistas y vacilantes”. Entonces los liquidacionistas recogen el fruto que han sembrado:
Militantes que, para demostrar que su “autocrítica” es sincera, están dispuestos –así sea con vergüenza- a justificar y aceptar lo que sea; incluso a planear y ejercer acciones de fuerza –sin siquiera conocer los motivos- contra otros militantes de la organización. Camaradas dispuestos a actuar contra otros camaradas como si fueran sus enemigos. “Ejecuta ahora, y clarifica después”: a esto se resume la nueva orientación de los liquidacionistas.
¡Camaradas de la CCI! Reflexionen; paren este engranaje de destrucción organizativa en el que estamos inmersos, análogo al de la bolchevización y posterior estalinización de los partidos de la Tercera Internacional; no se vuelvan cómplices pasivos o activos de él.
Alberto, Leonardo, Sergio y Vicente, por la fracción interna de la CCI.
Abril 7, 2002.