Home | Boletín Comunista Internacional 5 | | ![]() |
Es ahora ya evidente para todos, obreros, proletarios, así como para burgueses y gobiernos capitalistas, que el proletariado internacional se levanta y se rebela en masa contra las consecuencias de clase de la crisis económica del capitalismo. Desde las luchas del otoño pasado en los principales países de Europa occidental -para sólo citar éstas-, pasando por los movimientos proletarios en los países árabes, hasta las luchas de los “indignados” españoles y el rechazo masivo y persistente de las medidas de austeridad en Grecia, la clase obrera internacional se niega a pagar la crisis y a aceptar sin luchar la miseria dramática que el capitalismo trata de imponer por todas partes.
Frente a esta situación, la burguesía, a nivel internacional, lleva a cabo una ofensiva antiproletaria de gran envergadura al acelerar su campaña de mistificación “democrática”; hoy la ejerce permanentemente y de manera más concentrada en relación a los años pasados, variándola de todas las maneras posibles y a diferentes niveles según corresponda a la intensidad y a las condiciones inmediatas de la lucha de clases. En particular, las campañas actuales se apoyan esencialmente en la mentira y la deformación de la realidad, buscando hacer creer que:
la “revolución democrática” es el único combate que se puede llevar a cabo (Túnez, Egipto, países árabes...);
las actuales luchas en los países “democráticos” son de hecho luchas en favor de “mayor democracia”, ya sea a nivel de su forma o de su objetivo y contenido. Por ejemplo, la organización “¡Democracia real ya!” en el movimiento de los “indignados” españoles busca evidentemente ponerse al frente del combate del proletariado para desviarlo hacia el terreno burgués de la “democracia real” (¡sic!).
Todas las fracciones de la burguesía, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, están implicadas cada una a su nivel -y se reparten las tareas- en esta ofensiva política contra la clase obrera. Las fracciones de izquierda y de extrema izquierda (stalinistas, izquierdistas, anarquistas...) tienen el papel específico de envenenar a la clase obrera en el seno mismo de sus luchas tratando de volver éstas atolladeros sin salida y trampas mortales.
Hoy, la clase obrera responde claramente y cada vez más contra los ataques. Se plantea cada vez más la cuestión de la existencia del capitalismo y de la clase dominante. Es por ello que la burguesía se esfuerza en persuadir a los obreros de dirigir su descontento y su combatividad hacia unas “reformas democráticas”, incluso hacia “revoluciones democráticas”.
Pero la democracia actualmente, en tanto que el capitalismo exista, en tanto que las clases sociales existan, es la dictadura de la burguesía, es la forma más eficaz de su poder de clase. Batirse por ella es batirse por mantener al capitalismo, es batirse en provecho del enemigo. Los obreros, por el contrario, deben retomar la consigna de la manta que apareció durante la manifestación del 15 de junio en Grecia1: Ustedes tienen la enfermedad, nosotros tenemos el remedio: LA REVOLUCIÓN.
Las organizaciones de vanguardia de la clase obrera, especialmente las de la Izquierda comunista, tienen la pesada responsabilidad de alertar a su clase, de prevenirla sobre el peligro y de alejarla de esta trampa de la búsqueda ilusoria de una democracia “real”, “pura”, en el capitalismo. Esta ilusión es mortal y es cuidadosamente impulsada por la clase dominante. Estas organizaciones de la vanguardia política deben, hoy más que nunca, impulsar el combate del proletariado hacia el único objetivo que le da su sentido: la destrucción del capitalismo y la construcción de una sociedad sin explotación y sin clases.
La FICI, 19 de junio de 2011.
Nota:
1. Hay que poner de relieve que el rechazo obstinado y creciente del proletariado en Grecia a aceptar sufrir las brutales y dramáticas medidas de austeridad instauradas por el gobierno socialista de Papandreu obligó a éste a un reacomodo ministerial con cierta urgencia, el día mismo de la manifestación del 15 de junio. Es en particular significativo el reemplazo del ministro de economía. Los elogios internacionales sobre la gestión económica del reemplazado eran unánimes; el reemplazante, en cambio, tendría más cualidades “políticas”. Aparte de la necesidad para la burguesía griega de contar con un equipo gubernamental más sólido y con un apoyo más amplio en el aparato del Estado y en la burguesía, en un momento en que aparecían divisiones en su seno, este episodio muestra que la verdadera desesperación que ha ganado a la burguesía internacional, gobiernos, políticos, medios de difusión, círculos financieros, etc., no era tanto debido a un riesgo financiero -la insolvencia de Grecia y la suspensión de pagos de su deuda-, es decir de orden económico en sí, sino más bien a un riesgo político: la dificultad, si no es que la imposibilidad de hacer aceptar al proletariado la austeridad y la perspectiva de una agravación de la confrontación de clases.
Home | Boletín Comunista Internacional 5 | | ![]() |